El gobernador renuncia al humor en el debut sorpresa de Garcia-Milà

BarcelonaUna leyenda acompaña a José Luis Escrivá, la que le señala como un humorista involuntario de referencia. A su aire de bonhomía traviesa se le suman unos hechos que difícilmente borrará del imaginario colectivo: cuando se confundió en un acto cuando era ministro de la Seguridad Social y por error se puso agua en el espacio destinado justamente a colocar la botella. Aquellas risas –las del propio Escrivá y las de quienes lo vieron– le han convertido en un personaje curiosamente carismático y del que se esperan gags sin fin.

Desde este punto de vista, los asistentes al acto organizado por el Círculo de Economía esta noche podrían sentirse decepcionados. El ahora gobernador del Banco de España ha estado en la entidad para ofrecer una lección magistral en materia macroeconómica, y sólo ha hecho reír a su audiencia con sus problemas con el mando a distancia del proyector. El gobernador del Banco de España ha pasado parte de su intervención en peculiares posturas para tratar de hacer funcionar el artilugio, pero si por algo han destacado sus palabras ha sido por su interesante exposición de la situación macroeconómica que vive España.

Escrivá, el hombre del vaso, ha invitado a los asistentes a ver el vaso medio lleno en los tres grandes retos que aborda el país. Citó, en primer lugar, la productividad: el Estado está diez puntos por debajo de la productividad media de Alemania, Francia e Italia, pero en los últimos cinco años ha reducido a gran velocidad esa distancia, que había llegado a ser de 17 puntos. En segundo lugar, se refirió al espacio fiscal: España tiene una deuda equivalente al 101% de su PIB, muy lejos del 60% que reclaman las normas europeas. Lo cierto, de nuevo, es que la dinámica más reciente es positiva, y en pocos años se ha pasado del 124% al 101% actual. El máximo responsable del Banco de España ha apuntado, en tercer lugar, al problema de la vivienda: ha admitido que existe un gran desequilibrio entre producción de vivienda y demanda en el mercado.

Garcia-Milà sale a escena

La exposición de Escrivá ha sido el gran foco de atención de un acto en el que se ha visualizado –de forma sorprendente y no buscada– el relevo que vivirá el Círculo de Economía en fechas próximas. Jaume Guardiola, que es quien debía presentar a Escrivá como presidente del Círculo de Economía, no ha podido asistir al acto a causa de una gripe. ¿En quién ha recaído la responsabilidad? Teresa Garcia-Milà, que es vicepresidenta de la institución pero, sobre todo, será la futura presidenta de la entidad, en un nombramiento que se hará efectivo en verano y la convertirá en la primera presidenta de la historia del Círculo.

Garcia-Milà ha resuelto el encargo con solvencia y ciertos nervios, en un acto que ha permitido escenificar una vez más la omnipresencia del Banc Sabadell en los actos públicos que se están celebrando en Catalunya desde que el BBVA le presentó la opa. A su entrada, el gobernador del Banco de España se ha encontrado en un pequeño cuarteto en el que estaba la consejera de Economía, Alícia Romero, acompañada de Josep Oliu, presidente del Sabadell, y de Miquel Roca, secretario del consejo.

Cabe decir que en ese cuarteto Escrivá ha bebido agua sin incidentes. También cabe decir que no estaba acompañado de ningún representante del BBVA.