Inglaterra deja a España sin una gloria que aún se le resiste

BarcelonaPor orden y deseo de Hannah Hampton, Inglaterra seguirá reinando en el fútbol europeo continental tras ganar a España en la final de la Eurocopa en los penaltis (1-1, 3-1). La portera de Birmingham, con dos paros en Mariona Caldentey y Aitana Bonmatí, y un error de Salma Paralluelo, que lanzó su penalti fuera, elevó al conjunto inglés de nuevo a la gloria. El combinado estatal, con hasta once azulgranas y ocho catalanas en la plantilla, jugaba su primera final de una Eurocopa, de los pocos títulos gruesos que le queda por levantar a una generación de jugadoras llenas de talento y que tendrán que seguir esperando.

El estadio Sankt Jakob-Park, de Basilea, vivió una reedición de la final del Mundial 2023 –ganada por España– y evocó también el recuerdo de los cuartos de la última Eurocopa, con triunfo inglés y con la experimentada Sarina Wiegman en el banquillo de las britá. La prestigiosa entrenadora ha ganado las últimas tres finales de la máxima competición de selecciones del continente: en 2025 y 2022 con Inglaterra, y en 2017 con los Países Bajos.

En un partido muy igualado, la selección estatal salió a morder, cuajando un primer tiempo en el que fue superior a su rival. Esther tuvo la primera oportunidad clara, con buen control en el primer palo y un remate resuelto por Hampton tras un centro de Olga Carmona. Con las inglesas muy pendientes de anular el centro del campo del equipo de Tomé y de sello cien por cien azulgrana –Aitana, Alexia y Patri–, las irrupciones por las bandas de Carmona y Ona Batlle era una de las alternativas que encontraba España para pisar área. El combinado estatal es el que proponía y amaba el balón y se sentía cada vez más cómodo a medida que pasaban los minutos, pese al susto que supuso un error en la salida de Cata Coll. Ella misma lo resolvió con un buen paro ante Hemp.

Poco después, Mariona empezó la lata con un poderoso remate de cabeza tras una combinación deliciosa entre Athenea del Castillo y Ona Batlle. El gol hacía justicia a lo que se estaba viendo en el césped. Con dominio de las de Tomé y una Inglaterra que perdió a Lauren James por una lesión antes del descanso, España llegó al vestuario con ventaja en el marcador y buenas sensaciones. En la reanudación, sin embargo, quien dio un paso adelante fue el conjunto de Wiegman, una entrenadora que ya ha demostrado en numerosas ocasiones una gran capacidad para analizar el planteamiento rival y presentar batalla.

Inglaterra empata en la segunda mitad

En el minuto 57, Chloe Kelly –que había entrado para relevar a James– encontró el espacio necesario ante Ona Batlle y puso un centro preciso que Alessia Russo, compañera de Mariona en el Arsenal, convirtió en el empate con un cabezazo imparable ante la pasividad defensiva de Laia Aleixandri e Irene Paredes. Con el empate empezaba un nuevo partido, en el que España sabría reponerse, pero Inglaterra hizo, una vez más, un gran ejercicio de resistencia coral para llevar el duelo a la prórroga. Montse Tomé movió ficha con la entrada de Claudia Pina por Alexia Putellas, buscando más verticalidad.

Poco después, Vicky López y Salma Paralluelo también entraban en el terreno de juego para aportar frescura en los últimos minutos. Sarina Wiegman, por su parte, apostó por su juventud con Agyemang, heroína contra Italia. Cambios ofensivos entre dos selecciones que buscaban la gloria. Pina probó a Hampton con la zurda, Vicky envió una rosca por encima del larguero y Cata negó a Kelly hacer el segundo para el conjunto británico.

Con todo ello, se llegó a una prórroga donde Salma tuvo las oportunidades más claras ante una Inglaterra que se limitó a aguantar el marcador mientras el combinado estatal trataba de evitar la tanda de penaltis. Pese a dos buenos paros de Cata, la final acabó con un desenlace muy doloroso para las jugadoras de Montse Tomé.