Matar a Eric Garcia

Eric Garcia ha recibido bastante después del partido en el nuevo San Mamés del sábado, que acabó con la expulsión del central en el tiempo añadido después de un error suyo en la salida de pelota. Ahora que van mal dadas para el joven jugador, me gustaría poner en valor su figura. Eric sufrió contra el Athletic, como todo el equipo, por culpa de la presión alta de los locales (y la situación personal por la muerte de su abuelo). Sin embargo, demostró sus virtudes, sobre todo en el primer tiempo: capacidad para anticiparse, muy atento para corregir a la espalda de los laterales y salida de pelota excelente. Es cierto que todavía comete demasiadas faltas, que sufre en el cuerpo a cuerpo porque no tiene la planta privilegiada de Piqué o Araújo, y que esto lo penalizó a la hora de medirse con Williams o fijar a Iñigo en el gol de los vascos, pero, a pesar de las carencias, que tiene tiempo para pulir por edad, si el Barça juega a su juego es un futbolista idóneo para esta posición.

Eric Garcia sabe jugar con 40 metros a la espalda, no tiene miedo de empujar hacia adelante. Además, tiene una salida de pelota privilegiada, con los conceptos más básicos muy claros por todo lo que aprendió en La Masía y con Guardiola en el City. No solo por los pases que filtra para superar la línea de presión rival, sino también porque hace lo que se enseña desde pequeños a los jugadores del plantel y que algunos futbolistas de élite olvidan: no da la pelota al pie, sino ahí donde tiene que llegar el jugador para ganar unas décimas indispensables. Cuando hace un pase ya orienta al lateral hacia donde tiene que ir. En esto, Araújo, que tiene unas condiciones físicas inigualables, todavía tiene mucho margen. El vigoroso central uruguayo es demasiado tímido a la hora de salir con la pelota controlada –la agresividad también se tiene que mostrar cuando tienes la pelota–, y esto hace que el Barça sufra en la construcción.

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Pero el éxito de Eric Garcia lo determinará en gran parte Koeman. El sábado el técnico no encontró la tecla para dar respuesta a los problemas que planteó Marcelino. El Barça perdió el duelo de banquillos. Pero, además, en la sala de prensa, el técnico dejó caer un mensaje preocupante, porque va en contra de la esencia de lo que trabaja el Barça desde los benjamines. "Nos complicamos demasiado", dijo Koeman para hablar de la salida de pelota jugando desde atrás: "Se tiene que saber cuándo se puede jugar en corto". Aquí está el problema. Si el Barça renuncia a esta idea y abusa del juego largo, Eric Garcia no tiene sentido. Pero tampoco Busquets ni Riqui ni Pedri ni todos aquellos que empujan con fuerza por detrás con una idea clara de cómo se juega a fútbol, los Gavi y compañía.