Las Escuelas Agrarias del Empordà y de Espiells, abiertas a recibir más matriculaciones
Mientras el EAA del Empordà es referente por su formación en la industria agroalimentaria, la Escuela de Viticultura y Enología Mercè Rossell i Domènech destaca por su formación en vitivinicultura
El sector primario es clave para la sostenibilidad de nuestro territorio. En un presente marcado por el cambio climático y sus estragos, la falta de relieve generacional en el sector de la agricultura, la ganadería y la pesca, y el abandono de la gestión forestal, es necesario poner las bases para asegurarnos un futuro mejor. Esto pasa por incentivar a los jóvenes a formarse en estos ámbitos en las Escuelas Agrarias (EA).
El Servicio de Formación Agroalimentaria (SFA), gestionado por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat (DARPA), es una referencia en la formación y la profesionalización del sector agroalimentario, forestal y rural. Esta red pública cuenta actualmente con 15 centros formativos distribuidos por todo el territorio catalán, cada uno con una especialización propia.
El pasado mes de mayo terminó el plazo para la preinscripción para cursar estudios de ciclos formativos de grado medio y superior en las Escuelas Agrarias catalanas, un proceso que culminará el próximo 4 de septiembre con la formalización de la tercera y última tanda de matriculaciones para el curso 2025-2026. Sin embargo, todavía hay algunas escuelas que tienen plazas libres, como es el caso, entre otros, de la Escuela Agraria y Alimentaria del Empordà, en Monells (Baix Empordà), o la Escuela de Viticultura y Enología Mercè Rossell y Domènech, en Espiells (Alt Penedès).
ElEAA del Empordà es un centro de referencia para la formación en la industria agroalimentaria, especialmente en la calidad y procesos productivos. La escuela imparte el ciclo formativo de grado superior Procesos y Calidad en Industrias Alimentarias, que prepara a técnicos superiores capaces de gestionar y controlar procesos de producción, implementar sistemas de calidad y asegurar el cumplimiento normativo en la industria alimentaria.
El ciclo consta de dos cursos académicos, un total de 2.000 horas de formación. Durante el segundo curso, se puede realizar la formación dual, que consiste en realizar parte de los contenidos del ciclo formativo en una empresa alimentaria. En caso de no seguir el itinerario dual, se realizan prácticas en empresa (Formación en Centros de Trabajo) y se lleva a cabo un proyecto en la escuela.
Esta especialización es muy valorada por el sector, que requiere profesionales cualificados para garantizar la seguridad alimentaria y la innovación en productos.
Por su parte, la Escuela de Viticultura y Enología Mercè Rossell i Domènech combina formación técnica con enfoques profesionales especializados. Ofrece el ciclo medio CFGM en Producción de Aceite de Oliva y Vinos, similar al de la EA Gandesa, así como dos ciclos formativos de grado superior: el CFGS en Vitivinicultura, que forma especialistas en gestión e innovación vitivinícola, y el CFGS en Marketing y Publicidad con perfil profesional en productos, profesionales y profesionales estrategias de comunicación adaptadas al sector.
Esta combinación hace que la escuela sea un centro clave para preparar profesionales completos y adaptados a las demandas actuales del mercado vitivinícola.
Todos los centros de la red de Escuelas Agrarias trabajan coordinadamente para optimizar recursos, compartir conocimiento y garantizar una formación de alta calidad. La oferta se caracteriza por una formación práctica y personalizada, en grupos reducidos, profesorado especializado, colaboración con empresas del sector y visitas técnicas a explotaciones e industrias agroalimentarias. Además, estos estudios presentan un elevado índice de inserción laboral, dada la creciente demanda de profesionales cualificados que expresa el sector.
Formación continua y prácticas en el extranjero
Aparte de los ciclos formativos, las Escuelas Agrarias desarrollan una amplia oferta de cursos de formación continua y jornadas de transferencia tecnológica. En 2024, más de 8.700 alumnos participaron en estos cursos.
A todo esto se suma el programa deMentoría para Jóvenes Agricultores y Agricultores, para jóvenes de entre 18 y 40 años que soliciten la incorporación a la empresa agraria y la ayuda de primera instalación, así como el programa de Mentoria Abierta para acompañar a personas de todas las edades en su inserción en el sector.
Además, con la reciente designación de cinco agrupaciones de Escuelas Agrarias como centros de formación profesional integrada, se amplía la oferta educativa más allá de la FP inicial. De esta forma, los centros pueden ofrecer certificados profesionales, una formación acreditada dirigida a personas que quieren adquirir o mejorar competencias profesionales específicas. Esta formación permite la recalificación (reskilling) o la mejora de la calificación (upskilling), y se adapta a diferentes momentos y retos de la vida laboral.
Finalmente, y como proyecto de futuro, las Escuelas Agrarias ponen el punto de mira en la internacionalización de los estudios. Actualmente, ya están en marcha varios proyectos para que el alumnado pueda desplazarse a otros países a realizar prácticas o estancias en empresas para conocer otras realidades del mundo agroalimentario.