"Viva el Barça, viva Catalunya y viva la madre que os parió"

BarcelonaA la espera de buenos partidos, el barcelonismo trata de ilusionarse en las presentaciones que evocan los mejores recuerdos. Ya pasó el día de la puesta de largo del flamante nuevo entrenador, Xavi Hernández, legendario ex jugador azulgrana, que, en un contexto de crisis económica, promete devolver la identidad y la dignidad al primer equipo. El club abrió la tribuna del Camp Nou para dar la bienvenida al nuevo entrenador después de seis años de aventura catarí y ha hecho lo mismo para mostrar su primer fichaje de invierno, una petición expresa de los técnicos que tiene 38 años, cobrará el salario mínimo y ostenta un récord mundial de títulos (23 con el Barça). Es Dani Alves, carrilero del mejor equipo de la historia que se apunta a la "reconstrucción" que quiere liderar Joan Laporta desde el palco.

"Viva el Barça, viva Catalunya y viva la madre que os parió", gritó el brasileño para cerrar su primer parlamento ante la afición. 10.378 personas –más que el día de Xavi– han respondido al llamamiento del club. Centenares de ellas, todo se tiene que decir, en edad escolar: han priorizado el reencuentro con un ídolo a la asignatura que tocaba el miércoles a tercera hora. Sea como sea, la fiesta se ha instalado en la grada en una jornada radiante de otoño en Barcelona. A las dos del mediodía tocadas, con una puntualidad estricta, Alves ha vuelto a saltar al césped del estadio, desde donde dijo adiós, emocionado, cinco años atrás, antes de seguir compitiendo en Turín, París y Sao Paulo. Igual que cuando fue presentado en 2008, cuando abandonó el Sevilla, el lateral dio sus primeros pasos en chanclas, un calzado que después, a la hora de hacer los protocolarios toques, tuvo que cambiarse por unas botas de fútbol. Ya con el dorsal 8 en la espalda, ha demostrado su flow con la pelota, pero no ha conseguido colgar ninguna en la segunda grada, donde se concentraba la gente.

Este fracaso anecdótico no entronca ni mucho menos con el estado de forma de Alves. "Es un portento físico", destacaba el presidente Laporta sobre el brasileño en la rueda de prensa posterior al acto de presentación en el estadio. De hecho, en virtud de este don, el nuevo jugador azulgrana recuerda que no ha vuelto a Barcelona de vacaciones: "Vengo a dar a guerra, no a pasar el rato. Vengo para jugar. Puedo aportar desde fuera, sí, pero sobre todo quiero hacerlo en el campo. Lo demostré en los Juegos Olímpicos y lo quiero volver a hacer en el Barça". El de Juazeiro también ha explicado, con su habitual ademán risueño, la cronología de su regreso. "Fui pesado con el presidente y después Xavi me llamó diciéndome que contaba conmigo. No es importante el salario si me sirve para mantener a mi familia", ha afirmado.