El estirón de orejas de Manolo tiene efecto inmediato

BarcelonaTras el estirón de orejas de Manolo González del jueves, el Espanyol ha reaccionado en la Liga para ganar al Rayo (1-0) y ha mostrado una imagen completamente opuesta a la de la eliminación en la Copa ante el Atlético Baleares. Los blanquiazules han recuperado la intensidad, la energía y el coraje que tanto les caracteriza esta temporada y continúan con su sueño europeo. Un gol de Roberto desde el punto de penalti deja al equipo de Manolo quinto en solitario a cuatro puntos de las posiciones Champions. Eso sí, con un partido menos que el cuarto clasificado, el Atlético de Madrid.

El cabreo del técnico catalán tras el partido "horrible" en el campo del Atlético Baleares se ha visto desde el minuto cero de partido. Sólo Edu Expósito ha repetido titularidad y los pericos han salido a morder desde un primer momento. Sin embargo, una pérdida de Urko –que ha regalado el balón a Ratiu en el interior del área propia– ha estado a punto de helar a los más de 28.000 aficionados presentes en el RCDE Stadium. Por suerte, la portería blanquiazul ha quedado bien cubierta con Dmitrovic tras la marcha de Joan Garcia.

El Rayo no ha aprovechado el error de su rival, el Espanyol sí. Y ésta ha sido la principal diferencia que ha acabado decantando los tres puntos. Cada salida de pelota del equipo madrileño prácticamente era una oportunidad para los catalanes, que han recuperado bastante la posesión en campo contrario con una buena presión. Dolan, el más activo del partido, fue pícaro para mangarle la cartera a Pep Chavarría, que con las ganas de enmendarlo derribó al inglés en el interior del área. Roberto no ha fallado desde los once metros.

Dolan ha estado a punto de hacer expulsar a Mendy, que ha tenido que frenar el extremo con falta para que no encarara la portería de Batalla tras una nueva pérdida del Rayo. El partido se revolucionó con el paso de los minutos ayudado por un Sánchez Martínez que se dedicó a repartir amarillas a raudales. En este contexto, Manolo ha optado por proteger a Pol Lozano, que ha estado a punto de ver la segunda tarjeta y ser expulsado. En cambio, Iñigo Pérez no pudo hacer lo mismo con Unai López, que vio la segunda amarilla cuando quería corregir un nuevo error de los madrileños en salida de balón.

El Espanyol se hace fuerte en casa

Con uno más sobre el campo, el Espanyol ha tenido la opción de sentenciar el marcador por partida doble. Primero con un penalti que el árbitro ha ido a revisar al VAR y ha decidido que no había nada punible. Mendy –que ya había estado al límite de la roja anteriormente– saltó con las manos tirones, pero Sánchez Martínez no las castigó ante la duda si tocaba el balón o no. Poco después el RCDE Stadium llamó el gol de Kike García –que había superado a la perfección Batalla–, pero fue anulado por un fuera de juego milimétrico.

Un protagonismo arbitral que se ha completado con la expulsión de Dolan por doble amarilla. La primera, para simular un penalti, la segunda por una falta. Dos acciones que el Espanyol, seguro, recurrirá. Sea como fuere, los blanquiazules siguen haciendo de su estadio un fortín (prácticamente) inexpugnable. Solo Betis y Villarreal han sumado los tres puntos esta temporada. El próximo en visitarlo será el Barça de Joan Garcia.