Asia

¿Quién es Sanae Takaichi, la primera mujer que liderará Japón?

La ex ministra de Seguridad Económica, de posiciones políticas muy conservadoras, es elegida presidenta del PLD, el partido en el gobierno

TokioSanae Takaichi, ex ministra de Seguridad Económica de Japón, ha hecho historia este sábado cuando la han elegido presidenta del Partido Liberal Democrático (PLD) en la segunda vuelta, superando al liberal-moderado Shinjiro Koizumi por 185 votos a 156. La segunda vuelta ha sido necesaria después de que ninguno de los cinco candidatos consiguiera mayoría en la primera ronda. La victoria de Takaichi la coloca como favorita para convertirse en la primera mujer que ocupará el cargo de primera ministra en el país. "En vez de sentirme feliz, tengo la sensación de que ahora empieza el trabajo duro", ha dicho Takaichi en un discurso ante los parlamentarios de su partido después de la victoria.

A diferencia de la carrera del año pasado, donde se escogió al aún primer ministro Shigeru Ishiba, las propuestas de los cinco candidatos han sido en esta ocasión difícilmente diferenciables: todos han evitado temas controvertidos para no perder el apoyo de los diputados del partido, un apoyo que acaba pesando mucho más en una eventual segunda vuelta. También ha influido la necesidad de dejar espacio para inminentes negociaciones políticas con formaciones de oposición y una posible futura ampliación de la coalición gubernamental, lo que ha homogeneizado aún más los programas y ha desvanecido el contraste entre candidatos.

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Se espera que a mediados de octubre se reunirá una sesión extraordinaria de la cámara baja del Parlamento japonés para elegir formalmente al nuevo primer ministro. Aunque la coalición de centroderecha del PLD con el también partido conservador budista Komeito no tiene mayoría simultánea en ambas cámaras, la candidata elegida por el partido debería imponerse en la votación, dado que los partidos de oposición no han logrado articular una alternativa común capaz de reunir los apoyos necesarios.

Conservadora y fan del heavy metal

Protegida de el ex primer ministro Shinzo Abe, además de batería y fanática del heavy metal, Takaichi siempre ha sido un verso libre dentro del partido que ha ido acogiendo discípulos a su paso. Es asidua visitante del santuario Yasukuni, un templo que honra a los muertos de guerra del país –incluidos algunos condenados como criminales de guerra–, algo que muchos vecinos asiáticos interpretan como un símbolo provocador del pasado militarista de Japón. Además, defiende que se revise la constitución pacifista de la posguerra para reconocer formalmente un papel expansivo de las Fuerzas de Autodefensa y sugirió este año que Japón podría llegar a formar una "casi alianza de seguridad" con Taiwán.

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Además, Takaichi se ha manifestado de forma reiterada y contundente sobre las políticas de inmigración: defiende controles más estrictos sobre la llegada y la permanencia de extranjeros, ha hecho hincapié en priorizar empleo y servicios para la población local y ha expresado reticencias sobre el impacto del turismo masivo del Sanseitō. Sus opiniones también se dirigieron contra una presencia percibida de extranjeros en barrios y sectores urbanos y en varias ocasiones abogó por medidas que refuercen la regulación de los residentes no japoneses.

En cuanto a los derechos civiles, se ha pronunciado en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y defiende un modelo de familia basado en valores conservadores, postura que la sitúa en la línea más tradicional del partido. Sus proclamas han suscitado críticas de grupos de derechos humanos y de empresas que alertan del riesgo de que estas políticas perjudiquen a la imagen internacional de Japón y dificulten la captación de talento en un país que afronta un fuerte envejecimiento demográfico.

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En el ámbito económico, Takaichi defiende un paquete de medidas proactivas para paliar el encarecimiento de la vida: más gasto público combinado con recortes de impuestos para aliviar la carga sobre los hogares. Asimismo, se mostró crítica con la decisión del Banco de Japón de elevar los tipos de interés, una postura que la sitúa como partidaria de un enfoque fiscal más expansivo. Sin embargo, los analistas advierten que estas propuestas chocan con una realidad presupuestaria muy cargada –Japón es una de las economías más endeudadas del mundo– y podrían generar inquietud entre los inversores si no van acompañadas de un plan claro de sostenibilidad fiscal.