Un modelo integral para la salud mental
La atención en salud mental apuesta por una atención más cercana, centrada en la comunidad y orientada a la recuperación
En Cataluña, más de un millón de personas conviven con algún trastorno mental. Las cifras llaman a la acción: casi una de cada cuatro personas mayores de quince años declara sufrir malestar emocional, y entre la población infantil –de cuatro a catorce años– un 7,4% reconoce tener algún problema relacionado con la salud mental.
Estos datos se enmarcan en una realidad global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cuatro personas en el mundo experimentará un problema de salud mental a lo largo de su vida. Unas cifras que no sólo ponen de manifiesto la magnitud del reto, sino que apelan directamente a toda la sociedad: hay que mirar a la salud mental como responsabilidad colectiva y actuar para revertir esta tendencia.
Es en este contexto que nace el Pacto Nacional de Salud Mental, una iniciativa del gobierno de Cataluña que quiere dar una respuesta global, coordinada y transformadora a uno de los grandes desafíos sociales y sanitarios de nuestro tiempo. El pacto apuesta por una nueva forma de entender la salud mental: una mirada transversal que pone a las personas en el centro y que integra todos los ámbitos –sanitario, educativo, social y comunitario– con el objetivo de garantizar un bienestar emocional que sea real y sostenido a lo largo de la vida.
Protagonistas del proceso de recuperación
El Pacto Nacional de Salud Mental apuesta por un modelo propio y transformador, que sitúa a la persona en el centro y entiende la salud mental desde una mirada biopsicosocial, es decir, teniendo en cuenta los factores biológicos, psicológicos y sociales que influyen en el bienestar. El objetivo es pasar de un enfoque asistencial a uno participativo, donde las personas con problemas de salud mental dejen de ser vistas sólo como pacientes para convertirse en protagonistas de su propio proceso de recuperación.
Este nuevo modelo también pone el acento en la coordinación entre todos los agentes implicados (administraciones, servicios sanitarios, entidades especializadas y asociaciones de familiares) para garantizar una atención integral y respetuosa con los derechos de cada persona.
Proyectos que ya transforman la atención
El cambio de mirada que promueve el pacto se está haciendo ya visible a través de varios proyectos impulsados en los últimos años. Desde 2022, se han puesto en marcha iniciativas innovadoras que ayudan a mejorar la detección, el acompañamiento y la inclusión de las personas con problemas de salud mental.
Entre estas acciones destaca la creación de los Punts Blaus en todas las universidades, espacios de referencia para detectar y atender situaciones de malestar emocional y ofrecer apoyo y asesoramiento personalizado al alumnado. También el Programa temporal para impulsar la presencia de las artes y la cultura como herramienta de salud y bienestar, coordinado por el departamento de Cultura, y la línea de ayudas Ocell de Foc, del departamento de Treball, dirigida a proyectos que promueven la autonomía personal y la inclusión de jóvenes de entre 16 y 30 años con problemática de salud mental.
Modelo de intervención escalonada
Alineado con el Pacto Nacional de Salud mental, se ha elaborado el PDSMiA, que es el instrumento de información, estudio y propuesta mediante el cual el departamento de Salud determina las líneas directrices para impulsar, planificar, coordinar y evaluar las actuaciones a desarrollar en el ámbito de la promoción de la salud mental, de la prevención y del tratamiento de las enfermedades asociadas a la salud mental, las enfermedades asociadas a la salud mental. Desde este marco, se está desplegando una profunda transformación del modelo de atención, que apuesta por una red más accesible, equitativa y continuada. Esta mirada comunitaria se expresa también en el modelo de intervención escalonada que organiza los servicios según niveles de intensidad. De esta forma, cada persona puede acceder al tipo de atención que más se ajusta a su situación.
En este marco, el Programa de colaboración entre salud mental, adicciones y atención primaria y comunitaria (PCP) es un ejemplo de éxito: profesionales de ambos ámbitos trabajan conjuntamente en los centros de atención primaria (CAP) para detectar precozmente los casos, mejorar la coordinación y garantizar una atención más cercana e integrada.
Niños y jóvenes, en el centro
La salud mental infantil y juvenil es una de las grandes prioridades del Plan. Los 52 Centros de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) cubren todo el territorio con equipos multidisciplinares altamente especializados, que trabajan coordinadamente con hospitales de día y unidades de hospitalización.
