Los bancos bloquean las ventas de las propiedades de los rusos en Catalunya
Por orden del BCE no pueden admitir ingresos superiores a los 100.000 euros de ciudadanos con nacionalidad rusa
Hace dos semanas, el sector inmobiliario catalán daba por hecho que pronto empezaría a haber ciudadanos rusos malvendiendo las propiedades que tienen en Catalunya (en algunos casos, verdaderas mansiones en puntos de la costa como S’Agaró). El razonamiento era que las sanciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania han dejado a muchos rusos con viviendas en Catalunya sin acceso a su dinero, y que vender las propiedades era la única manera de poder tener cash. Pero todos estos augurios no se han cumplido. El motivo: los bancos de todo el continente han impuesto unas normas sin precedentes que impiden que cualquier ciudadano ruso ingrese más de 100.000 euros. Por lo tanto, si alguien se vende la casa no tendrá donde depositar el dinero.
Los ciudadanos rusos (y los bielorussos) tampoco podrán hacer operaciones nuevas con los bancos. No podrán pedir una hipoteca, por ejemplo, y las que se estaban tramitando antes de que estallara el conflicto ya se verá cómo acaban. “Los equipos de riesgos son siempre cuidadosos, pero ahora están especialmente vigilantes para no incumplir ninguna regulación del Banco Central Europeo”, explican desde una entidad. El BCE está tutelando las nuevas normas para cortar buena parte de los vínculos financieros entre Europa y Rusia.
Lo cierto es que el número de clientes rusos en los bancos catalanes es muy limitado (menos del 0,2% de la clientela total, según algunas estimaciones) y que, por lo tanto, en las entidades financieras el impacto de estas restricciones seguramente será anecdótico.
Efectos en el sector inmobiliario
Tampoco tendría que sufrir mucho el sector inmobiliario catalán, en general, puesto que el cliente ruso perdió –coincidiendo con la anexión de Crimea, en 2014– la importancia que había llegado a tener. Como se aprecia al gráfico que acompaña este artículo, en 2012 los clientes rusos eran los terceros compradores extranjeros más importantes de España y casi llegaron a quedar en segundo lugar, justo detrás de los franceses y muy lejos de los británicos, que son los líderes destacados desde hace muchos años. “Eran compradores agradecidos, que te podían comprar un piso de un millón de euros sin hacer muchas preguntas”, explica el directivo de una inmobiliaria catalana. De todos los rusos que compran en España, el 40% lo hacen en Catalunya, según las estimaciones del sector.
Pero con la anexión de Crimea llegaron las primeras sanciones a Rusia y el rublo cayó con fuerza. Esto hizo que para los rusos comprar en el extranjero fuera muy caro y, como muestran los datos, en 2016 los rusos ya eran la décima nacionalidad.
Ahora bien, en el segmento del superlujo los rusos seguían teniendo su importancia. En el sector se guardan bastante de decir nombres, pero reconocen que algunos de los principales oligarcas tienen propiedades en el litoral, especialmente en la Costa Brava. En este caso, la caída del rublo posterior a la anexión de Crimea no tuvo mucha incidencia, puesto que “muchos ya tenían el dinero en España”, de forma que el tipo de cambio no les afectó. Muchas de las compras, por cierto, se hacen a través de empresas porque “sale más barato” fiscalmente, como corrobora un asesor consultado por este diario. De hecho, el oligarca Serguéi Chemezov —que tiene su yate Valerie incautado en el Puerto de Barcelona— tiene varias propiedades en la Costa Brava adquiridas a través de una compleja trama societaria con sus familiares, como destapó una investigación periodística en el 2019.
Las inmobiliarias que tratan con estos clientes aseguran que un reclamo para la adquisición de viviendas son las golden visa, que permiten obtener el permiso de residencia en España para toda la familia si compras una vivienda de más de 500.000 euros o haces determinadas inversiones financieras. El ministerio de Exteriores no quiere explicar cuántas de estas golden visa se han dado desde que se crearon en 2013, y se limita a dar los datos desde enero del 2020: en estos dos años y pico, 237 ciudadanos rusos han obtenido la golden visa española, el 96% de ellos por haber comprado una vivienda.
Protagonistas
Los presidentes de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, y la ANC, Elisenda Paluzie, tuvieron un choque en público la semana pasada. Fue en la conferencia nacional de ERC, que el partido celebra cada cuatro años y a la cual estaban invitados estos y otros representantes sociales. Sánchez Llibre se acercó a Paluzie para saludarle, según explican personas que estaban. La presidenta de la ANC se negó a darle la mano y le dijo que no lo volvería a saludar hasta que Foment del Treball no retire las demandas que tiene interpuestas contra la ANC por la web de consumo estratégico (en la cual se listaban empresas afines). Sánchez Llibre se marchó enfadado. Por cierto: una de las denuncias de Foment contra la ANC fue a las autoridades de competencia, las cuales han propuesto archivar el caso, como explicó este diario el pasado lunes.
El código de buen gobierno de la CNMV, el órgano supervisor de la bolsa, recomienda que las cotizadas tengan al menos la mitad del consejo de administración ocupado por independientes. ¿Pero qué son realmente los consejeros independientes? Esta semana la junta de Naturgy ha ratificado el nombramiento del catedrático Ramon Adell como consejero de Naturgy en representación de CriteriaCaixa. Lo que sorprende es que, hasta su elección, Adell era consejero independiente en la misma Naturgy. La pregunta es, por lo tanto, si realmente era independiente. La misma CNMV ya decía en 1998: “Nuestra sensación es que se está extendiendo una interpretación ligera de lo que es un consejero independiente”.