La estafa de 100 millones de euros en Kiabi "digna de una serie de Netflix"

ParísViajaba en jet privado en todo el mundo, organizaba fiestas en la isla griega de Mikonos y vivía una vida lujosa en Miami. Hasta su detención este verano –según ha trascendido ahora– cuando aterrizaba con su jet en un aeropuerto francés, en Córcega. Aurélie B., una francesa de 39 años, está acusada de ser la autora de uno de los mayores fraudes financieros del sector de la moda en Francia: la policía sospecha que ha estafado 100 millones de euros en Kiabi, la marca de ropa francesa a precios asequibles que cuenta con sesenta tiendas en España, de las cuales ocho están ubicadas en Catalunya.

Según el relato de la prensa francesa, Aurélie B. trabajaba como contable en la multinacional francesa hasta hace poco más de un año. Los investigadores creen que aprovechó su posición para estafar el dinero mediante un sistema financiero sofisticado que utilizan habitualmente las mafias de crimen organizado. En julio de 2023, a demanda de la empresa, abrió una cuenta para transferir 100 millones de euros. La idea de la multinacional era que ese dinero generase intereses. Pero un año después, cuando este verano la empresa intentó recuperar la inversión, el dinero se había volatilizado.

Mientras tanto, Aurélie B. había abandonado su puesto de trabajo en Kiabi para reinventarse como diseñadora de interiores para clientes ricos en Estados Unidos. Se había instalado en Miami, donde trabajaba para una empresa especializada en el lujo, y poco antes de su detención había abierto su estudio de arquitectura interior. En las redes sociales hacía alarde de su nueva vida y dejaba entrever que económicamente las cosas le iban bien. Lejos de mantener un perfil bajo, compartía con sus seguidores de las redes sociales fotos de las fiestas a las que asistía, de los hoteles de cinco estrellas donde se alojaba durante sus magníficos viajes y de su nuevo mundo de lujo y glamour.

Portada de revista

Una revista de Florida, Moderno Luxury Palm Beach, incluso le dedicó una portada. La publicación de lifestyle presentaba a Aurélie B. como "la emprendedora francesa que lleva el diseño de interiores al siguiente nivel" y aparecía en una fotografía ocupando toda la portada con un traje de fiesta glamuroso subiendo unas escaleras de una mansión de Miami.

Cuando Kiabi descubrió en julio que los 100 millones habían desaparecido, puso una denuncia que acabó con la detención de la mujer. Los investigadores concluyeron que la extrabajadora de Kiabi utilizó una identidad falsa, robada de un alto directivo de la multinacional, para abrir la cuenta en un banco extranjero donde se transfirió el dinero. Luego les hizo desaparecer con el sistema llamado "cuentas rebote", que consiste en transferir el dinero a diferentes cuentas bancarias de otros países situados en diferentes regiones del mundo, una operación que se repite varias veces.

Estafa "extraordinaria"

Con tantas transferencias hechas a países fuera de la jurisdicción francesa, seguir el rastro del dinero es misión imposible. La policía francesa destaca que se trata de una estafa "extraordinaria", que ha dejado asombrados a los investigadores, "digna de una serie de Netflix". Sin embargo, en la historia de este fraude financiero quedan muchas incógnitas por resolver y la policía sigue investigando. La principal es saber si la detenida actuó sola o hay más implicados. A los investigadores les cuesta creer que Aurélie B. haya ideado y ejecutado sola el fraude. Sin embargo, la sospechosa del fraude tiene antecedentes penales por hechos similares: estafó 800.000 euros a otra empresa.

Kiabi también investiga qué mecanismos de control fallaron a la empresa para que una trabajadora tuviera acceso sin ningún tipo de vigilancia a una cantidad tan enorme de dinero y los hiciera desaparecer sin levantar sospechas. Desde que estalló el escándalo, la multinacional no ha dado más detalles ni explicaciones de la estafa, pero hace pocos días emitió un comunicado para dejar claro que el robo de los 100 millones de euros, el equivalente al 4 ,5% de la cifra de negocio (2.200 millones de euros en 2023), no pone en riesgo la estabilidad financiera del grupo Kiabi.

Fraude y blanqueo de dinero

Cuando la policía francesa detuvo este verano a la presunta estafadora, Aurélie B. acababa de aterrizar con su jet privado en Córcega. Venía de pasar unos días en Italia y antes había estado en la isla griega de Mikonos para celebrar una fiesta para celebrar la inauguración de su estudio de arquitectura interior. En el momento de la detención llevaba joyas y objetos de lujo por valor de 500.000 euros. Desde entonces se encuentra en prisión preventiva y está acusada de fraude y blanqueo de dinero en banda organizada. Se le ha terminado, al menos por ahora, la vida de lujo y glamour.