Así esquivan las empresas "el síndrome de la hormiga fumigada" en tiempos de Trump

BarcelonaLa lluvia torrencial ha puesto en bandeja la metáfora fácil en la presentadora. Los aguaceros que este lunes han acompañado la tarde de la primera jornada de la Reunión Anual del Círculo de Economía eran un símil muy claro de los descalabros geopolíticos que deben sortear las empresas catalanas en el momento actual. Para responder a la pregunta de cómo lo hacen, la cita ha reunido a los máximos directivos de tres compañías globalizadas con sede en Barcelona –Mango, Fluidra y Penguin Random House– para entender cómo gestionan su operativa en un momento en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puede hacer tambalear el comercio mundial con sólo una publicación en su red.

"Ante situaciones extremas debemos escapar el síndrome de la hormiga fumigada", ha dicho Eloi Planes, el presidente del grupo catalán del sector de las piscinas Fluidra. Esa patología empresarial es la que empuja a las compañías a querer huir como estos insectos cuando detectan la presencia de un veneno, en lugar de poner la mirada en las posibles salidas a una crisis sobrevenida. El ejemplo más evidente y reciente son los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos, que han obligado a muchas empresas a navegar entre las decisiones errantes de Trump. Fluidra tiene a este país como primer mercado, pero Planes ha remarcado que desde el primer día su "gran obsesión" fue la anticipación. "No acertamos ni uno de los escenarios", admitió. Pero tras cambiar algunos circuitos en su cadena de suministro, renegociar con los proveedores y repercutir cerca de un 10% de incremento de precios, cree que de momento han salido mejor parados que la competencia.

La consejera delegada de Penguin Random House, Núria Cabutí, también reconoce que sus libros y otros tipos de contenidos no estarán exentos de esta sacudida mundial. Este mismo lunes Trump ha anunciado su intención de imponer aranceles del 100% en las producciones audiovisuales extranjeras que pretendan competir con Hollywood. Por eso, el grupo editorial ya se ha ido avanzando con algunas medidas, como realizar impresiones más cortas y bajo demanda, también para adecuarse a la flexibilidad que les exigen operadores como Amazon para ser más ágiles en el servicio. La adaptación sigue en los gustos volátiles de los consumidores, que en este contexto de incertidumbres piden más libros de ensayo para comprender qué ocurre. "Está despuntando la venta de todas las ficciones distópicas en un mundo que se está autodestruyendo", ha dicho la ejecutiva del grupo que edita títulos como 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Los juegos del hambre de Suzanne Collins. También han notado un incremento de la demanda de los libros de autoayuda sobre cómo superar situaciones críticas.

Entender los riesgos y las oportunidades

El tercer vértice de este triángulo de despejadores de tensiones es Toni Ruiz, presidente ejecutivo y consejero delegado de Mango, que este año ha tenido que remontar la muerte súbita de su fundador, Isak Andic. El barcelonés había empezado ya su mandato con una situación compleja: la primera decisión que firmó al frente de la firma de moda fue el expediente temporal de regulación de empleo (ERTO) por la pandemia.

Gestionando una empresa que vende en 120 mercados y produce en 40, ha terminado entendiendo que su trayectoria profesional seguirá ligada a las guerras, las disrupciones en la cadena de suministros y los anuncios de aranceles. Sin embargo, en el momento inmediato la receta también pasa por estudiar subir precios a su ropa. "Debemos interpretar la geopolítica para entender qué riesgos y qué oportunidades hay en estas situaciones", ha remarcado en la audiencia de la Reunión Anual del Círculo de Economía. Para asumirlo, explica que le ha ayudado rodearse de personas que saben más que él o que tienen los mismos problemas y con las que puede reflexionar sobre cómo actuar mejor.