La justicia alemana avala la compra masiva de deuda pública del BCE

El Constitucional germánico ve probado que la adquisición de deuda se ajusta a los tratados europeos

BarcelonaEl Tribunal Constitucional de Alemania ha avalado este martes el programa de compra masiva de deuda pública del Banco Central Europeo. El tribunal con sede en la ciudad de Karlsruhe ha emitido una sentencia en la que asegura que la institución monetaria comunitaria ha demostrado tanto al gobierno como al Parlamento germánicos que su programa de adquisición de deuda, conocido con las siglas PSPP, se ajusta a los tratados de la Unión Europea.

La sentencia del Constitucional responde a dos demandas, una de las cuales presentada por dos políticos conservadores, que argumentan que los tratados europeos y la Constitución alemana prohíben tanto que los bancos centrales financien directamente a las administraciones públicas como la mutualización de la deuda de los diferentes países europeos, es decir, el uso de dinero de un país para pagar la deuda de otro. En este sentido, los demandantes consideran que el hecho de que el BCE utilice fondos para adquirir deuda de otros estados de la eurozona supone un coste adicional para los contribuyentes alemanes, puesto que el BCE destina más dinero a la compra de bonos de estados periféricos, como Italia y España, que de Alemania.

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La compra de bonos de todos los países de la zona euro por parte del BCE recibe fuertes críticas en Alemania, la principal economía del continente. La mayoría de críticos provienen de partidos conservadores, como los euroescépticos Alternativa para Alemania (AfD) o algunos sectores de dos partidos que actualmente forman parte del ejecutivo federal, como la CSU bávara y los cristianodemócratas de la CDU, el partido de la cancillera Angela Merkel. A nivel económico, las críticas provienen de los llamados halcones, economistas partidarios de la disciplina fiscal y que ponen el control de la deuda en el centro de las políticas económicas. El Bundesbank, el banco central germánico que a la vez forma parte del BCE, ha sido el principal opositor al PSPP, junto con los bancos centrales austríaco, neerlandés y finés.

En una sentencia publicada a principios de este mes, el Constitucional consideró que las autoridades alemanas no habían ejercido suficiente control sobre el BCE para justificar que las políticas de adquisición de deuda cumplían la legislación tanto nacional como comunitaria. Es por eso que el tribunal obligó al Bundestag, el Parlamento federal, y al gobierno de Merkel a reclamar al BCE que aportara una justificación de que el programa de compras se ajusta a la legalidad.

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El BCE cumplió y envió un grueso importante de documentación que fue analizado por las dos instituciones alemanas, que concluyeron que el PSPP se ajusta a la Constitución y a la ley. Ante esta situación, los críticos volvieron a llevar la decisión al tribunal, que ahora ha sentenciado que basta con la decisión del gobierno y el Parlament para considerar que la compra de deuda del BCE es constitucional.

Dudas sobre el programa antipandemia

El BCE puso en marcha el PSPP, al que ha dedicado 2,4 billones de euros, en 2015. Una sentencia contraria en el programa habría puesto en una posición imposible al Bundesbank, puesto que se habría visto obligado, por un lado, a mantener la adquisición de bonos que le ordenara el regulador monetario europeo pero, por el otro, tendría prohibido hacerlo por los tribunales de su propio país. Una situación así habría podido representar un golpe fatal para el euro, puesto que habría dejado al BCE sin una de sus herramientas principales para mantener la cohesión interna en la eurozona y garantizar por igual la solvencia de todos los gobiernos estatales.

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El Constitucional germánico da luz verde, pues, al PSPP, pero se tendrá que pronunciar todavía sobre una demanda contra el PEPP, otro programa de 1,35 billones de euros para la compra masiva de bonos estatales aprobado para paliar los efectos de la pandemia sobre la economía y el sector financiero que está siendo especialmente beneficioso para las economías del sur del continente.