El ranking de los ejecutivos mejor pagados de Catalunya
La brecha entre directivos y empleados se enquista
En el año 2020, con la pandemia del covid, se impuso la contención salarial, también entre los miembros de los consejos de administración de las empresas cotizadas. Algunos renunciaron a primas y retribuciones variables, en un momento de fuerte impacto de la pandemia en muchas plantillas, en algunos casos afectadas por expedientes de regulación temporal de empleo. Pero con la recuperación de la actividad económica, las retribuciones de los miembros de los consejos de administración volvieron a la normalidad en 2021, según se puede ver en los informes anuales de retribución de consejeros (IARC) que cada una de las empresas presenta cada año a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esta edición del ranking también llega marcado por el dominio de directivos del Banco Sabadell, que ocupan todo el podio.
Estos informes de retribución han incorporado este año un nuevo apartado: la retribución media de los empleados de cada una de las empresas. El dato permite comprobar que la brecha salarial entre los miembros de los consejos de administración de las grandes cotizadas se ha enquistado e, incluso, en algunos casos aumenta. En conjunto, los consejos de administración de las principales cotizadas catalanas –excepto Miquel i Costas, que todavía no ha presentado la IARC– se repartieron el año pasado poco más de 72 millones de euros, cuando las mismas empresas en 2020 habían pagado al conjunto de sus consejeros casi 66 millones. El aumento es del 9%.
Pero lo que más llama la atención es la gran diferencia que hay en algunas de estas empresas entre el sueldo medio de su plantilla y lo que cobra el primer ejecutivo. Las diferencias más grandes se dan en dos de las grandes cotizadas que forman parte del Ibex-35: Naturgy y Cellnex. Así pues, mientras Francisco Reynés, presidente ejecutivo de la energética, ganó el año pasado 4,9 millones de euros, el sueldo medio de los empleados de Naturgy, pese a un aumento del 4,3%, se situaba en 57.900 euros. Es decir, Reynés cobró 85 veces más que la media de sus empleados. En Cellnex, el consejero delegado, Tobías Martínez, cobró 4,9 millones de euros, 77 veces más que el sueldo medio en la empresa, que se situó en 64.000 euros, después de aumentar un 3,2% respecto al año anterior.
En algunos casos, sin embargo, esta brecha no es tan grande. Es el caso de la inmobiliaria Lava Corporación, donde el primer ejecutivo multiplica por 3,3 el sueldo medio, o de la energética Audax, donde a pesar de tener el sueldo medio más bajo, los 185.000 euros anuales que cobra su presidente hace que solo multiplique por 6,3 veces el sueldo medio. En la biotecnológica Oryzon el multiplicador es 6,8.
A pesar de la baja retribución –en relación a otros primeros ejecutivos–, el presidente de Audax, José Elías, sale en la lista Forbes de los españoles más ricos en el lugar 31, con una fortuna estimada de 900 millones de euros debido al valor de su participación en diferentes empresas.
La remuneración de los consejos de administración y la brecha que hay respecto a los empleados de las empresas ha creado más de una polémica, como las críticas de la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, a los altos sueldos de los ejecutivos de los bancos, o los reiterados informes de CCOO sobre las diferencias de retribuciones en las grandes empresas.
El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, en su discurso del Día del Consejero, no dudaba en decir que “remunerar adecuadamente a los consejeros es clave para asegurar la independencia de criterio, generar los incentivos adecuados y evitar los conflictos de interés, así como atraer el talento y la calificación necesaria”. Pero también destacaba otros aspectos, como la necesidad de transparencia, situar como prioridad la sostenibilidad a largo plazo y acercarse cada vez más a los criterios ESG (los que convierten una compañía en sostenible por su compromiso social, ambiental y de buen gobierno).
