Montilivi pide la cabeza de quienes mandan al Girona en una jornada negra

GeronaMontilivi, territorio actual de fieles que realmente quieran sufrir por el y con el Girona, ha acabado enfadado. En el duelo de colistas de Primera, los gerundenses han dejado claro que, por ahora, merecen la distinción de ocupar el último puesto de la tabla. El Levante ha acentuado la herida de los de Míchel con una justa victoria (0-4) marcada por dos rojas a futbolistas rojiblancos, ambas claras: la de Witsel a la media hora, aún con 0-0; la de Vitor Reis nada más salir de vestuarios, ya con el 0-1.

Cada vez hay más pesimismo en torno a un Girona que, cuando ha encajado el tercer gol, ha escuchado de primera mano lo que piensan sus aficionados. 'Directiva, dimisión', ha sido el grito de guerra del estadio, harto de ver la caída sin frenos de un conjunto que, en dos años, ha perdido a sus mejores jugadores. La dinámica que se arrastra entre el final de la pasada temporada, en la que no perdió la categoría por un pelo, y el principio de ésta, en la que no ha ganado ningún partido en cinco jornadas, acompañadas de una imagen futbolística preocupante, ha ido llenando un vaso que ya empieza a derramar. Tras la queja, mucha gente ha abandonado el campo: quedaban veinte minutos, pero estaba todo visto.

Las expulsiones no son excusa como argumento de la cuarta derrota del campeonato, la tercera consecutiva en Montilivi. Jugando once contra once, el Girona tampoco era superior; así que es lógico esperar que no lo fuera ni con diez, ni tampoco con nueve, como ha ocurrido. Sólo una acción de Joel Roca, de nuevo el mejor de los suyos, ha intentado animar a lo que era un partido señalado en rojo, porque el Levante, recién ascendido, invitaba a ser un conjunto propicio para derrotarle. Sin embargo, el 0-4 dice que dispone de un equipo mucho más hecho que el rojiblanco.

Ni Witsel ni Vitor Reis han calculado bien sus impulsos en las dos acciones que han acabado de sacar de quicio a los gerundenses. El belga, con una amarilla, ha llegado tarde a una acción, pisando a un contrario; el brasileño ha ido con la plancha arriba en una jugada desafortunada. El desconcierto, especialmente después de la segunda roja, ha matado un duelo sin más historia que la que ha querido escribir el Levante.

15 goles encajados en 5 partidos

Los de Calero, que saben que cada punto es oro, se han ido por la vía rápida. En la primera acción con superioridad, el gerundense Brugué remató al palo. En la segunda, Etta Eyong ha superado a Gazzaniga. Ambos remataron sin demasiada oposición, desde el interior del área, ante la mirada de los centrales. El Girona tiene muchos problemas, pero uno de los mayores es la fragilidad defensiva. Por ahora, es demasiado vulnerable: ha encajado 15 goles en cinco partidos, donde ha recibido tres expulsiones.

El gol de falta de Álvarez después de la roja a Reyes y los últimos de Romero y Koyalipou han sido la guinda de los cánticos en contra de los que mandan en el Girona. El marcador podría haber sido aún más exagerado, con muchas ocasiones perdonadas por los visitantes, pero la distancia entre el club y su gente parece que no pueda estar más alejada. Quizás para arreglar las cosas no será suficiente con el fútbol.