Música

"El K-pop es un 'hobby' muy caro": el fenómeno fan de la música coreana llega a Barcelona

Cientos de fans compran merchandising para el concierto de Ateez de este viernes en el Palau Sant Jordi

El fenómeno fan del K-Pop llega a Barcelona
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BarcelonaUn runrún constante se siente desde el hall del Hotel Plaza de Barcelona. De vez en cuando, entre el centenar de personas reunidas en una de las salas comunes del establecimiento estalla algún grito de euforia cuando se abren pequeños sobres de color negro. "¡Me ha tocado San!", exclamó una de las chicas, mientras sus amigas también le acompañan en su momento de euforia con más chillidos. Los sobres contienen un cromo con la fotografía de uno de los ocho integrantes del grupo de K-pop Ateez, que este viernes actuará en el Palau Sant Jordi ante casi 20.000 fans que esperan con candelas el primer concierto del grupo en Barcelona.

"Mañana culminan todos los meses de preparación que he dedicado al concierto. Desde octubre que me preparo la ropa que me pondré, el merchandising que llevaré, los freebies -los regalos que se dan entre las fans de grupos de K-pop de forma altruista- que regalaré o las fans que finalmente conoceré en persona después de chatear desde hace mucho tiempo", explica Maria, de 19 años, mientras hace cola para entrar en la tienda temporal que se ha instalado en el piso de debajo del hall del hotel, junto a Montjuïc. "Este viernes será como llegar a tocar las estrellas", asegura ilusionada Maria.

Dos chicas contentas de tener el póster del concierto en Barcelona del grupo de K-Pop Ateez.

Pero conseguir comprar los objetos que se venden en la tienda no es sencillo. Los admiradores, mayoritariamente mujeres, deben estar a menos de cinco kilómetros a la redonda de la pop-up del hotel, deben bajar una aplicación que los geolocaliza y deben ser lo suficientemente rápidos para comprar lo que querrán lucir en el concierto antes de que acabe el stock, como ocurrió este miércoles, el primer día que se abrió la tienda. Sudaderas, carteles, puntos de libro, cromos, álbumes, llaveros y los icónicos live sticks –los aparatos que llevan a los conciertos de K-pop que se iluminan de forma coordinada– son algunos de los artículos que se venden en cada concierto y que a menudo apuran los bolsillos de los más devotos.

Un 'hobby' al alcance de pocos

"Con Ateez me he gastado alrededor de 1.000 euros. Pero, claro, no solo soy fan de este grupo", explica Mònica, de 35 años, tras salir cargada de la tienda junto a más compañeras que ha conocido a raíz de la pasión por este grupo. "Si cuento todo lo que me he gastado con todos los grupos que me gustan de K-pop asciende a casi 4.000 euros", afirma después de haber hecho un rápido recuento mental. Ésta no es una cifra aislada dentro del colectivo de fans de música coreana. Las compañeras que tiene a su alrededor también aseguran haberse gastado más de 2.000 euros con objetos oficiales vinculados a alguno de los grupos que forman parte de esta industria. "El K-pop es un hobby muy caro", sentencia Mònica.

Uno de los cromos del grupo de música coreano Ateez.

Pero para ella empezar a seguir ese grupo ha sido una vía de ayuda para superar etapas difíciles de la vida. "Entre nosotros seis no nos conocíamos antes [señala las amigas con las que está], nos hemos conocido gracias a ser fans de Ateez. Lo que tenemos en común es que todas lo hemos pasado muy mal en algún momento de nuestra vida y el K-pop nos ha sacado de ese agujero", explica Mónica, que durante un tiempo tuvo que ir con silla. "Hubo una época en la que me sentí muy sola y la proximidad que sentía con estos cantantes me ayudó", relata su compañera Laia, de 25 años.

De Corea en el mundo

De hecho, existen diferentes aplicaciones para poder seguir a cada uno de los artistas de K-pop sin perderse ningún detalle. "Creo que tengo unas cinco aplicaciones relacionadas con grupos de K-pop que me gustan", explica Laia, que abriendo su móvil deja ver un retrato de un cantante coreano en el fondo de pantalla. "Cada aplicación tiene una finalidad diferente; hay una que te envía avisos cada vez que publican algo o empiezan un directo. También hay otra app en la que puedes chatear con ellos. Ellos reciben miles de respuestas de las fans, pero quizás tienes la suerte de que leen tu mensaje", dice Laia con cierta . "Evidentemente, estas aplicaciones se pagan; por ejemplo, esta del chat cuesta 7 euros al mes", confiesa.

Fondo de pantalla con cantantes coreanos.

Pese a que la lengua materna de los cantantes de K-pop es el coreano, para los fans de todo el mundo esto no supone ningún problema. Como Laia, algunos optan por aprender coreano, pero las traducciones automáticas de voz y texto facilitan mucho este trabajo. "Yo he aprendido bastante coreano leyendo la traducción de las canciones, y mirando a K-drames he aprendido mucho vocabulario. Además, el mundo del K-pop también es muy lector porque los libros también forman parte de este universo; por tanto, a todas nos acostumbran a gustar los idiomas", explica Laia sacando un libro de la suya hobby en la que invierte más dinero.

¿Qué es un 'live stick'?

Los grupos de K-pop tienen por costumbre poner a la venta los días antes de un concierto los llamados live sticks, unos aparatos que arrojan luz de diferentes colores que pueden ir cambiando a distinto ritmo. Para cada actuación, se vende un live stick de distintas características. Varían la forma o el tamaño, con la intención de poder coleccionarlos y forman parte de una experiencia más inmersiva del concierto. El día del concierto, estos aparatos son controlados por los técnicos de luz, que coordinan la iluminación de toda la zona del público creando impresionantes coreografías lumínicas. Una vez terminado el concierto, los aparatos siguen funcionando, puesto que son capaces de detectar las canciones del grupo de música del que forman parte y reproducen de forma automática una iluminación concreta para cada una de las canciones del grupo. El precio fluctúa entre 70 y 100 euros.

'live stick' del grupo de K-Pop Ateez, que actuará este viernes en Barcelona.
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