Adios a Mark Rutte, el mandatario de récord en los Países Bajos

BruselasLas discrepancias sobre la política de asilo han acabado con la carrera política de Mark Rutte después de 13 años como primer ministro de los Países Bajos, el más longevo de la historia de este país. El pasado viernes, cuando anunció el fin de su gobierno, el dirigente liberal aseguró que todavía tenía "fuerzas e ideas" para volverse a presentar a las próximas elecciones, pero este lunes ha rectificado y ha anunciado que dejaba la política. "Ya no estoy disponible", ha afirmado Rutte en declaraciones a los medios a la salida de su discurso en la cámara parlamentaria neerlandesa.

El mandatario liberal también ha asegurado que la formación que ha liderado durante 17 años, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, por sus siglas en neerlandés), no le ha pedido que se fuera y que ha sido una decisión suya que lo hace tener "sentimientos encontrados y muchas emociones". "Es un buen momento para pasar el testigo", ha dicho Rutte, que continuará como primer ministro en funciones hasta el noviembre que viene, cuando se prevé que se celebren los próximos comicios.

El anuncio de Rutte ha llegado después de que las diferencias entre los socios del ejecutivo en la restricción de la inmigración acabara con el gobierno. Hacía siete meses que discutían la manera de gestionar la afluencia de refugiados, pero la tensión llegó a su punto álgido el pasado miércoles, cuando dos de los cuatro partidos del ejecutivo rechazaron la propuesta de Rutte de endurecer las condiciones de reunificación familiar de los refugiados de guerra.

Su partido proponía crear dos categorías de refugiado: una para los que están amenazados de persecución y una para los que huyen de zonas en conflicto. Como la situación de los segundos se considera "temporal", Rutte quería restringir la entrada de sus familiares a 200 al mes y hacerlos esperar, como mínimo, dos años antes de permitirles reunirse con las familias, una medida que la Unión Cristiana y los liberales de izquierdas (Demócratas 66) rechazaron. De hecho, los Países Bajos ya tienen una de las políticas de inmigración más duras de Europa, pero bajo la presión de los partidos de la derecha hacía meses que Rutte intentaba buscar maneras de reducir todavía más la entrada de solicitantes de asilo.

En diciembre del 2021 Rutte consiguió suficiente apoyo como para volver a liderar el país, por cuarta vez, a pesar de que le costó nueve meses conseguir un acuerdo de gobierno con cuatro socios más: los liberales de derechas (VVD), los liberales de izquierdas (D66), los democristianos (CDA) y la Unión Cristiana (Christen Unie). Rutte se había ganado el sobrenombre de Señor Teflón por su resistencia política.

El primer ministro neerlandés ganó protagonismo en Bruselas durante la gestión de las consecuencias económicas del covid, cuando se convirtió en uno de los líderes de los llamados cuatro frugales –Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia – por su oposición a ampliaciones del presupuesto comunitario y a los subsidios a los estados del sur.

Rutte descarta luchar por un cargo en la UE y la OTAN

Después de tantos años al frente de los Países Bajos, hace tiempo que corre el rumor de que el todavía primer ministro neerlandés podría ser una buena figura para ocupar altos cargos en la Unión Europea, que celebra elecciones en junio del 2024, y en la OTAN, que en plena guerra de Ucrania no encuentra a ningún sustituto "a la altura" del actual secretario general, Jens Stoltenberg, según admiten fuentes de la alianza militar.

Aun así, el dirigente neerlandés ha asegurado este lunes que no está interesado en ocupar ningún cargo en instituciones internacionales y ha dicho que se centrará en el trabajo de liderar el gobierno en funciones desde "la moderación" que es "apropiada" a la hora de sacar adelante nuevas políticas y legislaciones. "Pero siempre hay temas urgentes que requieren decisiones ahora mismo", ha contrapuesto Rutte, en referencia al apoyo a Ucrania.