El jugador del Barça que fundó el Oporto
La relación entre el club azulgrana y Portugal, marcada por el caso Figo, no siempre fue fácil, pero nació gracias a una misteriosa figura
Barcelona"Es un misterio, realmente", explica Diogo Faria, historiador y miembro del departamento de comunicación del Oporto, cuando le preguntas por Virgilio Da Costa, uno de los socios fundadores del rival europeo del Barça. Se saben algunas cosas de su vida, pero pocas. Hasta hace poco, su nombre era uno más en el viejo listado de primeros socios del Oporto. "Tenemos su nombre en el listado de socios fundadores, pero en todas las obras especializadas sobre la historia del club no aparece más allá de ese listado", dice Faria, un estudioso que conoce Barcelona porque la visitó mucho en sus viajes por realizar una tesis doctoral sobre el comercio del Reino de Portugal.
Pero cuesta encontrar más detalles sobre Virgilio Da Costa, un hombre que une el pasado tanto de los dragoes, apodo con el que se conoce al Oporto, como del Barça. Una investigación de Fernando Arrechea y Eugen Scheinherr para losCuadernos de Fútboldel Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE )permitió descubrir en el 2017 que un portugués ya jugó en el Barça hace más de un siglo. Y para sorpresa de muchos, este primer portugués del Barça también resultó ser uno de los socios fundadores del Oporto. Nacido en Oporto el 23 de septiembre de 1881, Virgilio Da Costa Neves vivió en primera persona los primeros años de vida del club catalán y del portugués. Pero su nombre quedó olvidado.
Da Costa Neves era un ingeniero técnico industrial que estudió de 1900 a 1905 en la Universidad de Ciencias Aplicadas Hochschule de la ciudad de Mittweida (Sajonia), donde trabó amistad con un joven alemán que años más tarde marcharía a vivir a Barcelona por motivos laborales: Udo Steinberg, una de las figuras clave del deporte catalán de principios de siglo, ya que participó en la creación del Real Club de Tenis Barcelona. Además, fue directivo y jugador del Barça en los primeros años de vida del club, donde marcó su primer gol ante el Real Madrid en 1902 y puso en marcha la primera escuela para niños: una semilla que acabaría convertida en La Masía, más o menos. Steinberg, ingeniero técnico industrial como Da Costa, había llegado a Barcelona en 1899, donde dirigió la empresa La Maquinista Hispania.
Fue él quien reclutó a Da Costa, que jugaría en el Barça como extremo derecho de 1903 a 1906. portugués llegaba proveniente del Hispania, otro club de la ciudad ya desaparecido, y durante muchos años su identidad fue un misterio, puesto que el apellido aparecía mal escrito. A veces, Acosta o De acosta, lo que creaba dudas sobre su nacionalidad. Una de las pistas seguidas por descubrir que era portugués fue la revista satírica Xut! de los años 20, donde publicaron un chiste, años después del paso del jugador, que decía: "Tenían un portugués que se llamaba D´Acosta [sic], muy amigo de un inglés que se llamaba Harris…"
Da Costa habría descubierto el fútbol en Alemania jugando en el Mittweidaer Ballspiel-Club, antes de empezar a dejarse ver por Barcelona de la mano de Steinberg y jugando tanto con el Hispania como con el Barça. Con el club azulgrana debutó el 29 de noviembre de 1903 en el Campeonato de Catalunya contra un club llamado Juentud. Ganaron por 3-0. Pero el Barça acabó cuarto en aquella primera edición del Campeonato de Catalunya, en plena crisis de resultados. Y Gamper, que llegó a coincidir en algunos partidos con Da Costa, acabó colgando sus botas. Esa temporada 1903/1904 el portugués jugó siete partidos y marcó un gol. La temporada 1904/05, en cambio, no jugó ni una sola vez, por lo que se sospecha que iba y venía de Barcelona, seguramente desde Alemania. Reapareció jugando tres partidos en la temporada 1905/06, todos entre febrero y marzo, cuando marca tres goles. De hecho, no aparece en las pocas fotografías de aquellos años.
