Yolanda Ramos explica cómo es vivir con TDA con 56 años: "Me encanta que haya una etiqueta, antes eran insultos"

Yolanda Ramos ha visitado este jueves el programa de David Broncano y ha querido hablar de un problema que le afecta y que considera que no es suficientemente conocido. A sus 56 años, la catalana ha sido diagnosticada con un trastorno de déficit de atención, más conocido como TDA. Durante su entrevista en La revuelta ha explicado cómo ha recibido el diagnóstico: "Me encanta que haya una etiqueta, porque antes eran insultos. Y realmente te dejan secuelas".

La actriz y humorista, que ha acudido al programa con motivo del estreno de su nueva película, Viaje de fin de curso: Mallorca, ha dejado momentos estelares, y entre bromas también se ha sincerado: "Quiero hablar de eso porque muchos psiquiatras y psicólogos dicen que ahora lo estamos etiquetando todo, pero es que lo que ahora es TDA antes era "tumbona"". creyendo que no tenían las mismas capacidades que el resto de compañeros de escuela o de sus amigos, cuando realmente tenían un déficit de atención. ha dicho entre risas, y ha aclarado: "Han descubierto que soy TDA"

El TDA, un trastorno infradiagnosticado en adultos

Según el Institut Guttmann, el trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad, suele diagnosticarse durante la infancia y la adolescencia, pero en algunos casos pasa desapercibido y persiste en la edad adulta. Entre los síntomas fundamentales se encuentran las dificultades para mantener la atención de forma selectiva y sostenida, una tendencia a comportarse de forma impulsiva y, en su caso, hiperactividad o dificultad para mantener una conducta calmada.

Como explica un portal del Hospital Sant Joan de Déu, un 75% de los niños y niñas con TDAH serán adolescentes con TDAH, y de estos adolescentes un 50% serán adultos con TDAH. Se estima que la prevalencia del trastorno en la población adulta es entre el 3% y el 4%. El Instituto Guttmann, especializado en salud cerebral y neurorrehabilitación, explica que si este trastorno no es diagnosticado y tratado pueden surgir problemas como dificultades para seguir estudios académicos y para mantener una estabilidad "tan laboral como en las relaciones afectivas". Para solucionarlo "es importante diagnosticar la patología aunque la persona sea adulta".

Un estigma que todavía prevalece

Cómo ha apuntado Yolanda Ramos en La revuelta, tener un trastorno de este tipo le implicó recibir insultos y discriminaciones. Mercè Torrentallé, presidenta de la Federación Salud Mental Catalunya, explica que en general, cuando se habla de salud mental y de trastornos, con demasiada frecuencia se juzga y se etiqueta a las personas "sin un análisis" y "basándose en estereotipos", lo que crea "discriminación, estigma social y autoestigma".

Poder poner palabras e identificar lo que ocurre puede ser muy positivo, aunque depende de cada persona: "Para muchas personas que hemos tenido un sufrimiento emocional durante mucho tiempo y no entendíamos qué nos pasaba tener una etiqueta o un diagnóstico acertado puede ser una liberación", explica Torrentallé. Éste ha sido el caso de la actriz catalana, que al cabo de mucho tiempo ha podido identificar su trastorno y ponerle nombre.