Abre un nuevo templo ciclista en el rincón más romántico de Girona
El Grupo Velodrom inaugura una gran tienda de bicicletas en el antiguo Teatro Odeon, que pretende ser un polo de atracción mundial para los amantes de los pedales y las dos ruedas
GeronaEn medio de la yema del huevo de Girona, frente a la explanada del Café Le Bistrot y las escalinatas de Sant Martí, en uno de los rincones más románticos e idílicos de la ciudad, acaba de abrir una nueva tienda de bicicletas espectacular. Ocupa los dos pisos de la antigua Sala y Teatro Odeon, un establecimiento mítico del ocio y la cultura gerundense desde el siglo XIX, cerrado hace más de diez años, que se encontraba en estado ruinoso y ahora se ha restaurado por completo después de 4 años de obras. El nuevo local, concebido como una especie de boutique de artículos selectos con un espacio multidisciplinar de sofás y cafetería, pretende convertirse en un nuevo polo de atracción internacional para los amantes del ciclismo, en una ciudad que hace tiempo que se ha consolidado como epicentro mundial de la bicicleta. El propietario y promotor de la reforma –que ha costado unos 2 millones de euros de capital privado– es el empresario gerundense Miquel Casals, y el nuevo inquilino es el Grupo Velodrom, una de las marcas ciclistas de referencia de la ciudad.
La inauguración de este nuevo templo ciclista, único en el mundo, ha coincidido con la celebración de The Traka, el gran evento mundial de grável, que ha reunido a más de 4.000 deportistas venidos de todas partes, muchos de los cuales han hecho parada en el Odeon. Movistar, encabezados por Alejandro Valverde, uno de los campeones españoles más destacados de todos los tiempos. Todo el mundo quedaba sorprendido por el encanto del edificio, reformado por la arquitecta Bruna Vila, que ha mantenido el estilo original: se han conservado parte de los frescos del techo y toda la estructura óvalo de las forjas y las cuernas, sofás y muebles móviles que permiten reorganizar fácilmente el espacio.
"Parece una sala de exposiciones"
"Me parece una tienda de élite, nada sobrecargada; es como una joyería, en medio de la yema del huevo de Girona. Seguro que atraerá a muchísima gente en esta Meca del ciclismo mundial que es Girona", dice Marc Figueres, ciclista catalán de Sitges, que tiene un canal de YouTube y trabaja en una empresa norteamericana tours. Ruedi Laager, cicloturista estadounidense que regenta una tienda de bicicletas en las afueras de Nueva York, también queda boquiabierto al cruzar la puerta: "Es impresionante, parece una sala de exposiciones. Nunca había visto una tienda así. Es una gran oportunidad para realizar eventos, no solo para vender productos", comenta. Y Anuchi, una joven mallorquina que ha venido expresamente para realizar la carrera de The Traka, destaca el potencial de Girona, que desde la llegada de Lance Armstrong hace más de veinte años, ha despertado el interés de aficionados de todas partes: "Es una ciudad ideal, hay muchas rutas. En Mallorca también hay mucho cicloturismo, pero es diferente, es más de carretera. Aquí es de todo tipo. Para el grable, por ejemplo, es un auténtico paraíso".
Miquel Trafach, representante y colaborador de Velodrom en Girona, detalla las líneas maestras del proyecto: "El hilo conductor es el ciclismo, pero estamos abiertos a todo el mundo que quiera visitarnos, a tomar un buen café o disfrutar de este espacio tan emblemático para muchos gerundenses". La intención es, más allá de vender (como ya hacen en la tienda de la Argenteria), organizar poddcasts, presentaciones de libros, conciertos o grabaciones de videoclips, siempre con la bicicleta como denominador común. Y, sobre la exposición del material, que parece de tienda de lujo, añade: "Como lo tenemos todo muy bien puesto, con estética de boutique, puede parecer que todo vale un dineral, pero no es así. Todo el mundo puede encontrar productos asequibles, como maillots de mucha calidad por 50 o 60 euros".
Críticas de algunos vecinos: "Podría haber sido una biblioteca"
Sin embargo, el proyecto ha generado suspicacias entre los vecinos y entidades populares del barrio, que hace tiempo que denuncian que el auge del cicloturismo en el casco antiguo perjudica al comercio local, genera problemas de convivencia y tensiona el mercado de la vivienda. Para las voces críticas, el caso de la reconversión del Odeon en tienda de bicicletas es especialmente sintomático, ya que se trata de un edificio con mucha historia, que primero fue un teatro, después una sala de baile y en los últimos años una carpintería y un taller de cromados artesanos: "Es muy significativo, porque es un local mítico, porque es un local mítico, porque es un local mítico, porque es un local mítico tenemos–, y se ha convertido en una nueva tienda de bicicletas, como si no fuera suficiente", denuncia Jordi Mateu, miembro de la Plataforma por el Decrecimiento Turístico, constituida hace un año por denunciar justamente los perjuicios de la llegada masiva de cicloturistas a Gerona. Y añade: "Es la constatación de un monocultivo turístico que se está comiendo los barrios y la vida comunitaria. Este tipo de tiendas no aportan ningún valor añadido al barrio. La administración debería aplicar una moratoria para este tipo de establecimientos, como ya ha hecho Barcelona con los supermercados 24 horas".
Trafach, sin embargo, responde defendiendo el valor de su proyecto: “No quiero convencer a nadie. El libre pensamiento forma parte de la libertad personal, así que entiendo que haya quien no comparta el modelo de turismo de bicicleta, pero también es lícito que yo esté de acuerdo. y generar nuevos puestos de trabajo están al alcance de todos. Lo único que hace falta es ser emprendedor, valiente y sacar adelante un proyecto en el que creas", concluye el empresario.