Aragón sigue marcando el camino: Cataluña, algo más lejos de la soberanía energética

BarcelonaCataluña sigue estancada en la generación eléctrica renovable y, por tanto, se aleja de la soberanía energética. Si bien el Principado incrementó el pasado año su capacidad de producción de energía limpia y la cobertura con fuentes renovables de la demanda eléctrica, ha sido insuficiente para avanzar en el cumplimiento de los objetivos marcados para 2030 en el Proencat, la hoja de ruta del Gobierno para la descarbonización.

Según el Observatorio de las Energías Renovables presentado este martes, Cataluña debe multiplicar por 5 la capacidad de generación eléctrica renovable actual para alcanzar el hito previsto para 2030, que consiste en cubrir el 50% de la demanda eléctrica con fuentes renovables, y por 22 para cumplir el objetivo de cara a 2050, cuando la totalidad de la demanda energética debe satisfacerse con energía limpia. En 2023 la generación eléctrica renovable creció en 34,3 megavatios hora (MWh) –cuatro veces menos que el año anterior– y la cobertura renovable de la demanda se situó en el 13,6%, un 0,6% más que en 2022.

El año pasado la demanda eléctrica disminuyó un 0,9%, hasta los 44,5 terawatt hora (TWh), debido al incremento del autoconsumo y la mejora de la eficiencia y el ahorro. La mayor parte de esta demanda se cubrió con energía nuclear (50,7%), que cayó dos puntos respecto a 2022. Esto significa que los reactores nucleares, que empezarán a desconectarse en octubre de 2030, aportaron siete veces más de lo que aportaron los parques eólicos, nueve más que la hidráulica y más de 55 veces que la energía solar fotovoltaica.

El impacto de la sequía

Los ciclos combinados de gas –la tercera fuente de energía– cubrieron el 13% de la demanda eléctrica, lo que representa una caída del 26,5% respecto a 2022, mientras que la cogeneración, que también quema gas fósil, fue la cuarta fuente de energía, con un 8%. Así, el gas fósil quemado cubrió el 21,4% de la demanda, un 16,8% menos.

En cuanto a las energías renovables, la eólica se posicionó el pasado año como la más importante: cubrió un 7% de la demanda y aportó un 25,3% más que en 2022. La energía hidroeléctrica cubrió un 5% de la demanda, lo que supone un 17,6% menos que el año anterior por el impacto de la sequía. De hecho, se trata de la aportación más baja de la energía hidroeléctrica en Cataluña desde el año 1990.

En último lugar, encontramos la solar fotovoltaica –sin contar el autoconsumo–, que cubrió un 1% de la demanda, un 3,8% más que en 2022, mientras que el resto de tecnologías de generación cubrieron el 2% de la demanda eléctrica.

Las importaciones se disparan

La segunda fuente de abastecimiento de electricidad a Catalunya el pasado año fueron las importaciones. Aunque la demanda eléctrica disminuyó el 0,9% citado, la caída de la generación hidráulica, nuclear y de quema de gas fósil obligó a aumentar las importaciones de electricidad, que el pasado año cubrieron el 14,2 % de la demanda –cerca del doble que el 8,1% de 2022–, es decir, por encima de las renovables (13,6%).

El observatorio destaca en el informe que el saldo importador de Catalunya fue de 6.266,5 gigavatios hora (GWh) en 2023, mientras que el saldo exportador de Aragón fue de 12.211,98 GWh. "Se evidencia así que la transición energética de Catalunya proviene de los intercambios de energía. Ésta puede ser la tendencia en los próximos años y, a efectos de soberanía energética, es el precio que se empieza a pagar por no alcanzar los logros marcados" , señala el documento.

Para revertir este déficit, el observatorio propone implantar generación renovable de alta capacidad o incrementar el número de MAT conectadas con los territorios vecinos para abastecer a Cataluña con sus excedentes de generación renovable.

Amenaza a la competitividad industrial

A pesar de la dificultad de cumplir con los objetivos definidos en el Proencat, el presidente de Eoliccat, Víctor Cusí, considera que no deben replantearse, sino hacer un esfuerzo para alcanzarlos, pero ha advertido que, de no hacerlo lo, puede suponer una pérdida de la competitividad "muy importante". De hecho, para el miembro del Clúster de la Energía Eficiente de Cataluña Gorka Martí, la atracción de inversión para la producción de energía renovable en comunidades como Aragón y Andalucía puede provocar que las inversiones industriales se desplacen de Cataluña en Aragón o Andalucía. "Pueden atraer a aquella industria que inicialmente habría sido ubicada en Catalunya. También le pasará al País Vasco si no la desarrolla", ha añadido.

Una vía para revertir esta situación es cambiar el sistema de tramitación de instalaciones de energías renovables que, según el observatorio, sigue "siendo un embudo". En Cataluña, desde la aprobación del decreto ley 16/2019, se estima una cartera potencial de 176 proyectos eólicos presentados y pendientes de tramitación, con 6,75 GW de potencia, y 750 proyectos solares fotovoltaicos sobre terreno con una capacidad de 9,07 GW de potencia. Respecto al año anterior, se identifica un colapso de proyectos en tramitación superior al 22,9% en fotovoltaica y al 2,2% en eólica.

En cuanto a los parques eólicos, sólo se están tramitando efectivamente 793,4 MW de los 6.755,7 MW y las medias de tiempo de espera acumulados desde la presentación de un proyecto hasta la autorización para la su construcción es de casi 1500 días, más de cuatro años. Actualmente, existen 15 proyectos eólicos que han solicitado Autorización Administrativa Previa y de Construcción (Aapic). Este trámite representa un promedio de tiempo de espera de 1.112 días. El observatorio también pide repensar el mecanismo de participación ciudadana al considerar que se ha demostrado "poco operativo, de escasa acogida y que dilata aún más la tramitación". Por el contrario, sitúan a las comunidades energéticas como una herramienta de desarrollo idónea a reforzar.