Preguntas incómodas en el Barça tras la derrota contra el Real Madrid
La goleada contra el eterno rival pone en evidencia algunas de las carencias que continúan condicionando al equipo azulgrana
BarcelonaLa goleada y la eliminación ante el Real Madrid han hecho tambalearse al Barça. El correctivo blanco en el Camp Nou, con la gente marchándose antes de tiempo, fue un baño de realidad. Eliminado de la Champions y de la Europa League solo empezar, el conjunto de Xavi se lame las heridas con un liderazgo sólido en la Liga y una gran actuación coral en la final de la Supercopa de España, pero el tropiezo mayúsculo en la Copa vuelve a plantear preguntas incómodas a corto y, sobre todo, a medio plazo.
¿Por qué el equipo se desdibujó en la segunda mitad?
El Barça dominó el primer tiempo, pero le faltó acierto en el remate (11 chuts, 5 entre los tres palos y ningún gol en todo el partido). Esto permitió al Madrid ejecutar a la perfección su plan: salir sin arriesgar los primeros 45 minutos y morder a partir del descanso. Después de pasar por el túnel de vestuarios, los de Carlo Ancelotti avanzaron líneas y su presión fue mucho más feroz y efectiva.
El Barça fue incapaz de controlar el partido, penalizado por sus propios errores, ante la agresividad del Madrid. En la segunda parte, los azulgranas perdieron la posesión (45-55%), mientras que en la primera se la habían llevado con solvencia (59-41%). El duelo se partió en dos, un escenario que beneficia mucho más a los blancos. Benzema remató cuatro veces a portería –una, el penalti– e hizo tres goles. Lewandowski solo pudo conectar un chut entre los tres palos, el de la acción que acaba en el contraataque del primer gol madridista. "Nosotros hemos perdonado y el Madrid no", conversó Xavi, en un discurso sin autocrítica.
¿Los resultados habían tapado la falta de juego del Barça?
En la ida en el Bernabéu (0-1), el Barça renunció a la pelota (35% de posesión) y lo fio todo a la defensa. Un guion de supervivencia que contradice el libro de estilo de Xavi. El miércoles, en el Camp Nou, intentó ser protagonista, pero solo lo consiguió en el primer tiempo. En Madrid, la solidez azulgrana sacó de quicio al conjunto blanco. Los de Ancelotti no consiguieron rematar ninguna vez a portería: 13 chuts, de los cuales 6 fueron fuera y 7 los rechazó la defensa. En cambio, el miércoles chutaron menos (9), pero de manera mucho más clara: 7 entre los tres palos.
Si bien Marcos Alonso destacó en el Bernabéu, en el Camp Nou firmó una actuación decepcionante: fue incapaz de parar a Rodrygo en el contraataque del 0-1. En el feudo blanco, el madrileño fue el segundo defensa que más rechazos completó (9), solo superado por Kounde (11). El miércoles Alonso no completó ni un solo rechazo y el francés, solo cuatro. El exdefensa blue, al que el Barça ha ampliado el contrato por un año más, fue sustituido por Eric. El de Martorell tampoco convence a Xavi: no es ganador de duelos, especialmente aéreos. De aquí que se le busque encaje como pívot. Se echó de menos a Christensen.
¿Cómo se soluciona la falta de fondo de armario?
El Barça tiene un problema de fondo de armario. Esto también condiciona el lateral derecho: el factor Vinícius hace desplazar a Araujo a la banda y perder contundencia en el eje de la defensa. Las ausencias troncales también se notaron en el medio del campo y en la delantera. En el último clásico liguero, en el que los azulgranas remontaron (2-1), Frenkie de Jong fue el jugador que más entró en contacto con la pelota (100 veces), tuvo un 94% de acierto en el pase y sirvió cinco pases clave (que ponen en ventaja a los compañeros para generar una ocasión).
Aquel día Xavi tampoco tenía a Pedri, y suplió el cuarto mediocampista haciendo jugar de inicio a Roberto y, en el segundo tiempo, a Kessie. La jugada le salió cara: fueron los autores de los dos goles azulgranas. En cambio, el miércoles, sin Pedri ni De Jong, tanto el catalán como el marfileño jugaron de inicio. La baja determinante del canario, sumada a la del ex del Ajax, no fue resuelta con Roberto y Kessie jugando juntos. Pablo Torre, además de los jugadores del plantel citados, era el único centrocampista disponible en el banquillo. "De esta derrota tenemos que aprender y mejorar, no solo de cara a los próximos partidos", dijo el director deportivo, Jordi Cruyff.
¿Se puede mejorar el juego con esta plantilla?
La falta de talento que Xavi ve en su plantilla se resume en la insistencia el verano pasado del técnico para fichar a Bernardo Silva. Con la llegada del portugués descartada, el entrenador quiere ahora la incorporación de Gündogan, titular en el City. La ventaja es que acaba contrato. Los inconvenientes: el Barça está muy condicionado por el fair play y tiene 32 años. Respecto al regreso de Messi, también pendiente del encaje económico, el técnico se lo imagina reforzando el medio del campo.
Xavi es el gran responsable del juego del equipo, pero considera que falta talento. También en la delantera. El miércoles Lewandowski solo tocó 7 pelotas en toda la segunda mitad. Raphinha se ha erigido en el relevo de Dembélé, y si bien ha rendido contra rivales de perfil más bajo, todavía decepciona en las citas grandes. El brasileño solo completó uno de los seis regates que intentó y eso que lo defendía Camavinga, centrocampista reconvertido. En cambio, Vinícius lo intentó menos y tuvo más éxito: tres regates, los tres fructíferos (uno provocó el penalti de Kessie). Raphinha fue el jugador con más pérdidas de pelota (23).
¿Por qué al equipo no le da para competir todavía contra los grandes rivales?
La entrada de Ansu y Ferran tampoco mejoró un Barça que no encajaba cuatro goles del Madrid en el estadio desde 1963. La buena dinámica en la Liga y la gran actuación en la final de la Supercopa han hecho imaginarse un Barça que todavía no es. A diferencia del Madrid, el conjunto azulgrana está juntando sus piezas, mientras que los blancos mantienen, con retoques, un bloque exitoso y experimentado en jugar eliminatorias.
Al Barça todavía le falta la madurez y la paciencia para evitar caer en la trampa de los partidos rotos, de ida y vuelta. Saber presionar y atacar juntos, como en la primera mitad, y cuando las cosas se tuercen, saber encontrar la pausa suficiente. Pedri parece el único futbolista capacitado para hacerlo, mientras que el Madrid tiene en los veteranos Modric y Kroos –también en Benzema– a dos jugadores extremadamente dotados en este sentido.