El Eldense baja los humos a un Espanyol que se encomienda a la épica

Doce minutos de añadido ha necesitado al Espanyol para salvar un punto ante el humilde Eldense (3-3). El club blanquiazul ha salvado un empate in extremis gracias a un gol de penalti de Puado en el minuto 112. La parroquia de Cornellà-El Prat ha vuelto a comprobar que no le bastará el peso del escudo para salir de Segunda. El Eldense sí ha tenido suficiente con ser efectivo en ataque y ordenado en defensa para llevar hasta el límite a un Espanyol que ha sufrido un cuidado de humildad, y que tendrá que esperar para asaltar el liderato. Como ya ocurrió ante el Amorebieta, otro equipo recién subido de Primera Federación, ha empezado mandando con un 0-2. Un inicio desafortunado que ha pasado factura a los pericos en un Stage Front Stadium que, lejos de ser un fortín, se está convirtiendo en un estadio asequible para los más modestos de la categoría. Cuesta poco marcarle a un Espanyol que, sin contundencia defensiva, ha recibido siete goles en seis jornadas.

Los rivales le han perdido el respeto a un Espanyol al que saben cómo buscarle las cosquillas. Saben que, apretando a determinados jugadores, pueden encontrar premio. Porque Luis García no negocia el inicio de juego en corto desde atrás, una fórmula que implica asumir ciertos riesgos. Con una presión elevada, el Eldense ha provocado un error de Lozano primero y un desorden defensivo después. Soberón y Chapela hicieron enmudecer a la afición blanquiazul, que lamentó poco más tarde el desacierto en ataque de un Espanyol que pudo marcharse al descanso por delante. Braithwaite, Salvi y Melamed han desperdiciado tres ocasiones clarísimas dentro del área. Con Pere Milla ausente por la reciente paternidad, el Espanyol ha basado su juego en los centros de Ramon y la inspiración de un Melamed que sigue añorando a un socio en medio. Urge que Aguado, fichado hace unos días, se ponga rápidamente a tono.

Las prisas y la precipitación en ataque han penalizado a un Espanyol que no ha encontrado acierto hasta el inicio de la reanudación. Braithwaite ha dado vida a los espanyolistas con un gol tempranero, pero la alegría blanquiazul apenas ha durado unos segundos. Inmediatamente después, Andone ha firmado el 1-3 con la cabeza. También con la cabeza, Puado ha reavivado un conjunto blanquiazul que se ha negado a rendirse. El equipo ha buscado el empate por todos los medios, más por acumulación que por inspiración. En medio del desorden, Cabrera ha tenido cerca el 3-3 con un remate de cabeza al palo. El Espanyol no ha desfallecido: en el último minuto, Keidi Bare ha provocado un penalti. Puado no falló, firmando así su doblete. Faltó juego y contundencia defensiva ante un Eldense que se marcha con un punto. Aviso para navegantes: el Espanyol nunca pierde la fe. Eso sí, en Segunda no vale distraerse. Por eso es la competición más igualada de Europa.