Transporte

Silence ensaya en Girona su sistema de motos eléctricas compartidas

Empieza con 25 vehículos, pero espera ampliar la oferta hasta el centenar

GironaEl servicio de motos compartidas llega por primera vez a Girona. El fabricante catalán Silence y uno de sus distribuidores, Interdiesel, ponen en marcha esta nueva modalidad de transporte con 25 motos eléctricas que, a través de una aplicación, los usuarios podrán utilizar para desplazarse por dentro y fuera de la ciudad. Se ponen en marcha con el móvil y se paga por minuto de utilización: 0,26 céntimos si está en marcha y 0,07 céntimos si está parada y reservada para volverla a coger. El plan del distribuidor es ampliar la oferta hasta los 100 vehículos, con una inversión total de 600.000 euros, según ha concretado el gerente de Interdiesel, Robert Espígol.

Fundada en 2012, Silence centra la actividad en el diseño y la fabricación de escúteres y eléctricos. Hace tres años empezaron a implantar el servicio de motos compartidas en ciudades como Barcelona, Madrid y Roma, pero en Girona será la primera vez que aplican una nueva tecnología propia. “Es una prueba piloto para después extendernos a otras ciudades medianas de todo Europa”, ha señalado el gerente y fundador de Silence, Carlos Sotelo. La compañía abrió esta nueva vía de negocio porque los distribuidores les pedían explorar nuevos servicios. Sotelo ha afirmado que tienen 150 distribuidores de toda Europa interesados en su tecnología y que el objetivo es que la cifra llegue a superar los 500 en menos de dos años.

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Silence, con 165 trabajadores, calcula que acabará el año facturando entre 42 y 45 millones de euros y fabricando unas 10.000 motos –800 más que en 2020–, a pesar de las “dificultades de la pandemia y de los problemas para conseguir componentes y materias primas”.

Movilidad sostenible y “ordenada”

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La aplicación, Silence Connected, está disponible para iOS y Android gratuitamente. Una vez descargada se tienen que introducir las fotos del DNI y del carné de conducir, que la empresa validará en menos de 24 horas. A través de un mapa se puede consultar dónde hay motos disponibles y permite reservar una durante 15 minutos. Tienen dos cascos en el portaequipaje y se pueden utilizar para cualquier desplazamiento, durante el rato que se necesite.

Una vez finalizado el trayecto solo se pueden aparcar en espacios permitidos: de hecho, se impide cerrar la sesión en los lugares prohibidos. Esta fue, precisamente, la condición que puso el Ayuntamiento para implantar el servicio en la ciudad: “Tenemos claro que queremos impulsar la movilidad sostenible, pero también queríamos evitar el desorden que ha habido en otras ciudades con este sistema”, ha recalcado la alcaldesa, Marta Madrenas.