Eulàlia Flo: "Esperamos poder anunciar dentro de poco otro centro de datos en Barcelona"

MadridEulàlia Flo (Badalona, ​​1967) aterrizó en Equinix España como consejera delegada hace poco más de un año. Su vida profesional siempre ha estado vinculada al mundo digital y tecnológico, pasando por empresas como Dell o Capgemini. Conoce de cerca la transformación de un sector que en pocos años ha pasado de la expansión de los ordenadores personales al despliegue de la inteligencia artificial y la construcción de los centros de datos. De hecho, es esta última industria, la de los centros de datos, la que ahora ocupa su trabajo en la multinacional estadounidense. La directiva recibe al ARA en Madrid poco después de inaugurar el Data Center BA2, un nuevo centro de datos en Hospitalet de Llobregat.

Acaban de inaugurar un nuevo centro de datos en Catalunya, el segundo que tiene Equinix. ¿Por qué?

— Barcelona tiene un papel muy relevante en lo que se refiere a la interconexión entre continentes. El gran tráfico era hasta hace poco entre América y Europa, pero el sur global está tomando cada vez mayor importancia y, por tanto, la conexión con países de África y Oriente. Llegarán cada vez más cables [submarinos] desde África, que podrán conectarse con América a través de la Península Ibérica. Por tanto, Barcelona tendrá un papel importante en el Mediterráneo y descongestionará Marsella, que ahora es el principal hub.

Para quien no conoce un centro de datos, ¿qué es?

— Es como un hotel. Ofrecemos [a las empresas interesadas] un espacio, con unas medidas de seguridad y una capacidad de interconexión. En el primer centro de Barcelona, ​​por ejemplo, tenemos más de 50 operadores de comunicaciones y lo que estamos haciendo es que la experiencia digital pueda llegar a toda la población. Lo que al final interesa es que desde el último pueblo de Cataluña hasta la gran ciudad se pueda acceder a Netflix o WhatsApp.

¿A qué vincula su expansión?

— En un mundo hiperconectado debe haber un espacio [físico] donde los distintos operadores digitales confluyen. Por tanto, todos los ordenadores que proporcionan las experiencias digitales deben tener una ubicación física. Por ejemplo, si tú abres el WhatsApp, [el mensaje] debe ir de la teleoperadora de telefonía hasta Meta [WhatsApp] y después al proveedor de telefonía con quien te estás comunicando. Esto requiere capacidad de almacenamiento de datos, pero también interconexión.

¿Por qué son estratégicos los centros de datos?

— Las compañías catalanas que quieren expandirse internacionalmente también deben expandir su presencia digital. Equinix, por ejemplo, está en 70 regiones metropolitanas y las compañías que se expanden internacionalmente nos pueden encontrar. Pueden realizar esta expansión en baja latencia y conectar con todo el ecosistema digital. Al mismo tiempo, [los centros] atraen a compañías que necesitan tener un espacio físico cerca para dar el servicio, que no sólo quieren estar en la nube. Y por los cables submarinos. Los centros permiten atraer esta interconexión entre los distintos continentes.

Es una industria que está en el punto de mira por su consumo energético.

— No habrá un problema, ni en Cataluña ni en España, de energía fruto de los centros de datos. La digitalización requiere energía y la eléctrica es la que tiene mayor sentido. De hecho, la descarbonización debe ir ligada a la electrificación. Sin embargo, el consumo [eléctrico] está cayendo y las eléctricas ven a los centros de datos como una oportunidad. El problema no es que no haya generación [eléctrica] en España para responder a un fuerte crecimiento [de la demanda] en poco tiempo, sino la planificación que se está haciendo de la red eléctrica, que no se está diseñando para el que necesita esta industria. El hidrógeno verde, la electrificación de los coches... Todo requiere un cambio en la planificación de la red eléctrica y trabajamos con el gobierno para ver cómo reflejar nuestras necesidades.

¿Pueden perderse inversiones sin esta planificación?

— Sí, por supuesto.

Esta transformación requiere de muchas más renovables.

— Aquí hay un debate de si los nuevos jugadores, como los centros de datos, debemos estar enganchados a las renovables. En Equinix pensamos que debemos estar cerca de los consumidores y las empresas, y eso no significa estar ligado a la tecnología [renovable]. Obviamente, es importante que haya renovables, pero que estén cerca o lejos de los centros de datos creo que no es tan importante.

¿Qué planes de futuro tiene Equinix en Cataluña?

— Nuestra estrategia es estar en aquellas regiones metropolitanas donde hay mucha demanda y en Barcelona hay mucha. Ahora una de las tendencias es la inteligencia artificial y es una oportunidad para atraer a compañías, como pueden ser las grandes tecnológicas, que quieran estar cerca del mercado catalán. Cataluña tiene un ecosistema emprendedor muy importante, también vinculado a las ciencias de la salud y la vida, y esperamos que esto pueda atraer a compañías que decidan localizar a los suyos hubs de investigación aquí y que nos necesiten.

¿Equinix seguirá invirtiendo en Barcelona?

— Ahora hemos construido el BA2. Tenemos capacidad para duplicar el espacio y confío en realizar un BA3 o un BA4. Será importante tener el soporte adecuado, sobre todo de las administraciones, para cuando tomemos la decisión de desarrollar el siguiente centro de datos poder hacerlo rápidamente. Esperamos poder anunciar en breve la construcción de otro centro de datos en Barcelona.

¿Barcelona ha propiciado también capital humano cualificado?

— Sí, esto siempre ayuda. Se requieren muchos ingenieros e ingenieras para que todo funcione. No sólo tenemos perfiles de universitarios, pero también hay muchos perfiles de estudiantes de Formación Profesional, que es una apuesta muy importante.

¿El cambio de Gobierno en Catalunya ha acelerado sus planes?

— A mí me gustaría ver al gobierno de Cataluña más preocupado por el sector. Nosotros hemos visto a otros gobiernos que tienen más claro que la infraestructura digital es crítica para el país y nos gustaría encontrar ese interés, que quizás en los últimos años no lo hemos vivido tan directamente.

¿Siente que cada vez hay más rivales?

— Creo que hay sitio para diferentes jugadores, aunque algunos quizás no han captado bien la complejidad de gestionar un servicio como el del centro de datos. Es más complejo que levantar un edificio, piensa que hay empresas que deben funcionar 24 horas los 7 días a la semana y necesitan esta conexión todo el rato. Además, es necesario invertir mucho para mejorar en eficiencia energética.