Laboral

Una cafetería de Buffalo abre el camino de los sindicatos en los Starbucks de los EE.UU.

Los trabajadores de uno de los locales de la cadena votan a favor de negociar colectivamente sus condiciones laborales

Barcelona"Hoy ha sido mi último turno como empleada no sindicalizada. Cuando fiche el sábado, estaré trabajando en el primer Starbucks afiliado a un sindicato de los Estados Unidos". Jaz Brisack es una de los 19 trabajadores de una cafetería de Buffalo (en el estado de Nueva York) que el viernes consiguieron que la Junta Nacional de Relaciones Laborales de los EE.UU. aprobara por primera vez la creación de un sindicato en uno de los locales de la cadena. Por primera vez en 50 años de historia, la multinacional tendrá que negociar las condiciones laborales en al menos uno de los establecimientos en su país de origen. En este caso con Workers United New York, una rama del sindicato del sector servicios Service Employees International Union. "Es la primera pieza de un dominó", explicaba Brisack en una entrevista al portal Democracy Now, después de ganar la votación por 19 votos a favor y 8 en contra.

Después de su victoria, otras cafeterías del mismo municipio y de ciudades como Boston o Mesa (Arizona) han iniciado el mismo proceso y en las próximas semanas decidirán en una votación si se unen al sindicato. A raíz de la pandemia, los empleados denuncian el aumento de la carga de trabajo y la falta de medidas de protección suficientes contra el covid. La reivindicación de los trabajadores de este establecimiento de Buffalo, sin embargo, también ha dejado al descubierto el historial de Starbucks para intentar que su plantilla, de más de 350.000 personas en el país en 9.000 establecimientos, no se organice. En España, Starbucks tiene unos 140 locales. La compañía siempre ha defendido los salarios que ofrece a sus empleados y ha vallado el paso en varias ocasiones a la negociación colectiva. De hecho, el sindicato Workers United ha denunciado que la cadena ha orquestado "una campaña masiva" sobre los trabajadores para manipular estos comicios.

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Rachel, camarera en otro Starbucks en Amherst (también en el estado de Nueva York), explicaba en un hilo en Twitter cómo la empresa convocó a la plantilla a una reunión con seis directivos para convencerlos de que sus sueldos serán más bajos si se afilian a un sindicato. "Cuando les preguntamos qué privilegios perderíamos en la mesa de negociación, hubo un silencio total", añadía. En el caso de un local en Arizona, la compañía intentó impedir que una sola cafetería creara una sección sindical y pretendía obligar a ampliar la votación a todos los locales, hasta que los reguladores lo pararon.

Presiones y amenazas

En 2007 Starbucks también intentó parar la lucha de cuatro cafeterías del distrito de Manhattan, en la ciudad de Nueva York. Este intento acabó con una acusación del propio organismo que ahora ha aprobado la creación del sindicato, que detectó 30 violaciones de la legislación laboral por parte de la empresa. Entre varios incumplimientos, la cadena había despedido a trabajadores que se habían organizado y había amenazado con hacer lo mismo con los que se sumaran. Aún así, Starbucks no pudo evitar que se formaran sindicatos en algunos de sus establecimientos en Canadá y Chile. El primer sindicato de la cadena en los EE.UU. llega en medio de una gran movilización por los derechos de los trabajadores en este país que ya se ha bautizado como la Gran Dimisión.