El espíritu de Portu guía al Girona en La Cartuja

GeronaEran Bryan Gil, Ounahi y Vanat, pero en el fondo era Portu, reencarnado en todos y cada uno de los protagonistas que han vestido la camiseta del Girona en La Cartuja. Con diferentes nombres, le han hecho el mejor homenaje posible. Han corrido como lo hace él, creyendo en cada balón por más imposible que pareciera. Insistieron como lo hace él, persiguiendo la portería contraria con el deseo de un adolescente. Han defendido el escudo como lo hace él, con la misma pasión con la que el murciano ha enamorado a la grada de Montilivi. El Girona al completo era Portu, hoy. Su espíritu ha estado más presente que nunca y casi ha significado los tres puntos, pero el Betis, en el tramo final, ha igualado el gol inicial de Vanat (1-1).

La noticia de su quebradiza de cruzados ha encogido el corazón de los gerundenses, esta semana. Ver Portu llorando, hundido y sin ánimos, conocedor de que se perderá lo que queda de curso, cuando precisamente su conducta optimista ha contagiado incluso a la gente que no creía en nada, ha sido un durísimo golpe para el vestuario. Por eso Bryan Gil, mientras veía que el remate de Vanat iba al fondo de la red, ha corrido hacia la banda, donde le han dado una camiseta con el número 8. La camiseta de Portu, claro. Entre Gil y Vanat le han levantado y le han mostrado a las cámaras para que a nadie se le escapara: el murciano no puede ayudar desde el terreno de juego, pero ayudará desde otro sitio. Él sigue formando parte del Girona.

Los de Míchel han sacado fuerzas de las que no las había. Porque al batacazo psicológico de saber que no podía contar con Portu, se le añade tener más bajas que nunca, un total de ocho, lo que amenazaba con mermar la confianza grupal de un conjunto que había comenzado el partido inmerso en la zona de descenso y que no sale por el goal average. Pero la voluntad puede todo.

Pocos habían apostado por una X o un 2 en la travesía, pero los gerundenses han salido decididos a romper papeletas. Treinta segundos después, Tsygankov ya ha estado a punto de marcar. Más tarde, ha sido Ounahi quien ha avisado. El equipo se mostró agresivo y no notó la fatiga mental de tener que aguantar y rechazar las acometidas ofensivas de los de Pellegrini, que fueron una apisonadora y lo fueron probando, entre Cucho Hernández, que obligó a la atención milimétrica de Arnau, Lo Celso y Fornal.

El escenario ha cambiado con una jugada sello de Míchel, representativa del mejor Girona que se ha visto: Bryan ha hecho una jugada por la banda y ha asistido a Ounahi. Hay que detenerse aquí, porque lo que ha hecho el marroquí es sublime. Tocó el balón, con suavidad, desde el interior del área, rodeado de contrarios, y lo puso justo detrás de Bellerín, lo que le dio superioridad a Bryan Gil, que le pedía con ventaja. Qué bueno es, Ounahi. Gil ha aprovechado el regalo para cederle a Vanat, que ha marcado su cuarto gol del curso. Entonces, ambos han enseñado la camiseta de Portu.

Empate con polémica

El Betis, que ha elevado el ritmo, ha hecho peligro por insistencia, con alguna ocasión a cargo de Antony y de Isco, extramotivado. En el otro lado, Tsygankov y Bryan Gil han perdonado el segundo. Estaba intenso, el duelo, hasta que los andaluces han empatado con polémica, porque antes del saque de esquina marcado por Gómez, los gerundenses habían reclamado una falta previa. Por muy poco, no se han llevado los tres puntos. También Stuani y Asprilla le han tenido en el descuento, con superioridad numérica por la expulsión a Antony por una patada en la cara a Joel Roca. La del colombiano ha sido de traca. Pero el punto es buenísimo.