¿Quién es Stormy Daniels, la actriz porno que ha llevado a Trump al banquillo de los acusados?
Su nombre real es Stephanie Clifford, tiene 44 años y nació en el estado de Luisiana
BarcelonaEl expresidente de los Estados Unidos Donald Trump tiene muchos frentes judiciales abiertos: por el asalto al Capitolio, por fraude fiscal e incluso por una presunta violación. Pero el caso que lo ha convertido en el primer presidente de la historia de los Estados Unidos encausado judicialmente es el que involucra a una actriz porno, Stormy Daniels, con la que supuestamente mantuvo relaciones sexuales y a la que habría pagado para comprar su silencio. Desde el 2018, Daniels mantiene una batalla legal contra Trump que la ha hecho enormemente conocida dentro y fuera de los Estados Unidos, con apariciones incluso en el programa satírico Saturday night live. Pero ¿quién es Stormy Daniels, la persona que ha llevado a Trump al banquillo de los acusados?
Su nombre real es Stephanie Clifford, tiene 44 años y nació en Baton Rouge, en el estado de Luisiana. Su madre hacía varios trabajos para poder llegar a final de mes, después de que el padre las abandonara cuando ella tenía cuatro años. Clifford ha dicho en más de una ocasión que se sintió "descuidada" durante su infancia, a pesar de que siempre ha negado que sufriera abusos. En Vogue, también explicó que, aunque sacó muy buenas notas en los exámenes de acceso a la universidad, la situación financiera de su familia no permitió que continuara estudiando. Así que desde muy joven, todavía en el instituto, Clifford buscó su independencia financiera trabajando en clubes de striptease. Con el tiempo, se convertiría también en actriz y directora de películas porno, una industria donde se ha hecho un nombre y una carrera durante más de dos décadas. Para sus papeles, en la ficción adoptó el nombre artístico de Stormy Daniels, que toma de la hija del bajista del grupo de heavy metal Mötley Crüe –Storm– y de su whisky preferido, Jack Daniels.
Su relación con Donald Trump data de julio del 2006, cuando se conocieron durante un torneo de golf en el lago Tahoe, donde Daniels había sido contratada para entretener a los invitados. Según ella misma ha explicado, un guardaespaldas del entonces magnate inmobiliario y showman televisivo le comunicó que Trump la invitaba a cenar en su suite del hotel. Ella accedió y fue entonces cuando mantuvieron relaciones sexuales consentidas. En aquella época Trump ya estaba casado con Melania y, de hecho, esta hacía cuatro meses que había dado a luz al único hijo de la pareja, Baron.
Durante todo el año siguiente mantuvieron el contacto por teléfono. Pero Trump le había propuesto darle un papel en su programa de televisión, el realityThe apprentice, y para debatir la oferta televisiva se volvieron a ver en julio del 2007, a petición de él, en un hotel de Los Angeles. Según Daniels, Trump quería volver a mantener relaciones sexuales, pero ella lo rechazó: un mes después, el magnate le llamó para decirle que no la había podido incluir en The apprentice.
El contrato de confidencialidad
Fue en 2016, con Trump ya compitiendo por la presidencia de los Estados Unidos, cuando se produjo el pago secreto que lo ha llevado al banquillo de los acusados. La actriz porno planeaba intervenir en una entrevista televisiva para explicar su relación con el magnate cuando recibió una propuesta de los abogados de Trump: un contrato confidencial para pagarle 130.000 dólares a cambio de mantener la historia en secreto. Quien le hizo efectivo el pago no fue ningún otro que el abogado personal y fixer de Trump, Daniel Cohen, que dice que el dinero pertenecía al ya expresidente. El contrato de confidencialidad fue firmado por Cohen y otro abogado de Trump, Keith Davidson, pero no por Trump, a pesar de que había un espacio reservado para su firma. Daniels aprovechó este hecho para llevar el contrato a los tribunales en 2018 con el objetivo de declarar nulo el pacto.
En aquella misma época, Daniels comenzó también una gira de actuaciones por locales de stripteasede todo el país. Dentro de esta gira, también en 2018, la actriz fue detenida en un club de Columbus (Ohio), acusada de haberse dejado tocar por un cliente durante el espectáculo, un gesto que la legislación del estado prohíbe. Aun así, solo 24 horas después, los cargos fueron desestimados y Daniels fue puesta en libertad. Ella misma denunció la detención como un complot político.
Desde que se destapó el escándalo que la relacionaba con el magnate, Daniels ha denunciado también varios intentos de intimidación que atribuye a los abogados de Trump y su entorno para acallarla. Pero esto no la ha hecho desistir de explicar abiertamente su historia con Trump a varios medios e incluso de salir a burlarse del entonces presidente en el programa de humor Saturday night live.