Una selección muy catalana lucha por la gloria a 10.000 kilómetros de casa

BarcelonaTres partidos. Tres victorias. 62 goles a favor. 17 en contra. Son los datos de la fase de grupos de la selección española femenina de waterpolo que, desde el 11 de julio, disputa el Mundial en Singapur. Con doce jugadoras catalanas, de las catorce convocadas, el conjunto dirigido por Jordi Valls (Terrassa, 1977) ya prepara el partido de este sábado (14.45 h hora española / RTVE Play) ante los Países Bajos. "Es un rival de nuestro nivel que tiene buenas jugadoras en la línea a dos metros, buenas lanzaderas y con un juego de velocidad, contragolpe y uno contra uno", analiza Valls.

Los cuartos de final serán la primera prueba de fuego para el nuevo seleccionador español, que ha cogido al equipo después de quince temporadas con Miki Oca al frente del combinado estatal. Un tiempo en el que Valls ha formado parte delstaff. Las actuales campeonas olímpicas ya derrotaron a los Países Bajos el pasado verano en París en la tanda de penaltis. "El equipo está bien, sabíamos que en el grupo que nos había tocado estábamos, a priori, uno o dos pasos por delante de cualquiera de los combinados con los que hemos competido", admite Valls.

Hasta ocho jugadoras repiten de la convocatoria que se colgó el oro en Francia hará ahora un año (Paula Crespí, Anni Espar, Paula Leitón, Bea Ortiz, Nona Pérez, Elena Ruiz, Martina Terré y Paula Camús). A la cita mundial se añaden tres waterpolistas con experiencia (Irene González, Paula Prats y Ari Ruiz) y tres jóvenes con ganas de aportar su granito de arena (Carlota Peñalver, Mariona Terré y Daniela Moreno). Las catorce han competido esta última temporada en equipos catalanes. "La mayor parte de los clubs que están en competición europea, disputando los play-off y las finales de Liga son de Catalunya y es verdad que durante los últimos años, por número y por internacionalidades, la mayor cifra de jugadoras son de casa", explica el seleccionador.

Dieta mediterránea en Singapur

A más de 10.000 kilómetros de Barcelona, Singapur es una ciudad situada en el Sudeste Asiático. Con otras seis horas respecto a la capital catalana, este julio acoge los Mundiales de natación (saltos, saltos en altura, natación en aguas abiertas, natación, natación artística y waterpolo). El calor también hace acto de presencia, pero las buenas instalaciones, tanto para competir como para entrenarse, ayudan a que la preparación sea óptima.

A pesar de ser una cultura bastante diferente a la de aquí, Valls asegura que los hoteles tienen en cuenta el perfil de deportistas que se alojan y adaptan la alimentación a lo que necesitan. "Puedes coger alguna comida más asiática, pero si quieres seguir el tipo de alimentación a la que estamos acostumbrados en Europa hay arroz, pasta, carne…, lo que permite mantener una dieta equilibrada", describe el seleccionador.

Cambios respecto a Miki Oca

Es el primer gran torneo para Jordi Valls al frente de la selección española después de toda su vida dedicada al waterpolo. A pesar de consultarlo con su familia, no dudó en ningún momento en aceptar el cargo. "Mi día a día no cambiaba mucho porque ya estaba en el cuerpo técnico de la selección con lo que implica de desplazamientos. La diferencia estaba en la responsabilidad del cargo". Después de quince temporadas con Miki Oca, los ayudantes también han cambiado. "Hay partes de la preparación que sí cambian, pero la esencia, en muchos aspectos, sigue siendo la misma. En muchas cosas tenía la suerte de que Miki confiaba mucho en mí, me escuchaba y me dejaba tomar decisiones dentro del trabajo y el día a día", confiesa.

La apuesta por el deporte femenino también ha repercutido positivamente en la selección española de waterpolo. "Hemos notado mucha mejora en los clubs que han notado mucha mejora en los clubs. Cuando empecé había tres o cuatro clubs que realmente apostaban un poco por el deporte femenino, ahora muchos más equipos tienen categorías inferiores íntegramente femeninas". Valls completará su ciclo olímpico hasta Los Ángeles 2028. "El objetivo a largo plazo es construir un equipo que sea competitivo. Y ser competitivos, cuando hablamos de alto nivel, es poder entrar en la lucha por las medallas".

El masculino también muestra superioridad

Aparte de la selección femenina, el combinado masculino también ha completado una fase de grupos perfecta con tres victorias en los tres partidos jugados. La última, por un ajustado 10-9 ante Hungría y después de darle la vuelta al marcador en el último periodo. Un triunfo que les dio la clasificación directa para los cuartos de final, donde se enfrentarán el domingo a Montenegro. "Los jugadores tienen mucha calidad individual y están preparados para ser competitivos y aspirar a todo. Ahora bien, existen otras selecciones con buenas estructuras que también son competitivas para luchar por las medallas. Esto es la alta competición", concluye Jordi Valls.