La rebelión trumpista destituye por primera vez en la historia al presidente de la cámara baja

WashingtonEl republicano Kevin McCarthy se ha convertido este martes en el primer presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en ser destituido del cargo por la rebelión interna de su partido. Liderados por el congresista Matt Gaetz, una veintena de miembros del ala ultraconservadora de los republicanos (Freedom Caucus) ha impulsado una moción para destituir a su propio portavoz, que se ha saldado con 216 votos favorables y 210 en contra (incluidos 8 de su propio partido). McCarthy era la tercera autoridad en la cadena de mando estadounidense, pero ahora su asiento ha quedado vacante.

La posición de debilidad de McCarthy quedó manifiesta durante la votación de presupuestos del pasado sábado, cuando tendió la mano a la bancada demócrata para sacar adelante una prórroga de 45 días para evitar el cierre inminente de la administración. La votación de este martes ha firmado su sentencia de muerte. "Si se me destituye porque he actuado para garantizar que las tropas y los agentes fronterizos sigan recibiendo su sueldo, será una lucha que habrá merecido la pena", ha dicho McCarthy, con su habitual discurso heroico, horas antes de recibir el rechazo mayoritario del Congreso.

El desgobierno lleva diez meses instalado en la cámara baja, desde que las elecciones legislativas dejaron una ajustada mayoría republicana, sustentada por el ala dura del partido. Desde el mismo día de su nombramiento, que requirió 15 votaciones, McCarthy entendió que su cargo estaría toda la legislatura expuesto al boicot de la extrema derecha. Una de las concesiones que hizo entonces fue posibilitar que un solo congresista pudiera forzar en cualquier momento una votación para cesarle, lo que le acabó costando el cargo este martes.

El día en que McCarthy se quedó solo

Cuando EEUU se encaminaba hacia un nuevo cierre de gobierno, después de semanas de negociaciones fallidas sobre los presupuestos, McCarthy se sirvió de los votos de los demócratas para aprobar una prórroga y ganar tiempo en las negociaciones, lo que sentó muy mal entre el sector ultra de su partido, que reclama recortes masivos del gasto de la mayoría de agencias federales y programas sociales.

Este martes, el congresista de Florida Matt Gaetz alertaba de un supuesto "pacto secreto sobre Ucrania" entre McCarthy y los demócratas, que habría servido para desbloquear la votación de presupuestos. El aumento del apoyo militar en Ucrania había sido una de las líneas rojas de los demócratas en las negociaciones, pero finalmente no quedó incluida en la prórroga aprobada el sábado.

El argumento de los demócratas es que el peso político de anteponer la ayuda a Ucrania a mantener la financiación del gobierno era demasiado grande. Pero Gaetz tiene otra opinión: "¿Qué compromisos le ofreció a Biden para continuar con su plan de gasto?", se preguntaba este lunes, y añadía: "Cada vez está más claro para quién trabaja el presidente de la Cámara" .

Los demócratas no salvan el speaker

Ante la rebelión interna, “la única manera de que Kevin McCarthy sea presidente [de la Cámara] es que los demócratas le rescaten”, dijo Gaetz. Una opción que McCarthy rechazó desde el primer momento, teniendo en cuenta su débil posición, al igual que los demócratas, en las antípodas ideológicas del speaker. "De ninguna forma vamos a votar para que se quede McCarthy", aseguró la congresista demócrata Pramila Jayapal. "Nadie confía en él, ¿por qué deberían hacerlo?", dijo.

El presidente de la cámara baja inició el mes pasado una investigación en el Congreso como paso previo a abrir en un futuro un proceso de impeachment (juicio político) contra Biden por su supuesta implicación en los negocios de su hijo Hunter. Lo hizo en una clara concesión al ala dura de su partido, y cambiando de parecer, ya que siempre se había opuesto a iniciar un impeachment sin pruebas concluyentes.

Viendo estos antecedentes, minutos antes de la moción, el líder de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries, dejó claro el sentido del voto de su partido: "Considerando su falta de voluntad por romper con el extremismo MAGA (del lema trumpista Make America great again) de forma auténtica, el liderazgo demócrata de la Cámara votará sí a la moción".

También se pronunció la predecesora de McCarthy en el cargo, Nancy Pelosi: "El presidente de la Cámara es elegido por el partido mayoritario. En este Congreso, es responsabilidad de los republicanos elegir al presidente del pleno. No hay ninguna justificación para apartarse de esta tradición", publicó en X (antiguo Twitter).

Si no es McCarthy, entonces ¿quién?

La última vez que un presidente de la Cámara de Representantes sufrió una rebelión interna de este tipo fue en 1910. En aquella ocasión, la moción al líder republicano Joseph G. Cannon no fructiferó, a diferencia de este martes, pero allanó el terreno para que los demócratas recuperaran la mayoría.

Cuando McCarthy fue escogido, elaboró una lista secreta de congresistas que podrían asumir sus funciones en caso de dimitir o ser destituido del cargo. La persona elegida tendrá la autoridad de speaker hasta que la Cámara de Representantes elija otra. Uno de los nombres que ya suenan en los pasillos del Congreso es el de Steve Scalise, número dos de la bancada republicana y rival declarado de McCarthy.