Los avances significativos en la producción mundial de alimentos que se han experimentado en las últimas décadas no han logrado acabar con el hambre en el mundo. Al mismo tiempo, el desperdicio alimentario todavía es ingente. Los supermercados Caprabo están comprometidos a ponerle remedio y sólo en el primer semestre de 2025 han evitado el desperdicio de 1.106 toneladas de alimentos. Además, cada uno en su casa también puede poner su grano de arena para no tirar alimentos que se estropean sin que lleguen a ser consumidos.
Gracias a la innovación tecnológica, el desarrollo agrícola y una mayor conciencia sobre la nutrición, cada vez más personas tienen acceso a una variedad de alimentos suficiente para garantizar una alimentación equilibrada y saludable. Se han fortalecido los esfuerzos globales por tener sistemas alimentarios sostenibles e inclusivos, pero para ciertos sectores el acceso a una alimentación adecuada no es tan sencillo.
Según la ONU, en 2024 entre 638 y 720 millones de personas sufrieron hambre, unas cifras que resultan impactantes. Más aún si se relacionan con el derroche alimentario, que en 2022 alcanzó los 1.050 millones de toneladas de alimentos, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, UNEP en sus siglas en inglés). Además de afrontarlo por motivos éticos, se trata de una cuestión que tiene un impacto ambiental, económico y social, ante el que todo el mundo puede hacer algo para contribuir a revertirlo.
En el caso de Caprabo, las 1.106 toneladas de alimentos que ha evitado derrochar en la primera mitad de 2025 se corresponden a 4,4 millones de comidas, que equivalen a alimentar a 1.212 familias en un año. Del total, 730.393 kilos de alimentos se han comercializado con descuentos –2,9 millones de comidas–, se han dispensado 57.909 paquetes de productos a precios reducidos a través de la aplicación Too Good To Go y 121,2 toneladas se han dado a entidades sociales para personas en situación de vulnerabilidad. el equivalente a alimentar a 266 familias en un año. Además, 197 toneladas se han utilizado para piensos y harinas de origen animal.
Programa con los Bancos de Alimentos
Los alimentos que se destinan a las familias vulnerables se canalizan a través del programa Microdonacións, una iniciativa solidaria nacida en 2010 en colaboración con los Bancos de Alimentos. Todo el personal de Caprabo está involucrado y, gracias a la implicación de más de 200 entidades, se dan todo tipo de productos que se comercializan en los supermercados, excepto bebidas alcohólicas. En el caso de alimentos, se incluyen tanto productos frescos como refrigerados o congelados, lo que permite mejorar la dieta de las personas receptoras.
Los alimentos son recogidos directamente por las entidades beneficiarias de los Bancos de Alimentos en el mismo supermercado, con la periodicidad que mejor se adapta a sus necesidades. De esta forma se reduce el tiempo de entrega y se facilita su consumo inmediato, lo que permite el aprovechamiento de productos frescos para cubrir todos los nutrientes de una alimentación adecuada.
Cómo implicarse desde casa
En el hogar también tenemos a nuestro alcance poner freno al derroche alimentario. Son gestos simples y acciones cotidianas que, sumadas, no sólo reducen el desperdicio, sino que también pueden rebajar el gasto familiar. Caprabo ofrece consejos para conseguirlo:
- Planifica la compra: tener claro un menú semanal ayuda a definir qué comprar en el supermercado. Es una forma excelente de adquirir sólo lo realmente necesario.
- Revisa la nevera y congela con asiduidad: desarrollar este hábito permite aprovechar los productos que ya tenemos, evitando que caigan en el olvido o caduquen.
- Congela las sobras: lo bueno no puede sobrar. Por eso, una vez el estómago está lleno, conviene guardar las sobras en el congelador.
- Conserva bien los alimentos: presta especial atención a las frutas, productos cárnicos, etc. Asegúrate de que están en el sitio ya la temperatura correctos para que no pierdan propiedades.