Un puñetazo sobre la mesa de Puado mantiene la inexpugnabilidad de Cornellà-El Prat

Cornellá de LlobregatEl Espanyol alarga su romance con Cornellà-El Prat, donde había ganado sus últimos cuatro partidos de Liga –uno de ellos la última jornada del curso pasado contra Las Palmas–, ubicándose en posición de Champions League. Pese a merecer el triunfo, los blanquiazules se llevaron un agónico punto gracias a un cabezazo de Javi Puado en la última jugada del partido frente a un Valencia de lo más efectivo que aún no había sumado lejos de Mestalla y que le bastó con una rápida triangulación y una acción de estrategia para estar a punto de estar. El capitán perico, muy cuestionado en los últimos días por su falta de puntería y al que Manolo González defendió en rueda de prensa –"tarde o temprano hará goles", dijo– lo evitó.

Rotaciones pensando en Montilivi

Con la visita a Montilivi del viernes, en una semana de dos partidos, Manolo González decidió realizar algunas rotaciones: hizo debutar al central alemán Clemens Riedel, una de las apuestas de Garagarza, y dio la alternativa a Charles Pickel, que actuó prácticamente de segundo delantero por detrás de Kike García, titular en el puesto de Roberto. Y, de entrada, los cambios no le salieron muy bien al gallego, porque al cuarto de hora Danjuma fusiló a Dmitrovic tras un gran centro de Luis Rioja. Refuerzo anímico para un Valencia bipolar, muy seguro en casa, que contaba sus partidos fuera de casa por derrotas.

La orden de los de Carlos Corberán, ejemplificado en César Tárrega, y la velocidad y capacidad de corrección del otro central, Mouctar Diakhaby, desesperaron a un Espanyol más impreciso que de costumbre e incapaz de hacer lo que mejor sabe: atacar los espacios de la defensa rival a través de los extremos. Precisamente, así, a espaldas de Carlos Romero había llegado el 0-1 visitante. Tampoco a balón parado encontraba el camino del gol el conjunto local, que vio cómo el propio Tárrega sacaba bajo palos un remate a bocajarro de Puado y un cabezazo de Pickel cuando los de Manolo González claramente ya habían conseguido el dominio del juego y las ocasiones.

El técnico de Folgoso do Courel no lo veía nada claro y tras el descanso hizo entrar a Roberto Fernández por Pickel, apostando por una doble punta con Kike García. Quizás no habría hecho el cambio de haber sabido que en la acción inmediatamente posterior a la sustitución Cabrera empataría el partido con un cabezazo tras un delicioso centro desde la esquina de Expósito. El caso es que en la jugada siguiente, Hugo Duro respondió con el 1-2.

El Espanyol lo siguió intentando una y otra vez aculando a los visitantes. Primero Expósito, con un remate flojo a manos de Agirrezabala, después Kike García, que falló incomprensiblemente el gol del empate tras una gran asistencia de Roberto, y finalmente Puado, solo en el área pequeña, frustraron a los aficionados blanquiazules presentes en su equipo en el equipo de Stadium, nada acostumbrados. El de ayer no era el día de los pericos, que ni rematando 21 veces frente a un rival que disparó dos veces entre palos pudieron conseguir la victoria. No ganaron, pero, al menos, a base de fe lograron un punto de oro después de que en una falta lateral Roberto prolongara un balón que, con la cabeza, Javi Puado convirtió en el 2-2 para reivindicarse y preservar la imbatibilidad de Cornellà-El Prat.