André Ventura, el ultra que quería confinar a los gitanos, nuevo líder de la oposición en Portugal
De comentarista televisivo a líder de ultraderecha: el líder de Chega será el nuevo jefe de la oposición en el Parlamento luso
BarcelonaEl líder del partido de extrema derecha portugués Chega, André Ventura, sigue sumando apoyos y consolida su fuerza en el panorama político luso. El voto clave de los residentes en el extranjero ha convertido a su partido en la segunda fuerza más votada en el Parlament, por delante de los socialistas, y eso le sitúa como el nuevo jefe de la oposición. En Portugal no existe un reglamento que establezca qué funciones tiene esta figura, pero en la práctica Ventura podría convertirse en un interlocutor clave del primer ministro en cuestiones de estado, como los nombramientos en los órganos de control o la política exterior.(en catalán lo suficiente), el partido fundado por Ventura en 2019, no es fruto de un fenómeno puntual. Ya en las elecciones legislativas del año pasado, el partido sacudió el panorama político portugués: la extrema derecha logró 50 diputados de los 230 que conforman la Asamblea de la República. Un resultado que confirmó que había llegado para quedarse –un mensaje que el propio Ventura repitió insistentemente durante la última campaña electoral–. Esta vez ha obtenido 60 escaños (por detrás de los conservadores de la Alianza Democrática, que obtiene 88) y ha superado al Partido de los Socialistas (PS), que caen a tercera fuerza con 58 diputados.
En su camino hacia jefe de la oposición, André Ventura ha pasado por diferentes oficios: ha sido profesor, comentarista deportivo y, desde 2017, político. Su irrupción en la escena política empezó ese año como cabeza de lista local del Partido Socialdemócrata (PSD) en Loures, Lisboa. Allí empezó a definir el eje central de su estrategia política: un discurso abiertamente xenófobo que vinculaba la inseguridad con la presencia de inmigrantes y con la comunidad gitana. Estas afirmaciones, a menudo sin ninguna base objetiva ni datos que las sustentaran, generaron una fuerte polémica.
Sus palabras le valieron críticas contundentes, incluso dentro de su mismo partido. Varios miembros del PSD consideraron que vulneraba principios fundamentales y Ventura estuvo a punto de ser expulsado. Esta situación le acabó impulsando a fundar su propio partido, Chega, desde el que ha capitalizado el malestar social con un mensaje populista, de extrema derecha, nacionalista y excluyente.
El 'Donald Trump portugués'
El líder ultraderechista se ha presentado desde sus inicios como una voz que se atreve a decir lo que los demás callan y con el objetivo claro de construir una alternativa al gobierno de centroderecha. Con un discurso provocador y el uso intensivo de las redes sociales, ha construido un relato cargado de desinformación, clave para conectar con sectores descontentos de la sociedad portuguesa. Este estilo, sumado a sus posiciones, le ha valido a menudo el apodo de Donald Trump portugués.
Uno de los periodistas y escritores que mejor conocen su figura, Vítor Matos –autor del libro Na cabeza de Ventura–, le define como un "oportunista" e identifica tres fases clave que han marcado su ascenso como líder de la extrema derecha: éxito, fama y poder.
En una entrevista en Efe, Matos explica que el político buscó el éxito primero en el seminario y después en la universidad: se graduó en derecho en la Universidad Nueva de Lisboa y ejerció como profesor. La fama le llegó más tarde, como comentarista político y posteriormente deportivo en la cadena de televisión portuguesa CMTVentre 2017 y 2020. Durante la pandemia de la cóvid-19, generó una gran polémica al proponer un confinamiento específico para la comunidad gitana, una declaración que le costó el despido por "haber traspasado todas las líneas rojas" establecidas por la cadena.
Finalmente, ante la dificultad de alcanzar poder real a través de estas vías, Ventura dio el salto definitivo a la política. No sólo logró entrar en el Parlament, sino que incluso se planteó presentarse a las elecciones presidenciales previstas para enero del 2026. Esta idea la descartó a raíz de la convocatoria anticipada de las elecciones legislativas de mayo.
El partido de André Ventura, Chega, se define a sí mismo como una fuerza de derecha, conservadora, reformista, liberal y nacionalista. Con el eslogan "Salvar Portugal", el partido sitúa a la familia en el centro de su proyecto de sociedad, considerándola un pilar fundamental para garantizar la estabilidad social y política. En esa línea, propone la creación de un ministerio de la Familia.
El partido de extrema derecha también defiende medidas como la eliminación del ministerio de Educación y el desmantelamiento progresivo del sistema de sanidad pública portugués, en favor de un modelo más liberalizado y privado.
Este posicionamiento le ha valido el apoyo de figuras destacadas de la extrema derecha europea. Tras las elecciones del 18 de mayo, líderes como Marine Le Pen en Francia y Santiago Abascal en España felicitaron a Ventura públicamente. "Las fuerzas patrióticas y conservadoras crecen en todas las naciones de Europa, pese a los cordones sanitarios y la hegemonía mediática de los partidos globalistas", afirmó Abascal a través de la red social X.