El sector del vino espera una vendimia "mucho mejor" que en los últimos tres años
Se calcula una producción de uva cerca de un 35% más abundante que el pasado año
BarcelonaEl sector catalán del vino ha iniciado ya la campaña de la vendimia en algunas zonas del país con perspectivas claramente más positivas que en las últimas tres temporadas. Las lluvias de primavera y el hecho de que las temperaturas del verano estén siendo, de media, más bajas que en los últimos años han facilitado la regeneración de los viñedos: "Será mucho mejor que el año pasado y que hace dos y tres años", asegura Josep Marrugat, responsable de viñedo y vino del sindicato agrario Unió de Pagesos.
"Será una vendimia más normalizada por volumen y maduración", añade Marrugat en declaraciones al ARA, que confía en que la producción será "un 30% o un 35%" más abundante que el año pasado. "De 5.000 kilos por hectárea de media pasaremos a 7.000 o 8.000", pero sin llegar a las 12.000 de otras añadas, indica el dirigente sindical. Las estimaciones de Unió de Pagesos coinciden con las de la cavista Codorníu, que también espera un incremento del 35% de la cantidad de uva cosechada.
La gran diferencia respecto a los años pasados ha sido el tiempo. Los tres años de sequía, sobre todo los niveles extremos del 2023, dejaron muy tocado el campo catalán en muchas zonas del país, y los viñedos no fueron una excepción. Además de la falta de agua, las temperaturas extremas –con varios episodios de oleadas de calor extremas desde mayo hasta septiembre– de estos últimos años dañaron también muchos cultivos.
"El año pasado había cepas muy perjudicadas", hasta el punto de que en muchas explotaciones "colapsaron" por el calor y la sequía, apunta Marrugat. Sin embargo, este año, con una pluviometría mucho más favorable y un calor en general más moderado, los viñedos se han "rehecho", añade.
Según Marrugat, las "lluvias de los últimos días" no han acabado de ir bien para las uvas, ya que han ocasionado "algún destrozo por la erosión y la piedra" en explotaciones de varios puntos de Catalunya, pero en general no han provocado ningún problema. Sin embargo, el tiempo sigue marcando las campañas: "Aunque este julio ha sido más fresco de lo normal, el cambio climático es una realidad", indicó en un comunicado de prensa Joan Esteve, director de Raimat, bodega del Segrià (y filial del grupo Raventós Codorníu) que inició la vendimia el pasado 5 de agosto.
En este sentido, el hecho de que un año más algunas bodegas ya hayan empezado a vendimiar justo al inicio de agosto (otros años había llegado a haber explotaciones que empezaban a cosechar a finales de julio) indica hasta qué punto en poco tiempo se ha adelantado el calendario. Tradicionalmente, el mes por excelencia de la vendimia era septiembre, mientras que ahora en muchas regiones del país la campaña empieza invariablemente en agosto.
Este adelanto de los plazos se debe al cambio climático: las temperaturas altas y los cambios de los patrones de lluvia avanzan en el tiempo la maduración de la uva, por lo que hay que cosecharla antes. Además, en los últimos años, en muchas denominaciones de origen (DO) se está apostando por plantar variedades de uva más tempranas y, por tanto, los campesinos deben empezar a cosechar antes que cuando los viñedos tenían variedades más tardías.
A la espera de los precios
En cuanto a los precios de la uva, Marrugat asegura que los productores están "a la expectativa" de lo que anuncien las grandes bodegas. Entre los principales productores en número de botellas, de momento, Freixenetaún no ha dado a conocer el precio al que comprará las uvas, pero sí un competidor directo suyo, Codorníu.
La bodega propiedad del fondo estadounidense Carlyle anunció en un comunicado un precio de 72 céntimos por kilo de media, con el mantenimiento de una prima climática "del 45% respecto al precio base pactado en los contratos plurianales". Marrugat asegura que a los productores el anuncio de precio de Codorníu les ha "sorprendido positivamente", porque permite vender con un precio suficiente para cubrir los costes y que el campesino pueda ganarse la vida.
Por el contrario, el dirigente de Unió de Pagesos considera que precios inferiores no permiten a los agricultores ganarse la vida. Según Marrugat, bodegas como García Carrión han anunciado que pagarán alrededor de 50 céntimos de euro por kilo de uva de media, un precio con el que los campesinos pierden dinero.