Reino Unido

Nike y Adidas se envuelven en una guerra de banderas con Downing Street

El diseño de la equipación de la selección inglesa para la Eurocopa y el merchandising olímpico para París altera la Cruz de Jordi y la Union Jack

LondresEn 2018 la multinacional Nike firmó un contrato de patrocinio con la Federación Inglesa de Fútbol, ​​que expira en 2030, por valor de 400 millones de libras. Adidas es, desde los Juegos Olímpicos de Los Angeles (1984), el proveedor oficial de la equipación de los atletas británicos, una colaboración que se renovó en Río de Janeiro hasta este verano. En total, cuatro décadas. Desde 2016, la casa alemana ha pagado al Comité Olímpico del Reino Unido cien millones de libras.

¿Todo se compra con dinero? Es posible. Pero existen símbolos sagrados… hasta cierto punto. Por ejemplo, la cruz roja de San Jorge de la bandera de Inglaterra o de la Union Jack –el término se aplica propiamente a la insignia de los navíos de la Armada–, la bandera británica, que reúne, desde 1801, las cruces de las tres banderas nacionales más antiguas de las islas: la de Sant Jordi, la saltir blanca de San Andrés propia de Escocia y la roja de San Patricio para representar a Irlanda, una herencia aún hoy en día de la colonización de la isla. Propiamente dicho, es Gales quien no tiene símbolo dentro de la bandera de la unión.

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En el momento de la presentación de la camiseta con la que la selección de fútbol jugará la Eurocopa en Alemania, todo el mundo se fijó en la Cruz de Sant Jordi trasera del cuello. No era roja. Nike había introducido ligeras modificaciones. Nadie dijo nada sobre el color del ribete de las mangas, pero al ver la cruz estalló la polémica. Porque del rojo intenso tradicional se ha pasado a un degradado de azules y rojos rematado con púrpura, el mismo del ribete.

La firma norteamericana ha tenido que disculparse en un comunicado oficial, pero lo ha justificado diciendo que era un homenaje "a los héroes del Mundial de 1966", ya que la nueva paleta de colores "está inspirada en el equipación de entrenamiento" de los campeones del mundo de ese año, justo frente a Alemania, en la muy polémica actuación en el viejo estadio de Wembley, con gol fantasma incluido para los locales.

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La presión de los tabloides

Pero los tabloides más reaccionarios y el Telegraph pusieron el grito en el cielo y el primer ministro y el jefe de la oposición, Rishi Sunak y Keir Starmer respectivamente, tuvieron que implicarse. Sunak dijo que "Nike no debería manipular" la bandera. A su vez, Starmer, de una prudencia exasperante frente a la inminencia de las elecciones generales, pidió a la multinacional del deporte que "reconsiderara" el diseño. El seleccionador inglés, Gareth Southgate, demostró más sensatez que nadie, diciendo que no le hacía perder el sueño y que lo más importante de la equipación, "que siempre ha estado, y no la cree, son los tres leones ".

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Todo ello no habría dejado de ser una tormenta en un vaso de agua –o en una taza de té–, pero la semana pasada estalló una polémica similar con el material de merchandising del equipo olímpico, que representa todo el Reino Unido, y que tiene la citada Union Jack como símbolo. No ha sido Nike quien lo ha envuelto, sino Adidas. Y quien ha salido en tromba esta semana –en un tono que no esconde la inminencia de las elecciones y la guerra cultural de fondo que se libra en Reino Unido– ha sido Nigel Farage, el exlíder del racista UKIP, tras el Partido del Brexit y ahora controlando las bambalinas del Reform UK, que amenaza con romper en dos a los conservadores.

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Desde el púlpito de GB News –una cadena de televisión ultraconservadora al estilo de Fox News– Farage ha dicho que lo que se pretendía con las "modificaciones deliberadas de la bandera es avergonzar a los británicos de serlo". La reinterpretación de Adidas es similar a la de Nike en la Cruz de San Jorge. Porque, en los tradicionales rojos, blancos y los azules lisos, los diseñadores han introducido garabatos y puntos a través de tonalidades que incorporan el color rosa y el púrpura. Hasta el punto de que Farage hizo un juego de palabras y en vez de hablar de la Union Jack llamó "Union Joke": joke, en inglés, significa broma y, a su juicio, de mal gusto en esta ocasión.

Agotado en 48 horas

La paradoja es que todo el merchandising puesto a la venta esta semana pasada con el nuevo logo se agotó en 48 horas. Ahora todos los ojos están puestos a fecha del 17 de abril, cuando se presentará la equipación oficial de la selección olímpica. Si la Union Jack sigue siendo la Union Joke, Farage, los tabloides, GB News y las fuerzas más reaccionarias del Reino Unido tendrán más leña para echar al fuego del populismo reaccionario.

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Mientras tanto, Thames Water, compañía que abastece a 15 millones de usuarios, ha entrado en bancarrota, las huelgas de trenes continúan, los maestros han programado más jornadas de protesta y los médicos sólo las desconvocaron el viernes después de meses de lucha, ya finales de mes habrá una subida generalizada de los precios de los alimentos importados a raíz de los impuestos que se aplicarán a consecuencia del Brexit.