Pere Milla: llegar y moler para liderar la victoria del Espanyol

BarcelonaEl Espanyol debía cumplir el partido de sanción y jugar contra el Racing de Santander sin público en el RCDE Stadium. En condiciones normales, un problema para los blanquiazules, que se quedan sin el factor campo. Pero tras el debut accidentado en Albacete y de todo el revuelo por la actuación de jugadores como Oscar Gil, el silencio de Cornellà-El Prat ha acabado siendo un aliado, más que un inconveniente. Los blanquiazules, en un partido muy serio, sobre todo al principio y al final, sumaron los tres puntos contra un rival al que se le acabaron fundiendo los plomos (2-0).

Uno de los alicientes era ver el estreno de Pere Milla, el primer fichaje del Espanyol de esta temporada. Y el leridano ha hecho lo de llegar y moler. Le bastó seis minutos para anotar el primer gol del partido, en el primer balón que tocaba: un remate de cabeza, a centro de Nico Melamed, que cruzaba el balón e inauguraba el marcador. Al igual que en Albacete, los blanquiazules golpeaban primero. Pero, al igual que en tierras manchegas, se ha desinflado y ha cedido protagonismo al rival.

La apuesta por el juego de combinación de Luis García se derrumbaba y el Racing conseguía empatar, pero el remate de Mantilla era anulado por fuera de juego. Los visitantes tenían dos llegadas más, pero chocaban con la falta de puntería y con la majestuosidad de Pacheco, portero que se está erigiendo como una de las piezas clave de este Espanyol que lucha por volver a Primera.

Triple cambio después del descanso

Luis García ha visto las orejas al lobo y ha hecho un triple cambio en el descanso, dando entrada a Jofre, Omar y Keidi Bare en detrimento de Lazo, Oscar Gil y Edu Expósito. La apuesta ha funcionado maravillosamente para los blanquiazules, que rápidamente se han hecho con el control del balón y han desgastado a un Racing que, poco a poco, se iba fundiendo.

Las llegadas locales encontraban el premio merecido gracias a Braithwaite, quien en una jugada marca de la casa, controlando con el pecho y rematando a la media vuelta, anotaba el segundo gol. Faltaba media hora y el partido estaba sentenciado. El Espanyol no quiso hacer más sangre y el marcador ya no se movió más. Una victoria balsámica para que los blanquiazules recuperen la confianza.