Novo Nordisk, la fórmula mágica contra la obesidad que eleva la economía de Dinamarca
La farmacéutica danesa se ha convertido en la empresa europea mejor valorada en el mercado
Barcelona"Noruega tiene su industria petrolera; nosotros tenemos ese gigante". Con este símil, el 12 de agosto el diario danés Politiken intentaba resumir la magnitud del hito que había alcanzado Novo Nordisk, la farmacéutica que parece haber encontrado la gallina de los huevos de oro con sus medicamentos para diabéticos reconvertidos en una especie de fórmula mágica contra la obesidad. Tras meses de crecimiento disparado en bolsa, la empresa había alcanzado una capitalización de 2,9 billones de coronas danesas (unos 390.000 millones de euros), un valor superior al PIB de Dinamarca del pasado año (380.000 millones de euros).
Más recientemente, Novo Nordisk se ha apuntado un nuevo éxito: se ha situado como la compañía europea mejor valorada en bolsa, superando a la francesa LVMH, propietaria de marcas de lujo como Luis Vuitton, Moët Chandon y Christian Dior. El precio de sus acciones ha crecido un 37% en el último medio año y más que cuadruplicado en los últimos cinco. Novo Nordisk, que este año celebra su centenario, tiene un valor de mercado superior al de grandes gigantes mundiales como Coca-Cola, McDonald's y Nike. Y el gran gigante del Íbex-35, Inditex, tiene una capitalización en bolsa de 112.000 millones de euros: no llega a la tercera parte de la empresa danesa.
El origen de su gran éxito es Ozempic, un fármaco que utiliza la semaglutida –un principio activo que imita a una hormona que regula los niveles de glucosa en la sangre– para controlar la diabetes. En su ficha técnica solo se indica para esta enfermedad, pero algunos profesionales lo empezaron a recetar para la obesidad hace un par de años, después de que se demostrara su eficacia en la pérdida de peso. El boca-oreja, con la ayuda de las redes sociales y de las alabanzas de algunos famosos, impulsó una fiebre por el Ozempic que ha comportado la rotura de stocks varias veces y en varios países. Viendo las posibilidades del fármaco, Novo Nordisk desarrolló una segunda generación, el Wegovy, que con mayor dosis sí está indicado para combatir la obesidad.
Esperanzas para las enfermedades del corazón
Además, los resultados de un ensayo clínico publicados este verano indican que el Wegovy también reduce el riesgo de complicaciones cardiovasculares, como ataques al corazón e ictus. Esto ha propulsado aún más las esperanzas en el medicamento, que por el momento está disponible en Dinamarca, Noruega, Estados Unidos y Alemania. A principios de septiembre, la empresa anunció su lanzamiento "controlado y limitado" en Reino Unido.
El consejero delegado de Novo Nordisk, Lars Fruergaard Jørgensen, ha admitido que la expansión en varios mercados irá más lenta de lo previsto porque la capacidad de producción actual no da para responder a la altísima demanda. La compañía ha anunciado una inversión de más de 2.000 millones de euros para ampliar sus plantas de producción en Dinamarca y también incrementa su capacidad en el resto de países donde produce, sobre todo en Estados Unidos. Otro obstáculo que la compañía quiere intentar superar es la reticencia de los sistemas de salud públicos y los seguros de subvencionar a Wegovy, que los pacientes deben inyectarse una vez a la semana.
En el segundo trimestre de este año, Novo Nordisk facturó 1.000 millones de euros solo con este fármaco, seis veces más que en el mismo trimestre del año pasado. La excelente marcha de la empresa está impulsando la economía danesa, que en el primer semestre ha crecido un 1,7% en comparación con el mismo período de 2022: sin la industria farmacéutica habría caído un 0,3%. "La situación no sería tan buena si sacáramos a Novo Nordisk de la ecuación. Pero, afortunadamente, está ahí", dijo el ministro de Economía, Jakob Ellemann-Jensen, en una rueda de prensa a finales de agosto. El gobierno, de hecho, ha revisado al alza las previsiones de crecimiento del PIB para este año hasta el 1,2 por ciento, mientras que en mayo auguraba que sería del 0,6 por ciento. "Sin el sector farmacéutico, la economía danesa estaría junto a una recesión, como Suecia y Alemania", resume Jens Nærvig Pedersen, analista jefe del Danske Bank.
"La guinda del pastel"
El ministro negó que la economía del país esté demasiado expuesta a la evolución de una sola empresa, como ocurrió con Nokia en Finlandia. Coincide con él el economista Niels Storm Knigge, del think tank Kraka: "Es más bien la guinda del pastel, y no el fundamento sobre el que se asienta la economía del país", explica al ARA. Y lo justifica por el hecho de que la industria farmacéutica solo supone un 1% de los puestos de trabajo de Dinamarca –Novo Nordisk cuenta con unos 20.000 trabajadores, aproximadamente un 40% de la plantilla global–. "Es un sector importante, pero pequeño en comparación con el conjunto de la industria; lo que lo hace único es que es muy rentable, genera un enorme beneficio".
También admite que siempre existe el riesgo de que otra empresa haga un producto mejor, pero insiste en que no sería una catástrofe: "Tenemos una economía fuerte y competitiva y arriba de todo este supersector, que básicamente tiene efecto en las variables macroeconómicas. Si, de repente, Novo Nordisk desapareciera, el PIB caería, pero no veríamos un relevante aumento del paro o grandes quiebras", resume.
Storm Knigge también destaca el hecho de que Novo Nordisk está controlada por una fundación que, pese a no tener la mayor parte del capital (28%), es propietaria del 77% de las acciones con derecho a voto. "Existe una regulación muy estricta en lo que respecta a las fundaciones, que hace que el traslado de la sede al extranjero sea muy poco probable", explica el analista. Esto hace que la sede de Novo Nordisk, que es la empresa que más impuestos paga en el país, esté anclada en Dinamarca. Además, el enorme crecimiento que experimenta tiene un efecto beneficioso no solo para las cuentas de la empresa y las arcas del estado: parte de los beneficios se destinan a proyectos de investigación desvinculados de la compañía o se invierten en empresas pequeñas de otros campos de la medicina, lo que también "la ayuda a diversificar las ganancias y a limitar su vulnerabilidad".