Y pensar que el Barça regaló a Luis Suárez al Atleti...

El Atlético de Madrid podría poner el nombre de Josep Maria Bartomeu en las puertas del Wanda Metropolitano, donde unas placas destacan los grandes nombres de la historia del club colchonero. Gracias a la gestión de Bartomeu, Luis Suárez marca goles ahora a las órdenes de Simeone.

Opinar, sin embargo, siempre es más fácil que tomar decisiones. Y opinar cuando ya sabes cómo acaba la historia, todavía más. Ahora todo el mundo se tira de los pelos al ver a Suárez marcando los goles que los delanteros del Barça sufren para anotar, pero hace unos meses buena parte de la opinión pública barcelonista consideraba que la etapa del uruguayo en el Barça ya había acabado. Yo también. Era el momento de abrir las puertas a caras nuevas, de despedir con honores a un goleador magnífico, que arrastraba la cruz de no saber marcar fuera de casa en la Champions. Una cruz que todavía lleva, puesto que tampoco rompe esta maldición en el Atlético de Madrid.

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No se cuestiona haber vendido a Suárez. Aquí la clave es cómo se hizo. La comparativa con Martin Braithwaite, el único delantero centro puro del Barça, duele. Si el Barça consideraba que había que vender a Luis Suárez, se tenía que hacer solo en el caso de tener atado un recambio de garantías. En un mercado de fichajes normal, se habría podido sacar una cifra de dinero por Suárez bastante interesante para poder fichar a su relevo, pero el Barça lo ha derrochado por seis millones, vendiéndolo por un precio demasiado económico. Y lo peor de todo, se ha vendido a un rival. Si Suárez hubiera acabado en la Juve, la historia sería muy distinta. Pero el uruguayo, a pesar de haberse perdido unos cuantos partidos –puesto que dio positivo–, es el máximo goleador de la Liga y marca goles que dan los tres puntos. Sin Suárez en el Atlético, la Liga podría ser muy diferente. Quizás el equipo de Simeone no tendría tantos puntos. Y con los goles de Suárez, el Barça, que a pesar de todo es el equipo más goleador del torneo, quizás estaría cerca del liderato. 

El Barça se quitó de encima a Suárez desesperado, pensando más en liberar un salario muy alto. Nunca es bueno tomar decisiones en caliente. Seguramente habría sido mejor idea pensárselo bien y seguir con Suárez una temporada más, aguantando el debate sobre sus goles fallados en Europa, pero viendo cómo le marcaba dos al Cádiz o al Eibar. Suárez tenía que salir si llegaba un relevo. Y Koeman todavía ha tenido suerte con Ansu Fati, que no es un nueve puro pero antes de lesionarse hizo suficiente trabajo con sus goles. Más que ver a Suárez marcando goles en el Atlético, duele recordar cómo se ha gestionado la política deportiva en los últimos años.