Periscopio global

Los agricultores franceses, contra el acuerdo con Mercosur: "No debemos importar lo que prohibimos en Francia"

Macron busca aliados para vetar al tratado comercial y calmar las nuevas protestas del sector agrícola

ParísOscurece y una decena de tractores se plantan ante la jefatura de Châlons-en-Champagne, en la región francesa del Gran Este. Es la noche del lunes y los agricultores encienden 12 fuegos dentro de bidones colocados en círculo, que representan a las 12 estrellas de la bandera europea, mientras los tractores hacen sonar las sirenas. A la misma hora, en distintos puntos de Francia, otros manifestantes encienden fuegos en señal de protesta. Son los llamados "fuegos de la ira", una de las acciones coordinadas que han realizado esta semana los agricultores franceses.

Más de nueve meses después de la gran protesta que colapsó autopistas y carreteras, el sector agrícola y ganadero francés se ha vuelto a movilizar en las calles. La rabia y la indignación siguen bien presentes en un sector en crisis, amenazado –según denuncian– por la globalización y los acuerdos comerciales. Esta vez la movilización es esencialmente para protestar contra el acuerdo comercial entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), que Bruselas prevé firmar antes de fin de año , y por denunciar el incumplimiento de algunas de las promesas que el gobierno hizo al sector durante la movilización de febrero. También por los problemas que tiene el sector con precios en origen demasiado bajos y una burocracia que juzgan "excesiva".

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Los carteles que pueden verse en las protestas resumen perfectamente el malestar: "No debemos importar lo que prohibimos en Francia", se puede leer en un cartel colgado a un tractor. "Las promesas son humo", dice otro cartel en referencia a las promesas incumplidas del gobierno. "La cuestión de fondo es la calidad y la reciprocidad", explicaba el lunes el presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FNSEA), Arnaud Rousseau.

Diferentes estándares de calidad

Rousseau lamentaba en una entrevista en France 5 que la UE tenga unas condiciones de producción y normativas "de las más estrictas" y que no exija los mismos estándares de calidad a las importaciones. Además, según el líder sindical, Europa sólo controla el 3 por ciento de los productos agrícolas que importa de países extracomunitarios. La presidenta de otro de los sindicatos del sector, la Coordinadora Rural (CR), Véronique Le Floc'h, advierte que si no hay una respuesta satisfactoria del gobierno francés, la movilización no se detendrá: "Queremos soluciones concretas y ésta vez las conseguiremos, si no, esto continuará”, ha asegurado a France Bleu.

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Ante la presión del sector, Francia ha adoptado una posición proteccionista y ha dejado claro que no apoyará el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur. Es de los pocos países que está claramente en contra. "Francia no firmará el tratado", decía contundente al inicio de las movilizaciones el presidente de la República, Emmanuel Macron, quien está buscando aliados en la UE para formar una minoría de veto que permita frenar la firma del tratado. Un solo país no podrá vetarle, pero según el presidente, Francia "no está sola" en su oposición al tratado. Macron reclama un acuerdo "que proteja a la agricultura francesa y europea". Países como Italia podrían sumarse al veto francés.

Unanimidad política

En Francia, la oposición al acuerdo comercial con Mercosur parece haber puesto de acuerdo a todos los partidos políticos, desde la extrema derecha a la izquierda radical y al gobierno. Se trata de una casi unanimidad inédita en un país políticamente agitado y dividido. Los Verdes van más allá y reclaman que se celebre un referendo para que los ciudadanos puedan expresar su opinión.

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Por ahora el gobierno no tiene previsto celebrar ninguna consulta popular, pero ha anunciado que llevará la cuestión a la Asamblea Nacional. Sin fecha aún, la idea es celebrar un debate parlamentario y una votación sobre el acuerdo comercial, aunque el resultado de la votación no será vinculante. En cualquier caso, la posición del gobierno –formado por ministros macronistas y ministros de los conservadores– carece de fisuras. La portavoz del ejecutivo, Maud Bregeon, aseguró este martes que Francia no cederá y se mantendrá en su oposición al tratado comercial "tanto tiempo como sea necesario".