El radar

Volkswagen inicia la cuenta atrás para la desaparición de Seat

Herbert Diess critica que el grupo catalán solo venda 400.000 coches: "Eso no es nada"

BarcelonaSeat anda irremediablemente hacia la desaparición. Ni la misma Seat ni su propietaria, Volkswagen, lo dicen abiertamente, pero los hechos son cada vez más claros. Ninguna marca sobrevivirá en Europa si no tiene vehículos eléctricos y Seat ni tiene ni se prevé que tenga. Lo dijo claramente Matías Carnero hace unos días a este diario: “Seat tiene fecha de caducidad, en concreto el 2029”. Fuentes del sector aseguran que el destino está escrito y que Seat morirá, pero que el grupo no lo puede decir porque todavía faltan unos años y “hay contratos por cumplir y muchos coches por vender hasta entonces”.

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El presidente de Volkswagen, Herbert Diess, explicaba recientemente con mucha crudeza cómo ve el grupo catalán. “Seat utiliza la misma tecnología que la marca Volkswagen, pero vende a precios más baratos, de forma que resulta más difícil hacerla rentable”, explicó en una entrevista en Expansión. Este es el problema de Seat: sus coches dan un margen de beneficio muy pequeño. Según la compañía, se gana el mismo dinero vendiendo cuatro coches Ibiza que con un solo Cupra Formentor. La alternativa sería vender mucho más (es lo que hace Skoda, que vende el doble de vehículos que Seat), pero no es el caso. “Seat vende 400.000 coches al año, y eso no es nada en este mundo”, sostiene Diess, a quien Carnero ha acusado abiertamente de “no querer” Seat.

Lo cierto es que el tono del presidente de Volkswagen nunca ha sido de gran proximidad. En la misma entrevista aseguraba que Cupra fue “la primera buena idea que ha recibido el grupo para hacer rentable Seat”. Una manera evidente de cuestionar todo el trabajo histórico de la división catalana.

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2.800 puestos de trabajo, en peligro

El razonamiento, por lo tanto, es que en el mejor de los escenarios Seat será sustituida por Cupra, la pujante submarca que en poco tiempo ha pasado de no existir a colocar 79.000 unidades el año pasado (el 17% del total de las ventas de Seat), y este año ya quiere superar las 160.000 unidades. No es casual que Seat no tenga ningún coche eléctrico (ni ahora ni en un futuro previsible) y que, en cambio, todos los eléctricos sean Cupra. Las nuevas normativas europeas, que impondrán la prohibición de vender coches de combustión a partir del 2035, harán que las marcas sin vehículos electrificados mueran irremediablemente. 

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Todo esto, pero, en el mejor de los escenarios. Porque todavía se tiene que ver si la submarca evoluciona como se prevé. El mismo Diess asegura que Cupra “ha tenido un buen comienzo” pero todavía es pequeña y “habrá que esperar”. 

¿Cuál es el problema de sustituir Seat con Cupra? Sobre todo es un tema laboral: la misma compañía afirma que fabricar un coche eléctrico implica un 30% menos de horas de trabajo. Es decir, sobra aproximadamente un 30% de la plantilla. El presidente de Seat, Wayne Griffiths, ha admitido abiertamente que sobrarán entre 2.500 y 2.800 empleados, el equivalente a toda la plantilla que tenía Nissan en Barcelona cuando decidió irse.

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El problema adicional es que, de momento, la fábrica de Martorell solo ha recibido el encargo de fabricar los coches eléctricos pequeños del grupo. Coches que, como ha pasado históricamente en la compañía catalana, ofrecen menos margen que sus hermanos mayores por culpa de su dimensión. Y, por lo tanto, la historia se repetirá: Seat hará los coches menos rentables del grupo. Es por eso que los sindicatos presionan para que Volkswagen permita a Seat fabricar coches eléctricos medios (el equivalente a un Seat León o un Cupra Formentor), pero de momento el grupo se niega. Como también se niega a permitir que Seat venda en China, el gran mercado emergente del mundo, para no hacer competencia al resto de marcas del grupo.

La situación también podría ser peor. “Suerte que existe Cupra”, explican fuentes conocedoras de la compañía. “El problema sería que no existiera, porque entonces no echarían al 30% de la plantilla sino a todo el mundo”.

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Protagonistas

1.
Jugoso dividendo de Meridia gracias a la venta de dos edificios

Buenas noticias para los accionistas de Meridia Real Estate III Socimi, empresa nacida como un spin-off del fondo de inversión Meridia, que lidera Javier Faus. La compañía repartirá 28 millones de euros entre sus accionistas al poco de haber hecho una gran operación inmobiliaria en la Vila Olímpica. El 1 de abril vendió dos edificios en la avenida Icaria por 69 millones, operación que dejó un beneficio de 55 millones, según explicó Meridia en un comunicado al regulador de la bolsa.

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La semana pasada, el consejo del grupo acordó repartir 28,3 millones netos (después de impuestos) a los accionistas. Entre los grandes accionistas de Meridia Socimi hay grupos poco conocidos para el gran público como Dreof, Harel, Periza o The Church Pension Fund (el fondo de la Iglesia episcopal de Estados Unidos).

Pero los hay más conocidos, como la familia Puig (a través de la sociedad Inmo SL) o el mismo Javier Faus (vía BCN 2001), que se llevarán 1,5 millones netos cada uno. El importe se repartirá este el próximo viernes. Un regalo para la verbena de Sant Jordi.

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2.
Pallete saca pecho: “Somos más grandes que Netflix y Twitter"

Hace unos días José María Álvarez Pallete defendió sus seis años como presidente de Telefónica diciendo que la empresa tiene 370 millones de clientes: “Somos más grandes que Twitter o Netflix”. Pallete tiene razón: Twitter tiene 206 millones usuarios activos “monetiza mechones”, y Netflix 222 millones. Ahora bien, Telefónica vale 29.000 millones de euros en bolsa, mientras que Twitter vale 33.000 (a pesar de sufrir pérdidas el año pasado) y Netflix 140.000 millones. Quizás no era la mejor comparación.

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