Optimismo en las previsiones de ventas de las empresas en el Encuentro del Pirineo
Más de la mitad de los asistentes prevén un crecimiento en los beneficios de este año respecto a 2024
Sede de UrgelOptimismo. Éste es el estado de ánimo de los empresarios que participan en el 36 Encuentro Empresarial en el Pirineo. Según el Barómetro Económico 2025, una encuesta dirigida a los asistentes para captar la percepción del empresariado sobre la economía y su futuro, un 85,71% de los participantes tienen buenas perspectivas de facturación si lo comparamos con el pasado año; además, el 55,33% de los asistentes prevé un crecimiento en los beneficios respecto a 2024. De hecho, más de la mitad, un 68,52%, tienen previsto crear puestos de trabajo en los próximos seis meses.
En cuanto a los riesgos, el barómetro indica que el 78,48% de los encuestados considera que la Unión Europea (UE) debe ser más autónoma respecto a Estados Unidos. De hecho, la mayoría de los encuestados (un 73,58%) confiesa que de momento no les ha afectado la subida de aranceles, un 20,75% aseguran que no les ha afectado demasiado y un 5,66% que sí.
Según ha apuntado el presidente del Encuentro, Josep Serveto, "los resultados del barómetro reflejan el optimismo del empresariado asistente al Encuentro, dado que más de la mitad prevén que tendrán más beneficios en sus cuentas de resultados que el año pasado".
La segunda jornada del Encuentro en el Pirineo ha comenzado con intervenciones de reconocidos expertos en economía. Los economistas Àngels Fitó y Miquel Puig, que fue secretario de Economía de la Generalitat, han ofrecido su visión sobre el panorama económico actual. Fitó, doctora en ciencias económicas por la Universidad de Barcelona y rectora de la UOC, ha resaltado que se ha pasado "de la incertidumbre a la fragilidad" y ha reclamado "resiliencia colectiva y liderazgo transformador".
Puig, por su parte, ha alertado de que el modelo de crecimiento actual debe cambiar, dado que está generando malestar. "De 2000 a 2024 el PIB ha aumentado muy poco y la renta disponible no ha aumentado nada. Este crecimiento ha beneficiado a los que tienen propiedades inmobiliarias y ha perjudicado a los que no tienen. Las personas que no tienen propiedades inmobiliarias y, por tanto, pagan alquiler, están mucho peor que en el año 2000".