BBVA impulsa a las pymes del mundo rural y premia a tres iniciativas catalanas
La entidad reúne a los ganadores de los Premios a los Mejores Productores Sostenibles y reafirma su compromiso con el mundo rural en un encuentro con la participación del chef Joan Roca, de El Celler de Can Roca
Hay productos que explican muy bien el territorio: un vino sin sulfitos, un queso de pasto de montaña, un aceite ecológico elaborado con criterios regenerativos... Detrás de cada uno, hay una forma de producir, vivir y cuidar la tierra. Esta esencia es la que ha querido reconocer a BBVA con la sexta edición de los Premios a los Mejores Productores Sostenibles. Este septiembre han reunido a los impulsores de los diez proyectos ganadores –anunciados en junio– para compartir experiencias, entregar los galardones físicos y poner en valor el potencial transformador del sector agroalimentario y rural.
Los premiados han compartido coloquio con el chef Joan Roca y la directora de Negocios Especializados Pymes de BBVA en España, María Eugenia López, creando un espacio de intercambio inspirador para conocer las iniciativas premiadas. El encuentro también ha puesto de relieve el papel estratégico de pymes, autónomos y emprendedores rurales en la transformación del sector primario. En este sentido, la entidad bancaria, que cuenta con cerca de 500 oficinas en zonas con alta presencia agraria, ha consolidado una propuesta de valor propia para dar respuesta a las necesidades del mundo rural: desde el apoyo financiero hasta el acompañamiento en digitalización, pasando por el impulso a prácticas sostenibles y la formación especializada.
Historias de éxito, con raíces profundas
Entre los diez proyectos reconocidos en esta sexta edición, hay tres catalanes que ilustran bien la diversidad, la innovación y el arraigo territorial que BBVA quiere potenciar. Alta Alella, con su cava natural sin sulfitos, ha recibido el Premio Extraordinario a la Mejor Iniciativa Jove por su apuesta pionera por la viticultura ecológica y la investigación climática. Can Font, en el Gironès, ha sido distinguida por un modelo de finca-laboratorio que combina agricultura regenerativa, captación de carbono y formación internacional a través de The Regen Academy. Y, por último, Vinyes d'Olivardots, en el Alt Empordà, ha sido reconocida por integrar biodinámica, economía circular y experiencias enoturísticas sostenibles.
Los tres son ejemplos de segundas generaciones al frente de negocios del mundo rural. Han optado por continuar en el campo, pero aportan nuevas visiones, otras formaciones y una apuesta decidida por abrazar la innovación y la sostenibilidad.
"El éxito de estos productores nos habla de un nuevo modelo de desarrollo rural, más justo, arraigado y sostenible, destacó Roca. "Las nuevas generaciones buscan proyectos con sentido, con arraigo y con valores: si no lo hacemos bien, nos quedaremos sin productores, sin paisaje, sin planeta", continuó. Asimismo, defendió los productos de excelencia, y si no cocinamos con excelencia, no podemos hacer feliz a la gente que viene a nuestro restaurante", advirtió. Por su parte, López subrayó el compromiso del banco para "acompañar a autónomos y pymes agroalimentarias con soluciones personalizadas que conecten sostenibilidad y competitividad".
El acto, que sirvió para también persona, las reflexiones de los ganadores. "Todo nace de una pequeña finca del Empordà, de familias de muchas generaciones", explicó Carlota Pena, representante de Vinyes d'Olivardots. "Para mí, la agricultura y otros aspectos serán regenerativos o no serán" "cuiden la tierra, las personas y el clima". Por su parte, Mireia Pujol-Busquets, de Alta Alella, destacó que la "viticultura ecológica permite conectar con la naturaleza y obliga a pensar a largo plazo", advirtió.
Los otros siete proyectos premiados proceden de puntos tan diversos como Granada, Pontevedra, Teruel, Menorca, Cantabria, Asturias y Alicante. Todos comparten una misma mirada: la voluntad de transformar el sector agroalimentario desde el territorio, con prácticas sostenibles, modelos colaborativos y raíces profundas en la comunidad. Desde proyectos ganaderos que previenen incendios hasta arándanos ecológicos con envase biodegradable, pasando por tomates de variedades locales, mermeladas de circuito corto o conservas de setas con vocación social, cada propuesta explica una forma diferente de habitar y hacer crecer el mundo rural.
Con 56 iniciativas reconocidas desde 2019, los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles dibujan un mapa vivo de talento y compromiso en todo el Estado. Una forma de impulsar, desde el territorio, un futuro más justo, sostenible y arraigado.