Rey en la locura: Max Verstappen se proclama campeón de F1
El piloto de Red Bull gana una carrera histórica en la que se ha decidido el Mundial en el último giro
BarcelonaNadie lo esperaba. En una temporada que se planteaba de transición, Verstappen ha aparecido en el Mundial para cambiarlo todo. El piloto neerlandés ha sido la revelación que ha deslumbrado al ocho veces campeón del mundo para adjudicarse su primer Mundial. Con gritos, lágrimas e incredulidad, así ha celebrado Verstappen su triunfo en una carrera loca que ha representado a la perfección cómo ha sido toda la temporada: una lucha entre dos grandes pilotos que han hecho historia.
Verstappen ha sido siempre un piloto precoz. Fue el piloto más joven en liderar un Gran Premio de F1, el ganador más joven de un Gran Premio (con 18 años 7 meses y 15 días en el Gran Premio de España 2016), el piloto más joven en conseguir un podio, el más joven en conseguir el récord de vuelta, el más joven en conseguir el récord de vuelta en una sesión y el primero en competir en la historia de esta categoría, al debutar con 17 años y 166 días en el Gran Premio de Australia del 2015 cuando conducía un Scuderia Toro Rosso. Siempre había sido el primero en todo. Y ahora ha conseguido lo único que le faltaba: es el primer piloto en quitar un Mundial de F1 a Lewis Hamilton y proclamarse campeón.
El Gran Premio de Abu Dhabi, último circuito que ha acogido la temporada de Fórmula 1, era el escenario de una coronación. Lewis Hamilton y Max Verstappen, empatados a puntos en la clasificación gracias a una temporada brillante de los dos pilotos, sabían que eran 58 vueltas peleando al todo o nada. Podían salir victoriosos y escribir su nombre en el preciado trofeo o volver a casa con el regusto amargo de haber perdido el Mundial en la última carrera del año, después de haber hecho el trabajo durante todo el año. Cuando los semáforos se han apagado, no había alternativa: de Abu Dhabi saldría el gran ganador, pero también el perdedor. Estaba en sus manos elegir quién querían ser.
Si la tensión estaba por las nubes, en el primer giro de la carrera Verstappen ha superado a Hamilton por el interior tocando la rueda trasera del Mercedes y los boxes han explotado. El británico, que ha aprovechado el momento, ha ido recto por la parte exterior del trazado para ponerse primero. Los de Red Bull han pedido que Hamilton devolviera la posición al neerlandés por conseguirla fuera de pista; los de Mercedes han felicitado a su piloto por haber abierto espacio con su rival en el Mundial sobre el asfalto. La FIA ha revisado la acción y ha determinado que no había razones para interferir y ha permitido que Hamilton mantuviera el liderato de la carrera. El primer match ball de la carrera ha sido para Mercedes.
Giro de guion apoteósico
Después de que los dos cambiaran neumático, Hamilton estaba ocho segundos por delante de Verstappen. El aplomo del británico ha sido claro y contundente desde la segunda posición, justo detrás de Checo Pérez, a medida que se iba acercando al Red Bull del mexicano. Cuando se ha enganchado detrás de su monoplaza , ha empezado la lucha. Durante una vuelta entera, la batalla entre los dos pilotos ha sido ensañada y espectacular. Checo Pérez ha ejercido como el mejor compañero de equipo posible de Max Versttappen acercándolo a un segundo del monoplaza del británico. El mexicano, con un pilotaje magistral, ha taponado a Hamilton durante más de un giro entero, con movimiento suaves, arriesgados y decididos, y ha firmado unos adelantos que han formado la defensa perfecta para su compañero de equipo. Red Bull había ganado la segunda batalla, pero la guerra todavía no tenía triunfador.
El tercer asalto ha sido silencioso. Con un virtual safety car cuestionable, producido por la salida de pista de Giovinazzi, el Red Bull de Verstappen ha calzado nuevas gomas, mientras que Hamilton no ha entrado en boxes y ha seguido con sus neumáticos, que ya acumulaban más de veinte vueltas. Vuelta a vuelta, el neerlandés se ha ido acercando al británico, que ha mantenido una comunicación fluida con sus mecánicos por la radio. "Tiempo y vueltas", esto pedía cada dos por tres el piloto mientras lideraba la carrera. A cinco vueltas del final, la diferencia era de once segundos favorables para Hamilton y ha aparecido el safety car para agitar el Mundial. Con la carrera retardada, los de Red Bull han aprovechado para hacer un pit stop y cambiar gomas para Verstappen, mientras Hamilton, incrédulo, pedía explicaciones a su equipo para mantenerse sobre el asfalto. El coche de seguridad se ha ido a una vuelta del final y el Mundial se ha decidido en la última vuelta de la última carrera. Una manera extraña de acabar el curso, pero la más honesta para hacer justicia a una temporada excepcional.
Hamilton, sin embargo, no ha podido ni con él ni con Red Bull. El británico ha visto como Verstappen lo ha superado como una exhalación a falta de cinco curvas para atravesar la línea de meta. Lo único que ha podido hacer ha sido ver, entre lágrimas y bajo el casco, como Verstappen atravesaba la línea de meta por delante suyo. Los riesgos, la valentía y el trabajo en equipo de Red Bull han tenido premio, y Verstappen ha subido al peldaño más alto del podio entre fuegos artificiales.