Biden, 50 años en los pasillos del poder y una vida marcada por la tragedia

WashingtonLa renuncia de Joe Biden a la nominación demócrata marca el fin de cinco décadas de carrera política. Biden, de 81 años, ha sido el mayor presidente que ha tenido nunca el país y deja tras de sí un mandato marcado por la pandemia y la recuperación económica posterior, una inflación elevada, la retirada de las tropas de Afganistán, las guerras de Ucrania y de Gaza y la aprobación de una polémica orden ejecutiva que pone en cuestión el derecho de asilo en la frontera con México. Biden también ha afrontado uno de los momentos más convulsos de la historia estadounidense a raíz del asalto al Capitolio el 6 de enero del 2021, que quería impedir la certificación de su victoria contra Donald Trump en las urnas.

Nacido en Pensilvania en 1942, Biden cursó derecho en la Universidad de Delaware y en la de Syracuse. Mientras era universitario, los campus del país hervían con las protestas contra la Guerra de Vietnam. Un panorama que ha resonado cuando era presidente con las protestas universitarias contra la guerra en Gaza.

Una vez que se graduó como abogado, entró rápidamente en la política y cuando tenía 28 años ganó las primeras elecciones en el consejo del condado de New Castle (Delaware). Un año después se presentó para ser senador de Delaware en el Congreso estadounidense. Con una campaña electoral dirigida por su hermana Valerie y para sorpresa de todos, Biden fue capaz de derrotar al republicano J. Caleb Boggs, que tenía 63 años y llevaba dos mandatos consecutivos que representaba al estado en la cámara alta. Ahora, el mismo estado que vio cómo Biden empezaba su carrera política ha sido testigo de la condena de su hijo, Hunter Biden, por compra y posesión ilegal de un arma.

La alegría de la victoria duró poco para Biden: en Navidad de 1972 su primera mujer, Neilia Biden, y su hija de un año, Naomi, murieron en un accidente de coche. Sus otros dos hijos, Beuau y Hunter, sobrevivieron. Al poco, Biden se hizo conocido en la capital por ir y regresar constantemente de Washington hasta Delaware para poder cuidarlos. La tragedia casi puso fin a su carrera, pero continuó porque unos compañeros le convencieron de que no renunciara a ella. El accidente de coche, por desgracia, no sería el único trágico episodio de la vida de Biden.

Senador durante 36 años

En 1977 Biden se casó con su actual esposa, Jill Jacobs, con quien tuvo una hija, Ashley. Biden fue senador durante 36 años, hasta el 2009. Durante esa época siguió viviendo en Delaware y nunca se desconectó de la política local. En 1974 el escándalo del Watergate derribaba al presidente Richard Nixon, con quien Biden se mostró muy crítico. También lo fue con su sucesor, Gerald Ford, por indultar al republicano.

Algunas de las manchas de su historial como senador son el apoyo que mostró a una ley del año 1994 que muchos dicen que contribuyó a facilitar las detenciones masivas ya la injusticia racial. También fue uno de los responsables de otra ley, ese mismo año, que prohibía las armas de asalto y marcaba un antes y un después en su regulación.

En 1991 votó contra la primera Guerra del Golfo. Pero en el 2002, justo después del 11-S, sí votó a favor de la invasión de Irak. Años más tarde dijo que arrepentía de ese voto. Durante los años 90 Biden creó una amplia agenda de contactos con líderes mundiales, hasta 150 de cerca de 60 países. Un detalle que destacó Barack Obama en el 2008, cuando le presentó como su vicepresidente.

La relación con Obama fue tan cercana que algunos medios de la época empezaron a denominarla bromanza (de brother y romance). Es por eso que perder el apoyo de Obama durante la crisis interna dentro del partido en torno a su candidatura ha supuesto un duro golpe. Biden pensaba postularse como candidato presidencial a las elecciones del 2015, pero la muerte de su hijo Beau por un cáncer cerebral le dejó fuera de la carrera. En su sitio se presentó Hillary Clinton, que recibió el apoyo de Obama. Clinton acabó siendo derrotada por Trump. Y Biden, por último, se convertiría en un presidente accidentado.