Devolver a los manuscritos, un negocio millonario
La Biblioteca Imposible, del empresario Miquel Huguet, recupera documentos antiguos que los bibliófilos compran a precio de oro
"Imposible quiere decir que no se puede conseguir, pero el nuestro es un nombre de ficción, porque lo que hacemos cuesta mucho pero con el emprendimiento nada es imposible". Así define el economista e inversor Miquel Huguet su último proyecto, la Biblioteca Imposible, una iniciativa con la que ya ha editado dos libros de coleccionista. Se define como “un friki de los libros” y hace seis años decidió unir sus dos mundos, el de la emprendeduría y la inversión y el de la pasión por los libros antiguos y los manuscritos. "Llevo prácticamente toda mi vida profesional en el sector biotecnológico, me dedicaba a crear proyectos de innovación con moléculas, pero personalmente soy un apasionado de los libros anteriores a la imprenta", explica Huguet.
Después de crear más de 14 empresas basándose en el conocimiento de los demás decidió hacer lo que él sabía hacer: “Es aquella idea tan conocida de centrarse en lo que sabes hacer, y decidí pedir a mi equipo que hicieran un estudio de mercado sobre la bibliofilia”. Los resultados fueron reveladores para un hombre de negocios como Huguet.
Se calcula que en el mundo hay unos 20.000 bibliófilos o amantes de los libros. El 80% están en el Viejo Continente, en Europa, y de éstos en España hay 3.000. Según el estudio de Huguet, los bibliófilos se gastan en promedio 5.000 dólares al año en su pasión. “Algunos gastan 500 y otros 50.000; ¡es una pasta tremenda!”, exclama este inversor.
Hay tres factores más que convencieron a Huguet de que la bibliofilia podía ser un buen negocio: se trata de un mercado maduro, con conocimientos; donde se compran todas las novedades, y saturado de obras de temática religiosa.
“Los libros que tienen más valor para sus amantes son los de la Edad Media, y entonces eran los monjes los que reproducían a mano los libros -explica el empresario-, por eso el mercado está lleno de biblias, libros de horas, beatos, santos... Es un sector pequeño, pero con dinero, que pedía a gritos innovación”.
Después de un primer tanteo del mercado con la publicación de un Kamasutra, Huguet decidió entrar de lleno en el mercado de la bibliofilia con un libro de temática histórica. “Aposté todo por sacar adelante la edición del Andorra Aeterna; esto significa tres años de tiempo y una inversión de medio millón de euros”, explica Huguet. Durante ese tiempo un equipo de historiadores y académicos se dedicaron a recopilar documentos de la historia del Principado. La investigación fue tan exhaustiva que incluso encontraron documentos inéditos.
“En el libro hay una reproducción exacta de las capitulaciones matrimoniales entre las familias Foix y Castellbó de la Alta Edad Media. Son uno de los documentos más importantes de la historia de Andorrau, porque la unión de estas dos familias dio paso a otros documentos que delimitaban las obligaciones y los derechos de estas dos familias feudales y representan la Constitución más antigua de Andorra –explica Huguet–. Sabíamos que el documento había existido, pero nada más, y finalmente lo encontramos en un archivo pequeño, en un pueblo francés de los Pirineos atlánticos”.
Los bibliófilos entienden el valor de estos más de 40 documentos y por ello no dudan en pagar los 6.000 euros que vale cada ejemplar con las reproducciones de estos incunables. Con la inversión de 500.000 euros, Huguet realizó una edición limitada de 400 libros, de los que ya ha vendido la mayoría. Por tanto el retorno de la inversión es de 2,4 millones de euros. “Son libros caros porque la búsqueda es incalculable, hay un equipo de 15 personas que participan en el proceso, y la tecnología de reproducción es sofisticadísima. Mantenemos las mismas manchas, los agujeros y el mismo desgaste del original”, explica.
El negocio, además, “es escalable y de alta rentabilidad”. En mayo sale a la venta el segundo libro imposible, el Cataluña Aeterna : tendrá dos volúmenes (de 6.000 euros cada uno) y más de 80 documentos históricos, y se harán 714 ejemplares. Huguet ya tiene muchas preventas hechas y espera facturar otros 8,5 millones de euros. No es de extrañar, pues, que ya se hayan fijado en esta Biblioteca Imposible editoriales del nivel de Taschen. "A los inversores les interesan los proyectos que tienen doble dígito", admite Huguet, que ya trabaja en otros dos libros sobre la historia de Escocia e Irlanda.
“Muchos de los documentos que hemos encontrado haciendo el Cataluña Aeterna ratifican la soberanía que tenía Catalunya en otras épocas”, explica este empresario para lanzar el anzuelo a los más curiosos. La exclusividad de estas ediciones también hace que huyan de fenómenos como Sant Jordi: "No buscamos el gran público, sino sólo bibliófilos selectos".
Para que el negocio tenga éxito, este inversor asegura que es necesario emoción y racionalidad. El proyecto de la Biblioteca Imposible intenta combinar la parte sentimental -con las reproducciones medievales- y la parte más técnica, por eso acompaña a los facsímiles con otro libro con las traducciones y el contexto histórico. “Existen facsímiles pero nosotros nos hemos puesto a reconstruir la historia a través de los documentos más relevantes –insiste Huguet–. Así, traemos la historia a casa de nuestros clientes”.
La frase no es en vano. Durante la investigación para la edición del primer ejemplar, el Andorra Aeterna, el equipo de Huguet hizo un hallazgo que le abrió la puerta a un buen grupo de clientes. “Encontramos un documento de 1719 que es un permiso de paso de ganado; un documento muy sencillo y muy pobre, pero que ha gustado mucho”. Según este texto, los ciudadanos de los Pirineos, hace 300 años, se dedicaban básicamente al pasto, y el documento, que recoge la actividad ganadera, escondía datos muy relevantes: “Los pastores piden permiso para poder pasar las fronteras para pastar a 16.500 ovejas y el documento recoge el nombre y apellido de los 96 pastores que acompañan a los animales -relata este empresario-. Casualmente estos apellidos son los mismos de los de muchas de las familias que hoy en día son empresarios, tenderos... la gente de negocios”.
Entre estos apellidos se encuentran Molas, Martissella, Babot, Rossell, Puy, Ribot, Bonito, Chispillas, Pontsernalt, Naudi, Areny, Guiem y Jovany. El equipo de Huguet buscó a estas familias, les contó la historia, y finalmente muchas decidieron comprar el libro como recuerdo histórico y familiar. Entre ambos libros, el proyecto ha necesitado una inversión de un millón de euros (500.000 en cada uno de los ejemplares), pero el retorno esperado multiplica por 11 la inversión, ya que alcanza los 11 millones de euros. Huguet remarca que "en todos los sectores se puede innovar" y él lo ha demostrado haciendo posible esta Biblioteca Imposible.