Así, la temporada de juntas de accionistas del 2022 se caracterizará por el “creciente escrutinio” de los inversores en cuestiones relacionadas con la remuneración del consejo de administración y con los criterios ESG. Esta es una de las previsiones de la undécima edición del informe El gobierno corporativo y los inversores institucionales, elaborado por Georgeson y Cuatrecasas. El estudio señala que las propuestas que recibieron una oposición relevante en las juntas de accionistas del 2021 eran las relacionadas con los IARC del año anterior. Muchos inversores institucionales que votaron en contra de estos puntos del orden del día, dice el informe, se mostraron preocupados por “la falta de transparencia, la excesiva retribución de los ejecutivos y los elevados importes de las pensiones y los pagos por el fin de contratos”.
KPMG también hace un estudio sobre las retribuciones de los consejeros y los elementos que tener en cuenta en las juntas del 2022. La consultora incide en la importancia creciente de los criterios ESG. Cada vez es más habitual incluir métricas ambientales, sociales y de gobierno corporativo en la remuneración variable de los consejeros, indica esta consultora, pero añade que “el ritmo de su aplicación por parte de las compañías todavía no ha logrado la velocidad deseada”. Solo un tercio de las compañías aplican las métricas ESG, dice KPMG, y entre las que lo hacen la gran mayoría solo a corto plazo.
KPMG también apunta que, si bien en general el 2021 disminuyó la remuneración de los consejeros (-20% al Íbex-35 y -10% en el mercado continuo), la ratio de retribución del primer ejecutivo ha recuperado los niveles precrisis porque las remuneraciones de la plantilla han bajado más proporcionalmente. Además, KPMG alerta de la falta de una correlación clara entre de las remuneraciones de los directivos y la dimensión de las compañías, especialmente en el mercado continuo.
El ranking del 2021 de los ejecutivos mejor pagados, sin embargo, queda distorsionado por el relevo que se produjo en la cúpula del Banco Sabadell. La jubilación de Jaume Guardiola como consejero delegado, el hecho que el presidente, Josep Oliu, dejara funciones ejecutivas y la indemnización pactada por María José García Beato por dejar sus funciones ejecutivas –a pesar de mantenerse en el consejo– dispararon sus remuneraciones. Guardiola, por ejemplo, accedió al ahorro acumulado durante toda su carrera de banquero para su jubilación, casi 24 millones de euros. Y Oliu, que cobró casi 1,8 millones (un 9,5% menos que el año anterior), accedió a casi 7,5 millones de ahorro consolidado al dejar sus funciones ejecutivas.
Al margen de este podio ocupado por los representantes del Sabadell por el efecto de la renovación de la cúpula, los siguientes ejecutivos mejor pagados son el consejero delegado de Cellnex, Tobías Martínez; el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés; el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, y el consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, todos ellos de empresas que forman parte del Ibex-35, el selectivo de la bolsa española.
Lejos de los sueldos que cobran estos ejecutivos de grandes empresas catalanas también están ex políticos en consejos de administración de algunas cotizadas. Por ejemplo, el presidente de Aena, Maurici Lucena, que el 2021 cobró 175.000 euros. En el consejo de la empresa operadora de aeropuertos también está quien fue líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, que como consejero no ejecutivo ganó 12.000 euros. También el exministro y expresidente del PP catalán Josep Piqué forma parte del consejo de una empresa del Ibex-35, en concreto Amadeus, donde ganó 93.000 euros.
La asignatura pendiente es la falta de paridad en los consejos de administración. Lo destaca KPMG en su informe cuando indica que la brecha de género tiene niveles más altos de los deseados, y esta es una métrica clave para valorar los resultados de las decisiones de las compañías en materia de igualdad. Así, es esencial llegar a un consenso sobre cómo medirla y hacerlo recurrentemente para ser capaces de elevar la presencia y la representatividad femenina en todas las áreas y niveles de la organización.
Mirando el ranking catalán, al margen del caso ya explicado de María José García Beato, la primera ejecutiva que aparece es Sol Daurella, en el lugar 27, la única que repite su presencia año tras año.