¿Despedido por un lío en el trabajo? Así regulan las multinacionales las relaciones amorosas
La caída del consejero delegado de Nestlé por ocultar un asunto reabre la cuestión de los conflictos de interés en el ámbito laboral
BarcelonaEl caso del consejero delegado de Nestlé, Laurent Freixe, despedido el pasado lunes por mantener en secreto una relación sentimental con una subordinada, ha vuelto a poner sobre la mesa un viejo dilema: ¿hasta qué punto una empresa puede regular la vida personal de sus empleados? La multinacional suiza acabó echando a su máximo directivo tras una investigación interna –supervisada por el futuro presidente del grupo de alimentación y expresidente de Inditex, Pablo Isla– que determinó que Freixe había incumplido el código de conducta de la compañía.
"¿Podrían miembros de mi familia o socios cercanos recibir algún tipo de beneficio o ventaja inmerecida de esta situación? ¿Podría esta situación afectar a mi juicio de alguna manera? ¿Podría parecer un conflicto de interés a otra persona? ¿Me sentiría incómodo si mis compañeros, mi responsable o el público general conoció". Éstas son las cuatro preguntas que Nestlé plantea en este documento a sus trabajadores para que se hagan a sí mismos si creen que se encuentran ante un posible conflicto de interés. En caso de que la respuesta sea "sí" o "no estoy seguro", les recomienda que se dirijan al departamento de recursos humanos. El código de conducta de la multinacional está claro: estas situaciones deben declararse para que la empresa pueda tomar medidas, las relaciones amorosas o familiares en las que uno de los implicados reporte directamente al otro no están permitidas, y si es indirectamente habrá que ver caso por caso.
En España no existe una ley que prohíba o regule específicamente las relaciones amorosas en el ámbito laboral. Ahora bien, no es de extrañar que en grandes multinacionales, consultoras o bufetes de abogados existan códigos de conducta internos como el de Nestlé que digan cómo actuar en casos como éste. "No se prohíben estas relaciones. Lo que se dice es que es necesario informar a tu superior", explica Fernando Calvo, director de People & Culture en la firma de recursos humanos Hays España. En su opinión, se trata de un ejercicio de transparencia, especialmente necesario cuando se trata de posiciones de la dirección general, ya que la empresa necesita entender "qué relaciones pueden intervenir en la objetividad de la toma de decisiones" y exigir ejemplaridad a su cúpula.
Ahora bien, Calvo recuerda que en España despedir a alguien solo por mantener una relación sentimental con alguien de la misma empresa también es una decisión que puede acabar en los tribunales. "Todo depende del foco, si está en la intromisión de los derechos y libertades del individuo. Hay sentencias que han considerado nulos algunos de estos despidos", añade.
En Estados Unidos tampoco existe ninguna prohibición legal que impida que dos trabajadores estén juntos, pero es más habitual que las empresas cuenten con reglas internas muy claras por las que es necesario notificar estas relaciones a recursos humanos y que se impongan traslados o reasignaciones para evitar conflictos de interés. Estos documentos a veces se llama love contracts o consensual relationship agreements y también sirven a la empresa para blindarse en los tribunales en caso de demanda. "Que el director general de una empresa sea quien se salta la constitución interna de la empresa es grave", dice Calvo. En los códigos de conducta interna también se regulan otros aspectos como aceptación de regalos, corrupción o uso indebido de los sistemas de información como el correo electrónico.
Soluciones posibles
Un ejemplo bien claro de esta visión más estricta de las relaciones en el ámbito laboral en EE.UU. el escándalo bautizado como Coldplaygate, que acabó con las dimisiones del director ejecutivo de la tecnológica Astronomer, Andy Byron, y la directora de recursos humanos, Kristin Cabot, después de que se destapara su lío en un concierto del grupo de pop británico. Las relaciones no comunicadas dentro de la empresa también han costado el cargo a otros directivos como el ex presidente y consejero delegado de Boeing, Harry Stonecipher, el ex consejero delegado de HP, Mark Hurd o el ex director ejecutivo de Intel, Brian Krzanich.
Para Indry Canchila, sociadirectora del área de consultoría del grupo de recursos humanos ICSA, normalmente la mejor solución en estos casos es trasladar a uno de los implicados a otro departamento en el que ya no exista una relación jerárquica directa entre ambas personas. "Las empresas deben poder ayudar a los empleados a gestionarlo", dice. De todas formas, la experta recuerda la importancia de la protección de la intimidad de la plantilla y que la compañía no puede indagar en ningún caso sobre la vida privada de un trabajador sin su consentimiento. "Debe ser él quien quiera comunicarlo, también porque entiende que cuando lo hace termina con los rumores que existen en la oficina y toma el control de la situación", indica.
Al fin y al cabo, resume Canchila, si pasas ocho horas al día en el trabajo sólo por estadística es más probable que te involucres sentimentalmente con alguien en la oficina que en otros espacios de socialización. Lo importante, de cara al trabajador ya la empresa, es que después estas relaciones no generen favoritismos ni afecten negativamente al resto de compañeros, como es el caso de Nestlé, en el que otros empleados denunciaron anónimamente la situación.