Vecinos de Gaüses se oponen al proyecto de una escuela privada que doblaría el número de habitantes del pueblo
Hasta ahora el Ayuntamiento ha denegado el proyecto en dos ocasiones porque no cumplía los requisitos
GausasEl proyecto de una escuela para 120 alumnos en Gaüses levanta, desde hace cuatro años, la oposición de buena parte de los poco más de 60 vecinos del pueblo, que forma parte del municipio de Vilopriu. Según los vecinos, quienes se oponen son mayoría y lo hacen por las dimensiones y porque temen que, además, se quieran realizar actividades no explicitadas como conciertos. "El Ayuntamiento promovió una modificación de las normas subsidiarias para introducir el uso educativo en el pueblo y lo hizo con nocturnidad y secretismo", asegura Salvador Matas, arquitecto y portavoz de los vecinos opositores. "Durante el confinamiento hicieron la modificación de este planeamiento y nos pasó el período de exposición pública. El Ayuntamiento tiene una manera de funcionar que no es transparente en la comunicación, todo lo hace a escondidas", añade Matas. "Esto genera mucha desconfianza, no informan de todo lo que hacen y nunca sabes qué están manejando", opina Jordi, otro vecino opositor.
"Puede haber gente que piense: «Esta gente se han bebido el entendimiento porque no quieren que haya una escuela», y eso no es cierto. Nosotros no tenemos problemas para que se instale una escuela, pero hay lugares y lugares, y en Gaüses poner una escuela de esa magnitud, privada... Perdona, pero hay cosas que no; casas, pequeñas cosas, terreno agrícola, y creemos que si sacara adelante este proyecto haría daño porque transformaría totalmente la dinámica y el equilibrio que tenemos en este pueblo. Por eso estamos en contra", explica Matas.
"Puedo entender al promotor. Va a la suya y le da igual si a los vecinos les gusta más o menos, pero lo imperdonable es la actitud del Ayuntamiento. Es un momento en el que todos debemos plantearnos un decrecimiento, los ayuntamientos y las instituciones públicas deben empezar a plantearse. es decir, vamos a consumir más agua, más gasóleo por todos los vehículos que tendrán que venir aquí cada día, vamos a hacer más carreteras, más contaminación… No se entiende", dice Montse, otra vecina que está en contra.
La oposición de los vecinos también se fundamenta en que en la parcela donde está proyectada la escuela no están los accesos que marca la normativa para que puedan llegar los servicios de emergencias. "Sólo tiene tres accesos. En dos de ellos no pasa un camión de bomberos y en el tercero pasa muy justo y hay un giro complicado en el que hay que hacer maniobra. La normativa marca que debe poder accederse desde dos viales diferentes, y no es el caso, sólo hay uno. Santi Casas, también arquitecto y otro de los vecinos que se oponen al proyecto.
"Aparte de la gran dificultad de accesos, existe la de la movilidad que representaría cada día, porque los alumnos deberían venir de fuera, con aparcamientos... Y ya no hablamos de si hacen conciertos. También está el consumo de agua, el tema de la seguridad... El error es que se han equivocado de sitio", añade Mat.
Los vecinos, reconocidos como parte interesada
Hasta ahora, el Ayuntamiento ya ha denegado dos veces el proyecto, "y en la segunda ocasión se especificó que el proyecto presentado no es subsanable y que hay que hacer uno nuevo", añade Casas. "Vemos un cambio en la respuesta del Ayuntamiento. Se ha pasado de las denegaciones directas de las primeras propuestas a los requerimientos de enmiendas que hace ahora", dice Martí Abril, abogado que desde hace poco más de un mes representa a los vecinos contrarios al proyecto. "Justo antes de Semana Santa, el Ayuntamiento reconoció a los vecinos como parte interesada y nos trasladó todo el expediente administrativo de la licencia de obras. Ahora lo estamos estudiando y también estamos intentando comparecer a la licencia de actividad", añade el abogado.
"Desde el primer día, el Ayuntamiento ya debería haber descartado el proyecto. Debería haber dicho: «Esto no es posible porque eso no lo podréis cumplir, no le demos más vueltas y no lo enquistemos». Porque, al final, no hay una mala relación entre vecinos, pero tampoco existe la relación que podría haber".
Juicio de intenciones, según el promotor
"Solo es una campaña de desprestigio. Es lo único que pueden hacer, porque no hay nada, tenemos un suelo donde se puede hacer una escuela y estamos presentando un proyecto dentro de lo que dicta Urbanismo. No tienen más que un juicio de intenciones: «Tú no harás eso sino que harás otra cosa». es adecuada. Se equivocan mucho, sería mucho peor que allí se hiciera una promoción residencial, eso afectaría mucho más a los que están promoviendo todo esto", rebate Ivo Sans, el promotor de la escuela. ha un incendio sería peligroso. Por eso el Ayuntamiento nos ha dicho que sí a este proyecto de puente. Nosotros lo hemos propuesto y por eso ahora nos critican a nosotros. para acceder a la escuela y hacer un aparcamiento. Pero todo esto es suelo no urbanizable y estos usos no pueden estar ahí. construya la escuela y otros que sí, o al menos que no se manifiestan. Pero estoy seguro de que todos estamos de acuerdo en que se debe cumplir la normativa en materia de incendios", añade el arquitecto y vecino del pueblo. lo que tengo que hacer. A ninguno de los presentes nadie les había dicho cómo debía ser su casa y yo me encontraba que la gente me estaba diciendo cómo tenía que ser mi proyecto, cuántos alumnos tenía que tener. y dentro de diez años no será igual. Se están construyendo casas que, seguramente, estarán destinadas a Airbnb", añade Sans.
El Ayuntamiento no ha decidido nada
Por su parte, el alcalde de Vilopriu, Pere Pulido, no quiso hablar demasiado pero remarca que no hay ninguna decisión tomada. "Yo no estoy ni a favor ni en contra de la escuela, estoy en medio. Nosotros no podemos ir a favor de nadie. Pero lo que no puede hacer un ayuntamiento es no dar una licencia a un proyecto que cumpla todas las normativas –dice–. El promotor hizo un proyecto, nosotros le hemos ido diciendo: «Eso no puede ser, eso no lo va a hacer No se ha ido haciendo no», y él ha ido haciendo no. –añade el alcalde–. El promotor puede cansarse de esperar, que ya ha esperado mucho, y un día puede llevarnos los planos para hacer dos o tres casas con piscina en esa parcela", concluye Pulido.