El guardameta que intuye los lanzamientos de los rivales sueña con una celebración loca

BarcelonaEmil Nielsen, el guardameta que cuando era adolescente estuvo un año sin poder jugar a balonmano por culpa de una meningitis grave, lideró la victoria del Barça en las semifinales de la Liga de Campeones (30-18). El danés dominó el clásico europeo con un puñado de paros (15) que desesperaron al THW Kiel alemán. El conjunto culé disputará este domingo (18 h, Esport3 y DAZN) la final contra el Aalborg danés.

"Somos un equipo diferente este año. Perdimos jugadores importantes y eso significaba que otros tenían que dar un paso adelante, y lo hemos hecho. Somos un pelotón, y estamos enfocados y con ganas. No sé si tenemos una mentalidad distinta respecto al año pasado, pero cabe esperar lo mejor de este equipo", dice Nielsen, un portero de 195 centímetros y 120 kilos que aspira a la perfección. Hacía años que no se veía a un portero con su intuición.

Nielsen, que tiene 27 años, ya sueña con el título. "No tenemos ninguna promesa, pero te aseguro que la celebración sería bastante loca si la ganáramos; eso seguro", avanza. Animado por sus paros, la concentración en defensa y la energía de Aitor Ariño, el Barça hizo una primera mitad muy sólida. El equipo azulgrana logró llegar al descanso con una diferencia de seis goles (15-9).

La segunda parte no fue sencilla, pero un Barça maduro fue capaz de contener los acelerones del THW Kiel. Desanimado por el resultado, el equipo alemán se fue diluyendo con el paso de los minutos. Cuando quedaban nueve minutos para el final, Carlos Ortega sustituyó a Nielsen por Gonzalo Pérez de Vargas.

Un rival sorprendente

El Aalborg danés dio la sorpresa y derrotó en la primera semifinal al Magdeburgo alemán (26-28), que llegaba a Colonia con el cartel de favorito. El vigente campeón de la competición, que no exhibió su habitual contundencia en un final ajustado, quedó eliminado.