Dobvyk, que no es de este planeta, le devuelve el liderazgo al Girona

GIRONADicen que antes de morir es necesario hacer tres cosas: plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo. Para Artem Dovbyk, no. Dovbyk sólo piensa en marcar goles. Mientras otros cumplen estos objetivos, el delantero ucraniano agujerea redes. En el triunfo ante el Sevilla (5-1) hizo un hat trick en seis minutos, algo que no sólo le permitió al Girona mantener el liderato de la Liga con un punto de ventaja respecto al Madrid (con un partido pendiente, eso sí), sino que hizo posible que los gerundenses superaran el suyo récord de puntos en Primera División. Y eso que quedan diecisiete jornadas.

Ya son catorce goles para el nuevo pichichi de la categoría, empatado con Bellingham. Dovbyk no se inmutó cuando Isaac adelantó al Sevilla, en un mal arranque rojiblanco. Cogió el balón y fue al trabajo. En la primera que recogió, de cabeza, superó a Dmitrovic. En la segunda que tocó, remató de primeras. Y en la tercera, simplemente hizo lo que le dio la gana. El niño, cuando juega así, es imparable. Por eso es el fichaje más caro de la historia del Girona, porque es muy bueno.

La nueva remontada de los de Míchel, que sorprendió al situar a Portu como segundo delantero, se originó entre el minuto trece y el diecinueve de la primera parte. Sergio Ramos, especialmente silbado, experto en salirse de situaciones adversas, no sabía cómo ponerse. En el tercer gol, el de la acción individual más bestia de los últimos tiempos en Montilivi, Dovbyk le convirtió en un juguete. Después de una finta y un cambio de ritmo, cuando apenas el defensa se daba cuenta de lo que estaba pasando, Montilivi ya festejaba. David López y Aleix Garcia y que uno de los dos centrales disponibles, Juanpe, se lesionó a la media hora. Como en la Copa, salió Antal, el chaval húngaro del filial. Y como en la Copa, cumplió con nota. Nadie será consciente de la labor de Míchel hasta aquí en muchas décadas.

Papel especial también para la figura de Savinho, relevante en tres goles. El brasileño cada semana enseña un nuevo truco de su repertorio. Con el Sevilla, su desequilibrio fue fundamental para superar a Nianzou, un nuevo marcador que no puede detenerlo. Casi ninguno de los hombres que le han marcado ha salido adelante. Es una suerte que vista de rojiblanco.

I Portu, siempre desde el silencio y el compromiso. El murciano, que recientemente se tatuó la fecha del primer ascenso del Girona a Primera, donde fue testigo destacado, y las coordenadas de Montilivi, sumó una nueva asistencia y estuvo a punto de hacer el cuarto, con un disparo al travesaño. Previamente, claro, Dovbyk había regalado un recorte de fantasía con el espolón que dejó el público asistente derecho, aplaudiendo.

El Mallorca espera el miércoles

Tras el recital ofensivo de un conjunto que encadena diecisiete partidos sin perder contando todas las competiciones, había que pensar con la cabeza y no tomar daño, que el miércoles espera al Mallorca en los cuartos de final a partido único, en Son Moix. Pero este Girona, cuando afloja, sigue siendo muy superior al resto. No olvidemos que hablamos del líder de la Liga, y eso significa que el nivel es altísimo.

En pleno festival, donde cada ataque hace prever una tormenta, Yangel hizo un palo y Tsygankov cerró del todo el partido, con el cuarto gol, con la asistencia, de nuevo, de Savinho, por supuesto. Stuani aún tendría tiempo de hacer el quinto. El Girona sigue volando en la Liga y en la Copa: está más vivo que nunca en las dos competiciones. Y tiene Dovbyk.