Sobrecualificación, el mal enquistado de los trabajadores jóvenes
Uno de cada cinco menores de 34 años tiene más formación de la necesaria para el trabajo que realiza
BarcelonaUno de cada cinco jóvenes catalanes que trabajan y que tienen estudios postobligatorios (el 22,7%) está objetivamente sobrecalificado para su puesto de trabajo. Lo señala el Consejo de Trabajo, Económico y Social (CTESC) en un informe presentado este miércoles en el que analiza el fenómeno de la subocupación laboral en Catalunya. El estudio observa también que la percepción de los afectados es que el problema es aún más grave: el 30,2% se siente sobrecalificado.
A pesar de estos datos, el organismo informa que esta distancia entre el nivel de estudios de la población de menos de 34 años y sus trabajos se ha reducido significativamente en una década, porque hace diez años la sobrecualificación objetiva era del 30,7%. "Para ser jóvenes, no es necesario vivir en condiciones precarias", ha reivindicado el presidente del CTESC, Toni Mora, quien ha alertado de que estas situaciones se agravan con las dificultades de acceso a la vivienda para la juventud. "Debemos poder acceder todos y todas a un trabajo de calidad", ha añadido.
El estudio también muestra que esta sobrecualificación objetiva afecta más a los jóvenes nacidos en el extranjero, en un 33,8% de los casos, mientras que es el 18,3% en los nacidos en Cataluña o España. "No es normal que una persona con un grado de medicina llegue aquí para trabajar cuidando a personas mayores" en la economía sumergida, ha lamentado Saida Ehliluch, sindicalista de CCOO y ponente del informe. Este desequilibrio también se produce entre territorios catalanes, porque hay un 19,3% de jóvenes demasiado formados por sus trabajos en Barcelona ciudad y un 25,5% en los municipios del país de menos de 10.000 habitantes. La probabilidad de estar subocupado es mayor en trabajos como el comercio, la hostelería y los servicios personales y recreativos.
El organismo avisa de que las opciones de quedar atrapado en un puesto de trabajo de baja calidad "se refuerzan con el paso del tiempo y la edad". En este sentido, apunta a algunas investigaciones que consideran que si no se corrige esta situación de subempleo al inicio de la vida laboral, se produce una desventaja inicial o "efecto cicatriz". "Estar expuestos a situaciones de vulnerabilidad tiene consecuencias a lo largo de la vida", remarcó la secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Generalitat, Teresa Llorens, durante la presentación del informe.
Jornadas laborales insuficientes
El CTESC habla de otro factor importante en este contexto de precariedad laboral juvenil: las insuficientes jornadas. Estima, pues, que el 7,1% de los trabajadores jóvenes catalanes trabajan menos horas de las que quisieran, un porcentaje que ha aumentado respecto al 5,3% de 2012. Aun así, el ente destaca que estas jornadas demasiado cortas disminuyen casi a la mitad a medida que avanza la edad, pasando del 11,3% entre los 20 y 24 años al 5,6% entre los 30 y 34. Este efecto también se agrava en caso de tener nacionalidad extranjera , porque se sitúa en el 9,8% frente al 6,1% de los nacidos en el Estado.
Llorens ha reconocido que los ingresos del colectivo de personas jóvenes han sufrido un estancamiento y que sus sueldos son prácticamente los mismos que en 2008. Para hacer frente al problema del subempleo, el CTESC propone a su informe establecer incentivos y recursos adicionales para la oferta formativa en sectores donde menos se observa este fenómeno, como las disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, así como en la industria. También plantea medidas como las becas y la reducción de tasas, sobre todo orientadas a mujeres y colectivos más vulnerables como las personas migrantes.