Sin embargo, algunos niños y adolescentes con alta vulnerabilidad o situaciones familiares complejas necesitan un apoyo más cercano. Por eso, el Plan prevé la creación de equipos de intervención en crisis en domicilio, formados por profesionales de diferentes disciplinas, para dar respuesta inmediata a situaciones de sufrimiento psicológico grave y evitar la cronificación de los trastornos.
Prevención del suicidio: una prioridad de país
El suicidio es la primera causa de mortalidad prematura entre los jóvenes de 25 a 34 años en Cataluña. Para revertir esta realidad, el Plan de prevención del suicidio de Cataluña 2021-2025 (PLAPRESC) establece un marco integral para reforzar la detección e intervención precoz en casos de depresión y riesgo suicida, alineado con las recomendaciones de la OMS.
El PLAPRESC se articula a partir de la experiencia del programa Código Riesgo de Suicidio y promueve una estrategia colaborativa que involucra a departamentos del Gobierno, profesionales, entidades y la sociedad civil. Además, la pandemia reforzó la necesidad de este plan, evidenciando la importancia de cuidar el bienestar emocional y apoyar a los colectivos más vulnerables.
Menos estancias de larga duración
Las líneas estratégicas del PDSMiA ya dan resultados tangibles. En sólo un año, Cataluña ha logrado el ingreso cero de larga estancia en salud mental en los territorios donde funcionan las Unidades Funcionales de Recuperación y Proyecto de Vida (UFRPV).
Gracias a este modelo, más de 60 personas que habrían tenido que ingresar en instituciones de larga estancia han iniciado un proceso de recuperación con apoyo comunitario, con el acompañamiento de equipos multidisciplinares y perfiles de apoyo entre iguales (P2P).
Este cambio simboliza el paso de un sistema centrado en la institucionalización a un enfoque rehabilitador y comunitario, que pone a persona en el centro y prioriza su retorno integración en el entorno habitual, con las herramientas y el apoyo necesarios para recuperar el proyecto vital.
Las 6 líneas estratégicas del Pacto Nacional de Salud Mental
Participación y empoderamiento
de la persona que sufre un problema de salud mental
Protección y promoción de bienestar emocional en todas las edades de la vida y transiciones de la persona. Contribución del sector de la salud mental a la
gestión y abordaje del impacto de los determinantes estructurales y sociales que afectan a la salud mental y el bienestar emocional
Prestación
de unos servicios de salud mental equitativos, accesibles y de calidad
Servicios integrales, integrados, multisectoriales y adaptables
en entornos comunitarios y con una oferta o cartera de servicios que dé respuesta a las necesidades de forma efectiva y eficiente
Liderazgo y
gobernanza eficaces en el ámbito de la salud mental. Financiación
Fortalecimiento de los sistemas de información,
los datos científicos, la innovación y la investigación sobre la salud mental. Orientación al futuro
- Son violentas y agresivas
Las personas con trastornos mentales no son más violentas que el resto; de hecho, tienen mayor riesgo de ser víctimas de agresiones.
- No son inteligentes
Un trastorno mental no implica un bajo coeficiente intelectual ni una discapacidad cognitiva.
- Son débiles
Cualquier persona puede sufrir un trastorno mental. Las causas son múltiples: genéticas, sociales, traumáticas o físicas.
- Son adultas
Los problemas de salud mental también afectan a niños y adolescentes, con un aumento notable de los casos de TCA, depresión y ansiedad.
- Tienen problemas con las drogas
El consumo puede ser un factor de riesgo pero la mayoría de personas con problemas de salud mental no toman sustancias.
- Nunca se recuperan
Muchos trastornos son transitorios o se pueden gestionar con tratamiento y soporte, logrando una buena calidad de vida.
- No pueden trabajar ni vivir en sociedad
Con apoyo y condiciones adecuadas, pueden trabajar, vivir de forma autónoma y participar plenamente en la comunidad.
- Tienen que estar encerradas en un psiquiátrico
El ingreso es temporal y sólo en episodios agudos. La mayoría sigue tratamiento ambulatorio con buena evolución.