Vivienda

Posibles soluciones a la crisis de la vivienda

Es posible superar la situación actual si se combinan medidas coyunturales con una planificación a largo plazo

23/12/2025

A raíz del Plan territorial sectorial de vivienda de la Generalidad de Cataluña y con la voluntad de reflexionar sobre la relación entre la economía y la crisis habitacional en nuestro país, el ARA, en colaboración con el Gobierno de la Generalidad, ha organizado una serie de debates en torno a la vivienda. El pasado 19 de diciembre, la periodista Laura López moderó su última mesa, titulada Vivienda y economía, con Agustí Sala, periodista especializado en economía y adjunto de dirección del ARA, y Fernando Trias de Bes, economista colaborador del diario desde hace más de 15 años.

La situación actual de crisis

Son varios los factores que explican cómo se ha llegado a la situación actual de crisis habitacional: desde los precios elevados a la falta de oferta, el turismo o la especulación, entre otros. "Hay mucha más demanda –tanto por comprar como por alquilar–, que oferta. Esta situación es el resultado de lo que se ha hecho durante años: dejar la oferta en manos del mercado, sobre todo del sector privado que busca beneficios, y ha hecho que los precios se disparen", explicaba Agustí Sala.

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Se está intentando regular el precio, pero en economía los precios son un síntoma; por tanto, si sólo se intenta incidir sobre el síntoma, como los topes al precio, y no se va a la raíz del problema, no habrá cambios. "A corto plazo se podrán apreciar cambios. Cuando se instaura una medida como el tope de precios, la oferta de vivienda residencial tiende a bajar; en cambio, los pisos turísticos o de temporada no bajan, por tanto, la medida no está funcionando", apuntaba Sala. Trias de Bes entiende que el tope al precio es una medida punitiva y habría que encontrar medidas incentivas: "El sector público podría avalar que los inquilinos son fiables, debería haber seguros de que cubrieran a los propietarios o coberturas equitativas para ambas partes". Ambos consideraban que en lugar de penalizar limitando los precios, se obtendrían mejores resultados incentivando: "Los poderes públicos deberían garantizar el derecho a la vivienda, actuar como árbitro neutral garantizando los derechos de unos y otros y que no haya desequilibrios entre propietarios y inquilinos".

Planificación a largo plazo

La crisis de la vivienda no es un problema reciente y tampoco se solucionará de forma rápida: "Si se hace una buena gestión pública tardaremos al menos diez años en arreglarlo. Y no podemos olvidar que la gestión pública a largo plazo es incompatible con la alternancia política, por eso se necesitan pactos de estado para garantizar que se hace una planificación a largo plazo", comentaba Tri. La realidad es que tenemos un mercado en el que cada vez hay menos oferta de alquiler y todo va a parar al mercado de compraventa, especialmente de segunda mano, y las administraciones han estado muchos años estimulando sólo la compra. Los expertos coincidían en que es imprescindible una planificación con visión a largo plazo, "cuando quieres solucionar un problema con medidas coyunturales del momento, estás poniendo parches, no estás resolviendo el problema", decía el periodista.

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Modelos que funcionan

En Viena una de cada cuatro viviendas es social o pública, en cambio, aquí sólo representa el 2%. Para conseguir el modelo vienés, que es todo un referente, hace 100 años que la administración se ha dedicado a tener buena parte del parque inmobiliario, y lo han hecho sin generar guetos, promoviendo la convivencia de personas con distintas rentas en un mismo edificio. Según Trias de Bes, en Catalunya para conseguir una situación similar habría que esperar muchos años y mientras tanto habría que llevar adelante medidas coyunturales –estimulación fiscal de la inversión para que sea rentable la construcción de viviendas, por ejemplo–, combinadas con una planificación a largo plazo, que entiende que es lo que está haciendo el Govern. En la misma línea, Sala comenta que si la proporción del parque público fuera suficientemente importante, entre el 10% y el 20%, influiría en el conjunto, pero el 2% actual es testimonial y no influye, los precios siguen disparados y el mercado también.

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Soluciones necesarias

Los ponentes afirmaban que el problema de la vivienda es multidimensional y poliédrico: la promoción de la rehabilitación no va a resolver el problema, como tampoco lo hará la creación de 50.000 pisos de aquí al 2030, ni legislar intentando proteger más al propietario. Consideran que hay aspectos sociales que deberían estar por encima de la política, y la vivienda es una de ellas, porque si no, se genera inseguridad jurídica. "Son imprescindibles los pactos de gobierno independientemente de la ideología, la vivienda es un tema social" –afirmaba Trias de Bes– "Hay que apostar por un plan de gobierno para que en diez años se resuelva el problema de la vivienda", dijo.

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Los modelos de ciudad que funcionan cuentan con una almohada pública importante, con unas reglas de juego que favorecen que la inversión privada o los propietarios estén a favor de los alquileres. El estado desempeña un papel importante, el de regulador. Creen que en ese momento hay sensación de sobreprotección del inquilino y desprotección del propietario, y el gobierno y las administraciones deberían ser ecuánimes. Sala proponía que se combinen medidas coyunturales con estructurales y Trias de Bes añadía que la solución debe ser mixta, público-privada. La parte pública debe ser un buen árbitro para que el mercado privado funcione.