Regreso a Portugal
Da Costa jugaría su último partido de azulgrana en un amistoso en 1906 y, al parecer, no siguió vinculado al Barça, como sí sigue ligado al Mittweidaer. De hecho, llegó a formar una sección de ex jugadores del club alemán que viajaron por la península Ibérica. Su pista se pierde cuando regresa a Oporto para trabajar seguramente de ingeniero. Y es precisamente en 1906 cuando nace el Oporto con él entre los fundadores. Bien, hay cierto debate. En la ciudad más de un defensa que el club fue fundado en 1893, cuando el joven comerciante António Nicolau de Almeida se enamoró del fútbol en Inglaterra. ¿Qué comerciaba Nicolás de Almeida? Pues vinos de Oporto, claro, siempre muy valorados en Reino Unido. Fue él quien lideró la creación de un club que llegó a jugar un partido contra el Club Lisbonense en lucha por una copa que daba el rey Carlos I.
Ahora, el club desapareció después y no fue hasta el 1906 que un grupo de jóvenes reanudó el proyecto. La cara visible era José Monteiro da Costa, un horticultor que estudiaba en Reino Unido, de quien sabemos que hizo viajes por España y que visitó Barcelona con su padre. Monteiro se convirtió en el primer presidente de la entidad. Y uno de los primeros socios fue Virgilio Da Costa. "Queda mucho por saber sobre la fundación del club. Sabemos por los recuerdos de un fundador que muchos de los primeros socios sabían poco de fútbol. Ni las normas. El fútbol era una novedad, en 1906, sólo lo conocían los que habían vivido o estudiado fuera", defiende Ricardo Serrado, historiador y autor de un libro sobre los nacimientos de los grandes clubs de Portugal. "Sabemos que los fundadores del Oporto tenían clara una cosa. Querían que su club fuera abanderado de toda la ciudad. Que defendiera a Oporto y su región. Por eso cogen el nombre y el escudo de la ciudad. Y con el tiempo, especialmente una vez llega Pinto Da Costa a la presidencia, se refuerza el discurso del Oporto como defensor del norte respecto a los clubes de Lisboa, convertidos en símbolo de los poderosos", añade Serrado.
Del caso Figo a los Joãos
Durante décadas, el Barça ignoró la existencia de este futbolista, y creía que la relación con Portugal nacía en los años 60, cuando llegó Jorge Alberto Mendonça, nacido en Luanda (Angola) el 19 de septiembre de 1938 cuando esta tierra era una colonia portuguesa. Hijo de un funcionario portugués casado con una angoleña, Mendonça se formó en el Sporting de Portugal, club de donde saltó al Deportivo de La Coruña. Luego brilló en el Atlético de Madrid, pero como delantero del Barça, de 1967 a 1969, no acabó de brillar en parte por culpa del presidente Narcís de Carreras, devoto católico, que decidió apartarle del equipo cuando se supo que era testigo de Jehová.
La relación con Portugal, de hecho, ha estado marcada por el caso Figo. Cuando llegó en 1995 proveniente del Sporting, era casi una novedad tener a portugueses en el Camp Nou. Cuando se marchó, dejó de ser un jugador querido para ser el gran Judas. Tampoco ha ayudado a que en el Real Madrid portugueses como Mourinho o Pepe han hecho fortuna con actitudes provocadoras contra el Barça. Pero la relación del barcelonismo con Portugal ha tenido buenos momentos, como el del actual director deportivo, Deco, cuando era jugador. Hombres como Vítor Baía, Fernando Couto, Simão, Cuaresma, André Gomes, Semedo o Trincão han defendido la camiseta azulgrana con mayor o menor suerte. Ahora que el Barça vuelve a Portugal para jugar en el campo donde debutó Messi en el 2003, lo hace con Joãos, Félix y Cancelo, jugando bien. Siguiendo el camino abierto hace 120 años por Virgilio Da Costa.